Status Updates From Cura mi corazón: Un libro m...

La vida nos envía constantemente toques de atención. Y aquella revisión médica con mal pronóstico era una forma de evitar que perdiese el rumbo.

Hay momentos en los que la vida es mucho más grande que tú.

¿Puede una persona curar a otra? ¿Tiene ese enorme poder el Amor?

¿Puede una persona curar a otra? ¿Tiene ese enorme poder el Amor?

—Ya te lo dije: se curaría cuando fuese feliz.

Porque no hay más presente que reír antes de un momento complicado.

Curarse es vivir el momento presente, así de simple.

Nos pasamos la vida valorando cosas materiales, persiguiendo éxitos, preocupándonos por el futuro, pero, cuando las cosas se ponen feas, lo que importa no se puede pagar con una hipoteca.

Las cicatrices son un recuerdo de cuando el tiempo se paró.

—Yo también me asusté, pero no dije nada porque, si crees en las supersticiones, al final se cumplen —continuó mi abuela.

La luz tiene una forma particular de colarse por las ventanas. Hay ventanas que le gustan más que otras, y debo decir que las de los hospitales no son sus preferidas.

Hay una línea muy fina entre cuidar a alguien para que no se rompa y, a la vez, enseñarle que nada puede romperlo. Es pura contradicción. Es como proteger a un trozo de hielo del calor de una hoguera mientras le dices que no tenga nunca miedo al fuego.

A base de golpes de realidad, empecé a creer en la magia desde muy temprano.

Los médicos sienten una imperiosa necesidad de redactar el argumento de su próximo libro, o algo así, mientras sus pacientes están sentados muertos de miedo frente a ellos. A mí me gusta imaginarme que lo que escriben son listas de deseos y que en ellas piden que nos curemos todos. Como le pedí yo a la estrella fugaz.

Y el silencio es el último en llegar. Se instala en todas partes y en ninguna.

Pero ¿cuánto tiempo dura la vida estando ordenada?