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—¿Y qué vamos a contar? — le pregunto a Magnus.
—Lo que desees. No está de más pedirte que omitas el lado triste de la historia.
_Tu crueldad. —Lo pongo en las palabras correctas—.Quizás que te odien a ti le ayude a mi imagen. ¿No lo crees?
De repente, el ambiente se pone tenso. Francis dirige su atención al suelo y Magnus borra cualquier alegría de su cara.

-Esta es la segunda oportunidad que le doy y puede que no le interese; sin embargo, quiero que le quede claro, que no existirá una tercera.
De lastimarla, no me cansaré hasta que mi hija lo repudie de tal manera que no quiera verlo nunca más. Y podrá construir un castillo frente a nuestra casa, esperando que lo dejemos pasar, pero le juro, por el amor de una madre, que se morirá esperando que la puerta se abra.

No me sorprende que ellos duden de mis sentimientos, pero si una cosa tengo clara es que la única manera de que Emily se vaya de mi lado es si ella lo decide. He abierto el futuro en mi cabeza miles de veces, buscando todas las salidas y atajos. ¿En dónde creo que estaré en unos años?
¿Cómo? ¿Por qué? Solo hay una cosa que siempre dibujo igual y es con quién. Emily está ahí en cada posible opción.

—Me siento como un papel que por años estuvo doblado en cuatro partes y ahora le piden que se convierta en un lienzo liso. Los dobleces me obligan a volver a la forma a la que he estado acostumbrado.

—Estoy agotado, Gregorie, y no de intentarlo, sino de la situación misma. Jamás le había rogado a alguien su perdón y en el fondo mi ego lucha contra lo que siento por ella.
—¿Vas a rendirte?
—Por supuesto que no. El problema es que no sé si esto está sirviendo de algo. ¿Me perdonará alguna vez o estoy perdiendo el tiempo?
Esto es una agonía. Sentirla tan distante, ver cómo me repudia en silencio.

Habla de cómo no tienes que vivir de ensoñaciones, esperando que te amen de la manera que has idealizado, porque yo lo haré. Y no sé si algún día vas perdonarme, pero quiero que sepas, Emily, y esto no hace parte de ninguna canción, que si no lo haces, igual tendrás mi corazón hasta el último día de mi vida.

La canción que le dedico❤️

Un día, esa mujer nos vio y le pidió a gritos a mi madre que nunca más volviera, que su hija había muerto el día que dejó la casa y que todo lo que naciera de esa penosa relación no era más que una cadena de errores.
Mamá nunca volvió a ir desde entonces, al menos no que sepamos.

—¿Te gustaría bailar? —me pregunta cuando tocan una nueva pieza.
—¿Ahora sí te gusta hacerlo?
—Siempre que sea contigo. Lo sabes.
—Bueno, será en la siguiente. Patrick ya me pidió esta canción.

Jajajaj lo está haciendo pedazos

—Quiero que te grabes esto en la cabeza, Magnus Lacrontte.
Ese principe de doce años no asesinó a sus padres. Silas se aprovechó de la bondad de un niño y merece morir del peor modo posible. Y escúchame bien, porque hay algo en lo que sí creo: tú vas a lograr arrodillarlo y cortarle la garganta hasta que se ahogue en su propia sangre.

—¿Y si fallo? —pregunto, asustada.
—Entonces fallaremos juntos.

Emily Malhore será la reina de Lacrontte les guste o no, porque el único con poder para destituirla de ese cargo soy yo y fui yo el que la trajo aquí para ponerle una corona sobre la cabeza.

Ya no sé qué hacer. Si tan solo existiera un manual para la redención, lo seguiría al pie de la letra. Me duele pasar el tiempo solo cuanto más la tengo aquí.
Detesto que me prive de su presencia, que me castigue con el silencio, cuando ella está al tanto de lo mucho que me gusta tenerla cerca. Es cruel y desearía que durante al menos un día se sentara en el comedor a hacerme companía.

Esta noche me recuerda a aquella en la que rogué que no me devolviera a Stefan. Recuerdo el último abrazo que me dio antes de traicionarme. Pensé que estaba segura en sus brazos. Ese último gesto de falso amor me destruyó completamente.
Lo miro a través del ventanal. Está de pie con los hombros caídos y los ojos llenos de dolor. Él también me observa, ve cómo prefiero marcharme antes que tocarlo.

—Voy a demostrarte que mejoré, y si aun así no quieres saber de mí, supongo que tendré que dejarte ir.
—¿Me darías el divorcio?
—¿No nos hemos casado y ya te quieres divorciar?
—Eso no fue lo que pregunté.
—Responderé si tú me concedes una petición.
—Cualquier cosa menos un beso
—Abrázame.
—Descuida. No necesito que contestes —digo firme y alto—Buenas noches,Magnus. Iré a descansar.

—Me gusta verte sonreír - confiesa con una mirada cálida que me transporta de inmediato a nuestras madrugadas en
Roswell.
—Después de lo que me hiciste, no lo habría imaginado.


🚬🚬🚬

—Un regalo para ti.
—¿Por la tradición de dar un regalo el último día del año?
—Exacto. Sé que hoy no es la fecha correcta, pero te lo debía.
—Ya tengo mi predicción.¿Recuerdas que me compré mi propio regalo? Que, por cierto, fue una idiotez.

🪓🔫🔪🪓🔫🔪💣

-Emily, para bien o para mal, vamos
ser esposos. Seremos tú y yo contra el mundo. Serás mi apoyo y yo el tuyo, por lo que nos conviene al menos tratar de llevarnos bien.
—Una vez le prometí a mi padre casarme por amor y no lo cumplí.

UHH TATATTATA

— Haré que vengan. No te preocupes. Cuando lo cumpla, ya podrás darme el agradecimiento que tanto busco, y espero que sea un gran discurso porque, al final, son las personas que más amas,
¿no?
—Las únicas —contesto.
Yo también he aprendido a clavar la espada en el pecho.

Uhhhh TATATATATA está hecha una ametralladora la Emily

—¿Qué significa «ramé»? ¿R de reinos, A de amor, M de Magnus y E de Emily?
No tengo la menor idea de por qué lo relacioné con eso, pero fue lo único que tuvo sentido dado que ahora intenta ser romántico. Él sonríe y con eso sé
que estoy equivocada.
—Ingeniosa, aunque te equivocas. Significa algo hermoso y caótico al mismo tiempo. Pensé

Antes era yo quien debía aguantar sus ácidas palabras y tratar de guardar la calma para no discutir.
¿Qué se siente tener que esforzarte por ser paciente cuando muchas veces recalcaste
que no era una cualidad con la que contabas? Haré que te tragues cada uno de tus discursos, Magnus Lacrontte.

Uy se viene picante

Antes era yo quien debía aguantar sus ácidas palabras y tratar de guardar la calma para no discutir.
¿Qué se siente tener que esforzarte por ser paciente cuando muchas veces recalcaste
que no era una cualidad con la que contabas? Haré que te tragues cada uno de tus discursos, Magnus Lacrontte.

Se viene picante

—Lo eres. Lo sabes, ¿verdad?
—¿Una luchadora? —pregunto.
—Mi casa —dice, y me besa.
«Lo somos», pienso. «Somos nuestra casa.»

-Me da miedo que te des cuenta de que te aburro. O de que conozcas a otro. O de que seas infeliz y te quedes conmigo aun así. Y... Me da miedo quererte toda la vida y luego tener que decirte adiós. Me da miedo que te mueras y me parezca que el mundo no vale nada. Me da miedo que, si tenemos hijos, tengan una vida horrible en la que su maravillosa madre ya no está y su padre no puede ni mirarlos.

-No eres unas vacaciones y no eres la respuesta a mi crisis laboral, pero, cuando tengo una crisis o estoy enferma o triste, tú eres lo único que quiero. Y, cuando estoy feliz, tú me haces mucho más feliz. Lo que sé es que donde tú estés es donde encajo. No encajaré en ningún lugar tanto como contigo. Sienta lo que sienta, quiero tenerte al lado. Tú eres mi casa, Alex. Y creo que yo soy lo mismo para ti.

-Pase doce años alejándome de ti todo lo que he podido. Me he mudado. He viajado. He salido con otras personas. Hablaba de Sarah a todas putas horas porque sabía que te gustaba. Porque la última persona que podía soportar que me rechazara eras tú.
Y ahora lo sé. Sé que no son los viajes lo que va a sacarme de este agujero. Todo eso, cada puto minuto, ha sido una forma de huir de ti, y ya no quiero huir más.

—quería aparecer y..., no sé...decirte que por ti iría adonde fuera.
—Poppy —dice, y la palabra es medio súplica.
—No, espera —le interrumpo—. Ya sé que puede salir o muy bien o muy mal, y una parte enorme de mí no quiere seguir hablando en absoluto, Alex, pero tengo que hacerlo, así que, por favor, no me lo digas todavía si tienes que romperme el corazón,
¿vale?

ME LEÍ 12 VERANOS PARA SABER QUÉ PASÓ EN EL DE HACE DOS AÑOS Y ENTERARME Q MIERDA PASO PARA Q SE ALEJARÁN Y QUE MIERDA HIZO POPPY PARA TENER QUE REMARLA TANTO Y RESULTA QUE FUE ÈL QUIEN CORTO EL BESO. ELLA SOLO DIJO Q HICIERAN COMO Q NO PASO NADA PORQ NO SIGNIFICABA NADA SOLO PARA TRNER UN MÍNIMO DE DIGNIDAD

—No le demos una importancia que no tiene. Es lo que has dicho: nos hemos bebido como tres botellas de vino cada uno. No estábamos pensando con la cabeza.Haremos como si no hubiera pasado nada
—¿Crees que podrás?
—Pues claro,Alex.Hemos vivido muchas cosas más allá de una noche de borrachera.
—Vale —Asiente—Vale.Debería irme a la cama. Buenas noches.

Y YA ESTÁ? Por esa mierda no hablaron dos años?

—Yo sé lo que quiero. Eres tú la que tiene que aclararse. Yo haría lo que fuera por ti, pero, por favor, no me lo pidas si no estás segura. De verdad que yo... —Traga con fuerza. Ya no hay cola. Es hora de que se vaya. Obliga a salir al resto de las palabras en un murmullo ronco—:No puedo ser un descanso de tu vida real y tampoco voy a ser el que te impida tener la vida que quieres.

—Te quiero, Alex -suelto—.¿Eso da igual?
Sus ojos se fijan en mí de pronto, oscuros, insondables, llenos de dolor y anhelo.
—Yo también te quiero, Poppy—responde—Ese nunca ha sido nuestro problema-Echa un vistazo hacia atrás. Ya casi no hay cola.
—Podemos hablarlo cuando estemos en casa —le digo—. Podemos aclararlo.
—Mira —dice con suavidad —Creo que e deberíamos dejar de hablar un tiempo.