Sebastian Uribe Díaz > Recent Status Updates

«No nos importaba si todo era solo una fantasía, un deseo que se desplegaba sobre Santiago y que permitía que percibiésemos cómo lo cotidiano se rompía en pedacitos, en un sueño que nos definía y nos dibujaba, elevándonos sobre el plano de una ciudad que abrazábamos para que no nos abandonaran sus pesadillas, las mismas que nos mantenían electrificados, no tan solos».

«Esa es una de las realidades más oscuras y menos contestadas de los gobiernos autoritarios: que el animal humano es manso, fácilmente manipulable. Nadie quiere admitir que quizá también sería capaz de vivir bastante felizmente en una simulación, en un simulacro de vida. Nadie quiere creer que, en el fondo, le interesa más la comodidad que la verdad».

«Aquel año cumplí treinta y dos, pero aún me faltaba la confianza suficiente para hacerme valer o trasladar mis quejas con claridad. Como muchas otras mujeres de esa edad y en aquella época, albergaba una rabia creciente que no sabía cómo expresar, como si me hubiese crecido por dentro un órgano nuevo, pero aún no hubiera empezado a funcionar».

«Al principio, a veces le preguntaba por su pasado, pero pronto acepté que ella iba a ser tanto el centro de mi vida como su misterio central, dispensada de las expectativas habi-tuales. (…) pero ahora que se había publicado el relato falso del señor Smith y yo estaba sola en nuestro chalet, no tenía otra cosa que hacer salvo vengarme de él y de sus mentiras, vengarme de la realidad misma, vengarme de todo»

«(…) la época del menemismo fue una época de acusación, desvalorización y desprestigio de la capacidad crítica del intelectual pensado como el tipo que está en la estratósfera mientras que el empresario, el político, el periodista están ahí».

«A lo mejor el día de mañana estaremos en condiciones de cuestionar el concepto mismo de nación. La nación ya no tiene las fronteras jurídico-políticas de la nación tradicional.
Las naciones son inventos totalmente ficticios, sobre todo en un continente como el latinoamericano. Se Podría decir que son ficciones. Pero ¿quién dijo que las ficciones no tienen efectos materiales?».

« Toda la obra de De Rokha es una manera de remontar la derrota, de lanzarse hacia adelante para hacer un duelo acerca de sí mismo y el futuro»

“I seem to be defying fate, or am I avoiding it?”

L

«Es quizás la mejor postal del viaje. La voz como un último fantasma, la poesía como un espíritu perdido que es el esqueleto de lo que escuchamos. Detrás de las voces de ambos suena un crujido; un ruido de la máquina se vuelve algo parecido a la psicofonía, acompañando el sonido como si rasgase el aire».

El capítulo sobre Carlos de Rokha me hizo sudar frío.

«Pura performance, en este fuego cruzado cada estocada que le clavan al otro es también una alabanza a sí mismos. Ya lo sabemos, cada cierto tiempo la poesía chilena tiene esos arranques de vodevil, o luce como una opereta representada en la carpa de un circo pobre».

«Todo eso está escrito desde el vértigo. No hay otra forma de que eso sea posible. No cabe la contemplación, la belleza existe en tanto movimiento: en la exhibición en tiempo presente de las patologías del nuevo siglo también estaba a la vista la lengua del futuro».

«Si crecer implica dibujarse una máscara (de adulto, de estudiante, de hijo), escribir es resquebrajarla».

«La lengua de Pablo de Rokha es un infierno que se inventa sus propios círculos y se replica a si misma una y otra vez».

«Recuerdo no distinguir el amanecer del crepúsculo, como si el orden del tiempo no existiera o estuviera invertido, dado vuelta, sin destino. La década fue eso, esa sensación de que daba lo mismo que murieras o vivieras, porque todos los días eran iguales. Una resaca llena de agujeros negros, de pérdidas de la memoria, dije».

Cuentazo “Chica nazi’.

«Me quedé en la escuela de arte con esa cinta de video y los recuerdos de mi familia. Nunca me drogué. No lo necesitaba. Él tampoco. De eso hablamos alguna vez. De no necesitar drogas,de soportar la intensidad de lo real hasta el punto de quedarse ciego».

“Hoy pienso que ese fue el comienzo de todo. Al nacer, ahorcada con el cordón que me unía a mi madre, la sangre se me envenenó y ya no pude amar el mundo”.

“La muñeca de papel” sí me logró emocionar.

“Volver a empezar. Levantarse de las cenizas. Arrancar de cero. Nos han hecho creer que hay algo heroico en ese empecinamiento (…)Usaba mucho esa frase, me acuerdo, como si el pasado quedara en alguna parte, como si fuera un lugar del que se puede entrar y salir y no una condena tan presente como ese árbol que veo por la ventana. El pasado está encima; se carga con él o no, pero no puede dejarse a un lado”

“La memoria es una vasija rota: mil pedazos y lascas de barro seco. ¿Qué partes tuyas quedan intactas? El barro te hace resbalar, perdés el equilibrio. Y era un equilibrio tan precario, te esforzaste tanto en mantenerlo, para luego irte de culo al piso”.

“Me arrimo al miedo a la guerra y a las estrellas que han/desaparecido./Solo tengo en mi mano 25 centavos, comer no tiene sentido!”

El poema de esta página a días de cumplir 33.

“Renacer” es 👏🏻

«Acaso, para estar profundamente triste por alguien, habría que tener entre muchas otras cosas, una gran imaginación».

Como se halla vacía la casa,
estemos juntos los reencontrados,
sobre esta mesa sin carne y fruta,
los dos en este silencio humano,
hasta que seamos otra vez uno
y nuestro día haya acabado.

-De ‘Pan’

“Entonces, los recuerdos empiezan a bajar lentamente, de las telas que han hecho en los rincones predilectos de la infancia”.

“Ahora tengo treinta años, y mis sienes jaspea/la ceniza precoz de la muerte. En mis días,/como la lluvia eterna de los polos, gotea/la amargura con lágrima lenta, salobre y fría”.