María P. > Recent Status Updates

«No echo de menos mi nombre ni me he molestado en sustituirlo. Echo de menos tu nombre. Lo siento, pero también lo he olvidado. No lo busco en las paredes. La idea de que pudiera leerlo e ignorarlo, pasar sin más al siguiente, es terrible. Como coincidir contigo en otra vida y no reconocerte.»

Uf...

«No le gustaban los maricones, como al que no le gustan los ajetes o el turrón. Una frase que en su tranquilidad puso un clavo más en el armario y una costura más en mi cadáver andante. Mis miedos y mis intuiciones, por extremos que fuesen, no se equivocaban. Ahí fuera no había nadie en quien depositar confianza.»

«Me di cuenta de que el miedo me afectaba de un modo particular, manteniéndome en un estado perpetuo de inmadurez por alejarme de toda experiencia significativa. No se trataba de hacer cosas que no me correspondían por edad, pero sí de entrever que otra vida era posible más allá del pavor, la inmovilidad y el llanto a solas.»

«Los remordimientos y la contención llegan con la decrepitud, como el egoísmo, cuando se habita el reverso de la vida y se entiende que casi nada feo existe que no nos termine por alcanzar.»

Quiero darles un abrazo muy fuerte a los personajes de este libro 🫂

«Ese fracaso de la imaginación compasiva, cuando se da entre dos personas que han intimado, se me asemeja a un desastre natural. Me invade de asombro y temor. El mundo parece entonces un lugar salvaje sin esperanza de tierna estima »

«—La infelicidad está tan viva hoy en día.
Sus palabras me sobresaltan y me satisfacen. Siento placer cuando dice algo cierto o inteligente. Llego casi a quererla.
—Ése es el primer paso, mamá –digo con suavidad–. La infelicidad tiene que estar viva para que pueda suceder cualquier cosa.»

Me está encantando lo que estoy leyendo.

"Con qué facilidad, piensa Agnes mientras recoge platos, nos pasan desapercibidos el sufrimiento y la angustia de una persona si esa persona guarda silencio, si se lo guarda todo para sí, como una botella con un tapón muy ajustado; la presión aumenta en el interior hasta que... ¿qué?
Agnes no lo sabe."

Se me está haciendo densísima esta lectura. Adoro a Maggie O'Farrell, pero a veces se pasa tres pueblos con las descripciones.