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a rescatar el arte del poetuiteo

La manera en que me puse de novia igual de rápido que estos dos carnales

qué buen cuento

El primer cuento me dejó sin palabras (pun intended)

Mi problema con el silencio es que siempre llega como alternativa a haber deseado de más.

“La ruptura es puro melodrama por la intimidad, y la intimidad siempre es sensual, sea o no sexual. Son dos cuerpos que se aman y que, cuando se odian, reaccionan con furia, porque lo que se rompió es demasiado valioso”.

Me está gustando mucho más que su último de cuentos 👀

Ok pero la primera frase ya me enganchó

Donde hay odio, siempre hay apego, si bien en forma negativa, hacia el objeto perdido. El odio tiende a unir siempre el sujeto a quien ha sido amado y ahora ya no está ahí. Si se odia, en definitiva, es para evitar recorrer la tortuosa senda de la elaboración del luto. Por eso puede afirmar Lacan que el odio es una «carrera sin límites»: no hay paz, no hay término, no hay fin, no hay satisfacción en el odio.

Cuando la arbitrariedad de Estado hiere a la palabra, lo siguiente es la transgresión de los cuerpos.

Chupábamos la sangre a nuestra tierra; embelesados, entregábamos nuestra energía, construyendo una máscara que llamábamos modernidad para habitarla con las cáscaras de nuestros cuerpos, tan exánimes como los de espectros.

nunca les voy a perdonar haber hypeado tanto esto

Y el horizonte siempre es el mismo: una línea absurda que finge un mañana que en realidad no existe. Más allá del horizonte sólo hay otro horizonte vacío.

El deseo se parece a cientos de pájaros estrellándose contra una boca cerrada.

Lo que importa es que todos crecimos viendo las mismas imágenes: Jesús clavado en una cruz, con la mirada torcida hacia arriba, con la corona de espinas y la sangre corriéndole por la cara como un manantial, y que nos dijeron, a toditos, que eso era hermoso y misterioso, que eso, morir, sacrificarte, entregar tu cuerpo a los más horribles tormentos por y para alguien, era el amor.

Para algunas personas recordar es sumar imágenes, pero yo creo que recordar es sumar emociones.

Me urge se traduzca a Verena Cavalcante

lo tuvieron todo: música, cambios políticos, ideólogos, guías espirituales, escritores, pintores, cineastas cools. Pudieron cambiar el mundo. Y lo lograron: liberaron al sexo y nos llenaron de filmes porno; aceptaron la marihuana y nos dejaron inventos como el crack; creyeron en Lenin y lo cambiaron por el libre comercio; tuvieron a Warhol y publicaron El mil chistes; tuvieron al rock y lo cambiaron por el disco

A lo mejor la vida se trata de nunca sentirse completa para tratar de andarse completando por el paso del tiempo. Y en el andarse completando uno descubre cosas de sí misma.

Pero al perderlo todo una siempre termina ganando algo, nomás que no lo ves, no al principio.

Supongo que la amistad no consiste en decir siempre la verdad, ni, desde luego, en mentir sistemáticamente. La amistad es saber elegir cuándo mentir y cuándo decir la verdad a tus amigos.

Porque tener ideales consiste en esperar.

Muy a menudo es por el lenguaje que el otro se altera; dice una palabra diferente, y escucho zumbar de una manera amenazante todo otro mundo, que es el mundo del otro.

¿Por qué durar es mejor que arder?

La experiencia del cuerpo es extraña porque se entiende el cuerpo como si fuera otro que no es yo.

Me doy curra de que la tristeza es un pañuelito de papel con olor a lila, vuelto un ovillo en el puño cerrado, lleno de lágrimas, del sudor que se escurre entre los dedos y medio desecho por el gasto frenético de mis manos.

Luego del timbre agudo siguen un par de palabras calladas y un silencio que se extiende por toda la casa, porque la muerte no necesita explicaciones para entrar a ninguna parte.

Se levantan puntuales de un tiempo invisible y en un instante recuperamos el fragmento de un gesto, la torre de una ciudad olvidada, las frases de los héroes disecadas en los libros o el asombro de la mañana del bautizo cuando nos dieron nombre.
Basta decir la magia de una cifra para entrar en un espacio inmediato que habíamos olvidado.

¿De dónde llegan las fechas y a dónde van? Viajan un año entero y, con la precisión de una saeta, se clavan en el día señalado, nos muestran un pasado, presente en el espacio, nos deslumbran y se apagan.

Tal vez todo empieza así: un recuerdo imborrable muchas veces borrado, y el deseo de regresar la escena, de producir la escena, para compartirla otra vez.