Entonces reparó en los huevos, todavía estaban ahí frente a ella. Agarró el tenedor y probó un bocado, y luego otro, y otro. Tuvo que terminarse el plato para comprender el hambre que tenía.
Tanta hambre que se preguntó si acaso no habría más cosas en su heladera que pudiera comer, y le sorprendió darse cuenta de que, sin siquiera pro-ponérselo, ya estaba otra vez de pie.
— Oct 20, 2025 03:03PM
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