Nacho’s Reviews > Kafka en la orilla > Status Update

Creo que muchas veces nos decimos a nosotros mismos que hemos llegado a un tope en nuestra vida y a partir de ahí nos quedamos esperando al final con la misma rutina. Darse cuenta de que siempre podemos reinventarnos y buscar más en la monotonía del sistema es vital si queremos ser realmente felices. Da igual la edad que tengas: ponte a leer, escucha música, víciate al cine. Nunca es mal momento para intentarlo.

Olvida tu identidad y deja que tu mal profético lo inunde todo. No busques la lógica en las hipótesis, afírmalas sin ser consecuente y deja que la inmundicia se convierta en tu piel. Eres joven, eres fuerte, eres inteligente, eres estúpido. Estás vacío y no sabes nada y tu desconocimiento por ahora será tu losa.

Pocos terrores más grandes hay por encima de la desrealización.

La instrospección es un arma de doble filo proporcional: mucha nos hace dudar en exceso de nosotros mismos y muy poca hace que no sepamos hacernos frente. Todos necesitamos momentos de soledad, sin ella no seríamos capaces de posicionarnos en este mundo antropofágico. Debemos dejar que el silencio se haga escuchar, debemos hacerle caso.

Las estrellas nos juzgan y nosotros las tememos.

¿Empieza la responsabilidad en los sueños? Más nos vale que no sea así, porque significaría nuestra condena colectiva. El pensamiento teje la voluntad y te anima a la acción, a partir de ahí solo tú decides si aprietas el gatillo.

Hay muchos tipos de violencia y todas son hirientes, pero algunas sobrepasan el umbral de la crueldad. Pequeños instantes pueden condicionar toda nuestra vida.

La inteligencia como constructo humano, está basada en valores capacitistas. El analfabetismo lo vemos como sinónimo de estupidez, pero nos sorprendería saber cuantas vueltas nos dan en el pensamiento los genios iletrados.

Solo un genio es capaz de vivir con el epíteto de estúpido y tomarse con parsimonia la idea de la muerte. Nakata es un sabio.

Aún en lo desconocido tratamos de encontrar costumbres, de afianzarnos a nuestra rutina aún cuando nos sentimos perdidos.

No se puede ser libre solo de palabra, la libertad se la entrega uno con convicción. Por mucho que se afirme la propiedad de la libertad, esta no será más que mera inútil posesión hasta que no se la abrace verdaderamente.

Mira, este es mi libro favorito y me ha dado la picada por empezar a leérmelo de nuevo. Solo el preludio me ha pegado una hostia metafísica, amén.

Todos somos la tormenta, la tormenta nos desangra y de la tormenta salimos siendo otros. Metáforas y más metáforas, que reine la analogía con lo irreal.

You say the ocean’s rising like I give I shit
You say the whole world’s ending: Honey it already did!!