Ari Alfonso’s Reviews > The Tragical Tale of Birdie Bloom: A Whimsical Middle Grade Fractured Fairy Tale About Witches and Friendship for Kids > Status Update

—Después de todos estos años, supongo que lo que faltaba no era el final. Resulta que una historia no lo es si no encuentra un lector. Birdie, eres una buena lectora.

Considerando que nos vamos a pique rápidamente, te debes preguntar si no me arrepiento de haber ayudado. Pero no. Ser un perdedor no es tan difícil como pensé que sería, y quizás no vale la pena ganar en ciertas cosas.

Y eso es algo que hay que considerar de los finales: a veces un final infeliz es simplemente el resultado de terminar una historia demasiado pronto. Por otra parte, un lector debe estar preparado para que las cosas se vuelvan malas (a veces muy, muy malas) antes de que se conviertan en buenas. Ten paciencia, querido lector.

¿Quién era ella exactamente? ¿Qué hacían realmente las brujas? Los ojos de Agnes se iluminaron. A veces las brujas protegen.

—Porque las palabras importan.
Y Birdie supo al instante que tenía razón. En un reino en el que las vidas se desarrollaban como lo hacían en los libros de cuentos, las palabras importaban. Muchísimo. ¿Acaso la palabra «amistad» no lo había cambiado todo para Birdie? ¿Había otras palabras así allí fuera? ¿Palabras que daban alas en lugar de cadenas?

Esa noche era tan brillante que apenas podía imaginar lo llena que debía de estar la luna. Llena y preciosa. Preciosa. Birdie no estaba acostumbrada a pensar en cosas preciosas. Siendo una Trágica, había momentos en los que era imposible imaginar que existiera algo precioso. Pero cada vez era más fácil. Parecía que un pensamiento precioso llevaba a otro y que incluso era el tipo de cosas que uno podía practicar.

Y ese era quizás el mayor problema del Canciller: para ser el líder de un reino de cuentos, no entendía mucho los libros. No leía libros para encontrar verdades, sino que los leía intentando crearlas.

Por lo que Birdie sabía, ese quizás era el primer paso hacia la amistad. Hablar. Por supuesto, en ese momento, Birdie no tenía ni idea de lo que le esperaba en el calabozo. De haberlo sabido, quizás nunca hubiera tenido valor para entrar y entonces, esta sería una historia completamente diferente o quizás ni siquiera hubiera existido.