Cristina’s Reviews > El peligro de estar cuerda > Status Update

Sylvia Plath: "así q empecé a pensar que casarte y tener hijos era un lavabo de cerebro y después ibas atontada como una esclava en un Estado totalitario privado."

"el pensamiento del suicidio es un poderóso medio de consuelo: con él se logra suportar más de una mala noche", dijo Nietzsche.

Obvio, Rosa, el enamoramiento tiene mucho de imaginación. Pero, ¿a quién no les gusta enamorarse intensamente aunque, en realidad, sea mentira? Tengo claro que sin idealización no hay enamoramiento.

El colombiano Héctor Abad parece tener tb un corazón pirómano: "creo q me enamoro así, tan súbita y desesperadamente, solo como una forma de tener gasolina interior para poder escribir."

Cita a E. Carrère: "Si estoy escribiendo un libro [...] a veces son, junto con el sexo, los más grandes momentos de mi vida, esos en los q me digo q vale la pena vivir."

Personas creativas son yonquis de la intensidad.

Momentos oceánicos (Romain Rolland) o satori. ¿El nirvana?

Es decir: el hombre q sabe vegetar, q es capaz de mirar con cegata tranquilidad el decorado sin ver q está pintado, no se suicida.

Cita a Henri Roorda (1870- 1925): "Me había hecho de la vida una idea completamente falsa. Daba mucha importancia a todo aquello que es excepcional: el entusiasmo, la exaltación, la embriaguebz [...]. El hombre normal es aquel que sabe vegetar."

Se demuestra que hay un tema de neurotransmisores que no acaban de funcionar.

¿Ahora citas a Charlotte Perkins Gilman? No puede ser!!!!! Tengo ahí un libro suyo pendiente!!!!!

Virginia Woolf y Emily Dickinson sufrieron abusos sexuales incestuosos. A Clara Schumann su marido les robó algunas obras y escribe en su diario: "alguna vez creí q tenía talento creativo, pero he renunciado a esta idea; una mujer no debe desear componer. Ninguna ha sido capaz de hacerlo, así que ¿por qué podría esperarlo yo?"

Todos tenemos claro que escribie nos salva (...). Es curioso porque Bukowski siempre me ha caído fatal (y a mí, Rosa) y no me gustaban sus libros (creo que era un alcohólico misógino, ¿no?), pero tras leer las cartas y notas biográficas recopiladas bajo el título "La enfermedad de escribir", he descubierto a un tipo catastrófico pero auténtico, brillante y entrañable (no sé, Rosa, no sé si me convences).