Valent’s Reviews > C.A.L.I. > Status Update

"El artista era la voz que contrariaba a las que, unidas, conformaban el bullicio exterior, aquel ruido blanco ensordecedor que incluía toda reiteración, desde la tradicionalista hasta la mal llamada revolucionaria, que también era tradición. Solo a través del arte podía el individuo hablar más fuerte que la colectividad y transformarla."

"John Wilson habia comprendido que, en esa ciudad el extranjero era un rey: podía tener muchas Paulinas y Margaritas. Podía tener lo que quisiera. Allí podía hacer lo que se le viniera en gana, como si tuviera inmunidad política, que era lo que había estado buscando por medio de la destrucción de negocios y actos de vandalismo: tomar la ley en sus propias manos y sentir que tenía tanto poder como los blancos blancos"

"Le encantaba contagiar su lujuria a otros hombres porque, haciendo gala de un apetito sexual voraz, sentía que validaba su masculinidad, al igual que cuando les pitaba o gritaba a las transeúntes guapas o jóvenes que se cruzaban en la calle, siempre y cuando estas no estuvieran acompañadas por un varón. El dueño siempre se respetaba en público".

"Según se empecinaba en confirmar con base en observaciones aisladas y cuentas arbitrarias, entre peor se portaba una persona, mejor le iba. El verdadero arte vivir consistía en defraudar. El daño infligido a otros era fruto de la inteligencia y no de la deshonestidad imperante en aquella cultura virulenta".

"Cuando Jorge Cárdenas invitaba a salir a una mujer, esta siempre accedía encantada. ¿Cómo así que no? Ella estaba soltera. ¡Ni que la hubiera invitado a comer fritanga! Además, la muy altanera había insinuado que había cosas que no le gustaban de él. Jorge tuvo que constatar que su cuerpo era prodigioso y que su cara podía ser la del mismísimo Maluma. ¡Maldita sea! ¿Es que acaso esa mujer estaba hecha de mármol?"

"'Los seres humanos somos contradicciones vivientes', repetía Juan Carlos para justificar la falta de coherencia entre su discurso y sus actos. Según confirmaba una y otra vez, todos los hombres que conocia eran iguales. No es que conociera a tantos hombres, sino que, para empezar, solía elegir de amigos a quienes -según había descubierto-
compartian su perspectiva y habían llegado a las mismas conclusiones que él".

"¿Por qué? Si la belleza y la juventud no podían ser determinadas por ciertos rasgos físicos ni por su ausencia, ¿en que residían? Si Luciano le debería su belleza algún pacto con el diablo, ¿quería eso decir que Andrés y Satanás compartían los mismos gustos? Y, si el diablo era el padre toda mentira, ¿cómo podía ser la belleza de Luciano tan real?"