Kate Lynnon's Blog

December 10, 2021

Obvio: Capítulo 16

Para sorpresa de todos, un melodioso relincho hizo ecos entre las nubes, que se separaron y dejaron paso a un rayo de esperanza y un poco sol. La lluvia se tornó en un hermoso arcoíris, y en el cielo azul intenso apareció otro unicornio alado. Este, no obstante, no era rojo y de aspecto amenazador, sino rosa y brillante, como si estuviera cubierto de purpurina. La criatura miró a nuestros héroes con una amplia sonrisa, se tiró un pedo que olía a lavanda y pastelitos de limón y les indicó con un gesto de cabeza que se subieran a su lomo.

Quizás ser la acompañante del Elegido™ no fuera tan malo después de todo, pensó Merisú por primera vez en su vida al tiempo que la cumbre se alejaba de ellos.

La siguiente parte es muy aburrida de narrar, así que voy a pulsar el botón de FF y saltar directamente a lo divertido. Después del chasco que se llevaron con el falso Kli Cheng, Obvio y Merisú pasaron un tiempo investigando si existía un Kli Cheng real, si la armadura argumental era un invento o no y esas zarandajas. En cuanto al tipo de Pitoburgo, podrían haber tratado de averiguar su identidad y encontrarlo para pedirle explicaciones y, tal vez, buscar venganza, pero nuestros héroes decidieron que lo más noble, heroico y sano era dejarlo pasar. Bueno, no en realidad lo dejaron pasar porque les daba mucha pereza. Tras un largo y arduo proceso de buscar información, sobornar a funcionarios del registro (no sé para qué, pero seguro que esa gente sabe algo), estudiar mapas del reino y viajes infructuosos, al fin descubrieron algo útil. Entenderéis por qué he decidido saltarme esos capítulos e ir al grano.

Resulta que el auténtico Kli Cheng no vivía en una cueva con su propia puerta y aldaba ni en una cabaña de madera en medio del bosque. Las descripciones de sitios son un muermo, así que paso de ponerme a imaginar su lugar de residencia. No es relevante, de todos modos, pues decidieron «atacarle» en el trabajo: nuestro amigo trabajaba como voluntario varias tardes a la semana en la biblioteca de Caguaguchi. Así al menos no habría que madrugar demasiado.

[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2374" width="538" height="358" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 538w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1076w, https://elretornodekate.files.wordpre... 150w, https://elretornodekate.files.wordpre... 300w, https://elretornodekate.files.wordpre... 768w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1024w" sizes="(max-width: 538px) 100vw, 538px" />Photo by Skitterphoto on Pexels.com

Pero lo más sorprendente no era eso. El tipo con el que se encontraron no era un anciano del equivalente fantástico a Asia, sino un jovenzuelo con dientes de conejo, gorro picudo azul estampado con estrellas y túnica a juego, gafas redondas de cristales gruesos y un flequillo castaño que se le colaba por detrás de estas. Más que de sabio, tenía pinta de estudiante de la academia de magia que llevaba años sin abandonarla. ¿Cómo podía ser que alguien así hubiera alcanzado la iluminación plena y supiera tanto como para poder orientar a nuestros héroes? Pues no tengo ni idea, pero al resto de autores de fantasía nadie les pregunta por qué todos los Elegidos™ que salvan al mundo son críos de dieciséis años.

Encontraron a Kli Cheng en el rincón más recóndito de la sala de lectura de la sección prohibida —por qué había una sala de lectura en la sección de los libros prohibidos permanecerá como misterio sin resolver—, medio doblado en dos por un ataque de estornudos debido a la nube de polvo que flotaba alrededor de su cara. Sin duda, provenía del grueso y antiguo tomo con el que estaba cargando a duras penas. Merisú, por supuesto, fue la primera en reconocerlo por comparación con la ficha policial arrugada que llevaba en su macuto, así que dio un codazo a Obvio para advertirle. El príncipe estaba enfrascado mirando las ilustraciones de un famoso libro del folclore tradicional llamado El caballero de la larga lanza. Cualquier momento es bueno para colar publicidad subliminal. Obvio asintió y ambos acortaron la distancia que los separaba de su objetivo, porque decir que fueron hasta donde estaba el tipo para hablar con él habría quedado demasiado simple.

—Disculpe, ¿es usted el famoso y sabio mago Kli Cheng? —lo abordó Obvio.

En medio de una ruidosa tos, el joven hechicero les hizo gesto de que esperasen con la mano y se sacó un inhalador de uno de sus bolsillos. Tras un par de pulverizaciones, dijo que sí con la cabeza.

—¿En qué puedo ayudaros?

—Estamos buscando información sobre la legendaria armadura argumental. Según apuntan los rumores, usted es la única persona en todo Genérico que sabe algo sobre el tema.

El muchacho frunció el ceño. La voz y la actitud que adoptó a continuación no encajaban en absoluto con la imagen que había transmitido hasta ahora.

—Sabía que este día llegaría tarde o temprano, pero no esperaba que fuera más bien lo segundo —dijo en tono dramático al tiempo que levantaba la barbilla y miraba al infinito.

—¿Y? ¿Nos va a poder decir algo o no? —se interesó Merisú al tiempo que pasaba el índice por el marco de una estantería y miraba la mancha de polvo que se había formado en la yema.

—Por supuesto, pero aquí no —respondió Kli Cheng.

—¿Por qué? ¿Cree que puede haber espías? —preguntó Obvio asustado.

—No. Este sitio no es lo bastante épico para anunciar algo así. Seguidme.

El lugar, al que los condujo a través de una empinada escalera de caracol ascendente en el interior de una torre, era una especie de despacho de suelo negro y resplandeciente de piedra, adornado con círculos de runas, en el que lo único que había era una columna rocosa en el medio. Sobre esta reposaba una bola de cristal con rayos en su interior que, al tocarla, te ponía el pelo de punta. Pero esta era mágica, no de ciencia. Obvio la señaló con el dedo.

—¿Para qué sirve ese cacharro?

—No tengo ni la menor idea. Pero queda muy místico, ¿verdad?

Ante la poca acogida que tuvo el comentario —tanto Obvio como Merisú habían arqueado una ceja con gesto de incredulidad—, Kli Cheng se colocó el puño delante de la boca para carraspear y cambió de tema.

—Decidme, ¿qué queréis saber de la armadura argumental?

—Todo. —Obvio comenzó a enumerar con los dedos—. Si es real o no, qué aspecto tiene, cómo podremos encontrarla, a qué clase de retos y dificultades deberemos enfrentarnos para ello…

—¿De qué estás hablando? —interrumpió el sabio.

—Lo que mi compañero quiere decir —intervino Merisú— es que un impostor que estaba suplantando su identidad…

—¿La mía o la suya?

—La suya.

—¿La de Obvio?

—No, la suya. La de Kli Cheng. La tuya.

—Ah, entiendo. Prosigue. —El mago se cruzó de brazos.

—El impostor nos dijo que existía una poderosa armadura argumental que protegía de cualquier mal a quien la llevase —explicó Merisú—. Y como mi compañero es el Elegido™ para traer la gloria al reino de Genérico, le vendría muy bien tener algo así en su poder. Pero, al parecer, para obtenerla deberíamos pasar varias pruebas para demostrar nuestra valía.

Apenas había pronunciado la última palabra cuando Kli Cheng estalló en carcajadas. Se rio tan fuerte que tuvo que doblarse otra vez. Se le cayó el gorro picudo al suelo y tuvo que sujetarse con una mano de la bola mística, gesto que le hizo ganarse un nuevo peinado. Merisú y Obvio se miraron entre sí y aguardaron pacientemente a que terminase el ataque de risa.

—¡Ay, por favor! —Kli Cheng se secó una lágrima—. El tal Impostor os la jugó pero bien. ¡Qué liante!

—Ya, eso está claro. —Merisú puso los ojos en blanco. Empezaba a perder la paciencia—. Por eso hemos acudido a usted, para averiguar la verdad.

—Y habéis acudido al lugar adecuado.

El mago volvió a ponerse serio. Antes de comenzar a hablar, recogió su sombrero del suelo y se lo puso, no sin antes colocarse bien el cabello. Tosió una vez más.

—No, no hay que realizar ningún tipo de prueba para obtener la armadura argumental. De hecho, lo primero que debéis saber, jóvenes aventureros, es que la armadura argumental no es una armadura en el sentido más tradicional de la palabra.

Obvio y Merisú intercambiaron una mirada significativa. La de Merisú era de alerta, pues se temía que lo que venía a continuación no les iba a causar más que problemas; la de Obvio, una mezcla de sorpresa e indignación porque un muchacho enclenque como Kli Cheng se hubiera dirigido a ellos como «jóvenes aventureros».

—De hecho —el mago repitió de nuevo el mismo conector—, la armadura argumental ni siquiera es corpórea. Por lo tanto, no se puede buscar ni encontrar en ningún sitio: o se tiene o no se tiene. Es un concepto, una metáfora.

—¿Una metáfora? —exclamó Obvio aterrado—. ¡Oh, no! Mi padre me dijo que me alejase de ellas. Son peligrosas y te inyectan veneno si te pican.

—No, eso son las mantícoras. Pero las metáforas también pueden ser peligrosas y tóxicas si se emplean en exceso. A todo esto, ¿de qué estábamos hablando?

—De la armadura argumental —contestó Merisú.

—¡Ah, cierto! Como os decía, la armadura argumental no es como el arma mística de Odar Dauk, la Espada Esmeralda ni el Santo Grial, uno de esos objetos que puedas obtener simplemente al completar con éxito una misión.

—¡Por las barbas de Ringarius! ¿Qué está intentando decir, señor? —se alarmó Obvio.

Con una sonrisa solemne y algo condescendiente, Kli Cheng apoyó una mano sobre el hombro de Obvio. Teniendo en cuenta que el príncipe le sacaba una cabeza incluso con el cucurucho puesto, la imagen era muy cómica.

—Hijo mío, si de veras eres un Elegido™, no necesitas buscar la armadura argumental en ninguna parte. Esta ha formado parte de ti desde siempre. La llevas dentro. No podrías quitártela ni aunque quisieras.

Obvio se volvió hacia su compañera de aventuras.

—¿Has oído eso, Merisú? ¡Me llamado «hijo mío»!

—¿Y eso es todo lo que has sacado de su discurso? —se exasperó Merisú, aunque no podía contener una sonrisa de entusiasmo. Era una mezcla extraña—. ¡Te está diciendo que ya has cumplido tu misión! ¡Que ya no tienes que hacer nada más! Ya puedes dedicarte a emborracharte y comer alitas en El buitre feliz y hacer tus cosas de Elegido™ tranquilamente. Y lo mejor de todo es que ya no necesitas mis servicios.

—Ah, no, eso no funciona así —corrigió Kli Cheng—. Pase lo que pase, tú tendrás que acompañarlo en todas y cada una de sus aventuras. Lo dice el dios Guion, dueño de todos los destinos.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 10, 2021 07:29

December 7, 2021

Fragmento: Hazme un muñeco de nieve (Parte 2)

¿Y si hago que el oso de nieve cobre vida?

He visto que en mi libro hay un hechizo para hacer que un objeto inanimado pueda moverse durante un rato. Controlado por el mago, claro. Seguro que a Lily le haría ilusión ver bailar a su osito, mucha más que el puzle que Carmen me ha obligado a regalarle estas navidades. Es una obsesa de los juguetes educativos. En teoría, no debería hacer magia delante de gente que no está «en el ajo», pero dudo que nadie crea a una niña de siete años si va por ahí contando locuras de montones de nieve andantes. Además, tiene toda una vida por delante para superar el trauma y convencerse de que solo fue un sueño.

—Pues si no necesitamos la zanahoria, voy a ponerla en su sitio —anuncio.

Antes de hacerlo, voy corriendo por mi bolso y saco el libro. Lo tengo envuelto en una funda de piel que compré en el mercado medieval, con una etiqueta adhesiva en la que pone «Estadística Avanzada». La gente —sobre todo mi querida hermana— me haría muchas preguntas incómodas si viera la portada real, con sus símbolos místicos y su letra gótica en dorado. Hojeo hasta encontrar el hechizo en cuestión, pongo el dedo para no perder la página y me dirijo a la cocina. No solo por meter la zanahoria en la nevera, sino porque es la única habitación de la casa a la que Lily tiene la entrada terminantemente prohibida. Me esconderé ahí para hacer mi magia.

Parece que no es un conjuro normal y corriente, sino un ritual. ¡Qué raro! No son muy habituales en la magia general; manipular el espacio-tiempo suele requerir acciones más inmediatas. Va a ser algo más complejo de lo que yo pensaba, lo cual implica dejar a Lily sola un ratito. Bah, tampoco creo que en cinco minutos se vaya a meter en problemas. Ya es mayorcita.

Repaso las instrucciones y la lista de ingredientes. Por suerte, creo que tengo todo lo que necesito aquí: tiza, cuatro velas, un puñado de tierra del jardín, un cristal de cuarzo y una gota de sangre. Me alegro de haber hecho caso a mi mentor y haber cogido la costumbre de llevar siempre conmigo los colgantes con propiedades místicas. Eso me soluciona lo del cuarzo. Respecto a lo demás, digo yo que a las fuerzas sobrenaturales no les importará que las velas tengan un relajante aroma a melocotón y lavanda ni que la tiza sea la de color rosa de la pizarra de Lily.

Preparo todo lo más rápido que puedo y releo los pasos al tiempo que los sigo. Dibujar una cruz con la tiza. Colocar una vela en cada punta y el cristal en el medio. Espolvorear la tierra por encima y recitar la primera parte. Ahora viene lo feo: hacerme un corte en la palma de la mano y derramar una gota de sangre a la vez que recito la segunda parte. No me hace mucha gracia lo de autolesionarme y todavía me pregunto qué tiene eso que ver con el espacio y el tiempo, pero toda magia tiene sus riesgos. Si hacerme un poco de pupa es el precio por llegar a ser una gran hechicera, lo pago gustosa. Nada que no solucione una tirita con dibujitos de animales.

Contengo el dolor y aparto la mirada de mi propio fluido vital mientras pronuncio el final de la letanía. Me decepciona ver que no ocurre nada. Esperaba al menos un fulgor, un ligero temblor bajo mis pies, una pequeña explosión… Me envuelvo la mano en papel de cocina a falta de algo mejor y me asomo al jardín. El muñeco de nieve continúa en su sitio. Lily no está.

[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2392" width="653" height="434" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 651w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1302w, https://elretornodekate.files.wordpre... 150w, https://elretornodekate.files.wordpre... 300w, https://elretornodekate.files.wordpre... 768w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1024w" sizes="(max-width: 653px) 100vw, 653px" />Photo by Brett Sayles on Pexels.com

¡Mierda! Espero no haber vuelto a convertirla en algo por accidente.

—¿Lily? —la llamo a voces.

No contesta. La busco por todo el jardín, en el salón, en el baño de abajo. Tor levanta la cabeza para mirarme como preguntándome «¿Qué demonios haces corriendo de un lado a otro, humana?» y luego sigue con su siesta en el sillón.

Al final, me la encuentro en su cuarto con un cuento para colorear y sus prendas de abrigo tiradas por el suelo. ¡Cagüendiosla! No sé si siento más alivio o ganas de darle una colleja.

—Te estaba llamando, ¿por qué no me has contestado?

—No te oí —contesta sin apartar la vista de su dibujo para mirarme.

Pequeña capulla mentirosa. Es imposible que no me haya oído con la de veces que he gritado su nombre. Seguro que eso no se lo hace a su mamá.

—Oye, y si tantas ganas tenías de jugar con tu muñeco de nieve, ¿qué haces aquí?

—Me aburrí.

En fin. Me agacho para ponerme a su altura y le digo:

—Ya es hora de merendar. ¿Por qué no recogemos el abrigo y lo demás y bajamos a picar algo?

—Recógelos tú.

Eso seguro que sí que no se lo dice a su mamá. Resignada, pues sé que si no lo hago, seré yo quien se la cargue con todo el equipo, cuelgo el abrigo, el gorrito y la bufanda del perchero de colorines que hay en el rincón. A lo mejor ahora que está más tranquila puedo estudiar y, de paso, echar otro vistazo al hechizo para ver en qué ha fallado.

Un estruendo de cristales rotos nos sobresalta. Bajo los escalones de dos en dos, lista para echarle la bronca a Tor, que sin duda ha vuelto a hacer de las suyas. Como se haya cargado el jarrón favorito de Carmen, soy mujer muerta. Solo espero que…

Mi pensamiento se ve interrumpido por lo que me encuentro en el piso de abajo. La buena noticia es que Tor no ha hecho nada.

La mala es que es algo mucho peor.

Un oso polar. Un maldito oso polar. En el salón de mi hermana. Y encima acaba de cargarse el ventanal que da al patio.

Tor huye con el lomo erizado y se esconde debajo del belén. El bicho suelta un rugido y empieza a dar vueltas como un loco por toda la sala. A tomar por saco la botella de licor de hierbas. Y un par de pastorcillos. Y la tele al suelo.

Si no lo paro, destrozará todo. Y, lo que es peor, mi hermana me asesinará. Temblorosa doy un paso al frente con la mano extendida.

—¡Quieto!

Se supone que, si lo he creado yo, debería obedecerme. Le miro a los ojos. Él me mira. Por un momento, se queda quieto.

Y después echa a correr sobre sus cuatro patas, directo hacia mí.

Huyo entre maldiciones como alma que lleva el diablo, y cruzo los dedos porque no sepa subir escaleras. Me da que no ha habido suerte. ¿Qué esperaba? Esos animales están acostumbrados a moverse por montañas, condiciones climáticas extremas y otros entornos mucho peores. ¿Qué son unos peldaños comparados con eso?

Lily asoma la cabeza por la puerta de su dormitorio. Al ver a la bestia pega un chillido de terror.

—¡Tía Sonso! ¿Qué es eso?

—¡Un reno de Santa Claus!

No puedo evitarlo: cuando estoy acojonada me sale la vena sarcástica. Entro a empujones en el cuarto de Lily y cierro detrás de nosotras. Rápidamente, empujo el tocador de Lily para bloquear la puerta, que tiembla con cada golpe del oso. Un rugido de furia resuena al otro lado. Recorro la habitación con la mirada en busca de algo, cualquier cosa: una arma, una manera de escapar, un escondite… Corro hasta la ventana y miro hacia abajo. Saltar sería una locura, por muy blandita que pueda estar la nieve. Tal vez si pudiera hacernos levitar hasta ahí…

Estallido de cristales rotos. El espejo del tocador acaba de hacerse pedazos. Lily se pone a llorar. Tengo que hacer algo, y rápido. ¡Maldita sea! ¿Por qué me he tenido que dejar el libro de magia en la cocina? Seguro que habría algo que pudiera sacarnos del apuro.

Esta historia (que es una de las pocas cosas de temática más o menos navideña que tengo) es continuación de esta otra. Me pareció que sería poético terminar el año con la misma historia con la que lo empecé, pero… ¡ojo! ¡Aún no está terminada! No sé si las aventuras de Sonsoles verán la luz en algún momento, pero tal vez decida ser maja y publicar la continuación por aquí. Hasta entonces, si queréis más de Sonsoles, ya sabéis dónde encontrarla.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 07, 2021 02:31

December 4, 2021

7 maravillas que he descubierto este año (Edición 2021)

Me gustó tanto hacer esto el año pasado que tenía que repetirlo este. Sí, ha regresado esa entrada que parece venir de la nada en la que hablo de un poco de todo, de cosas que se alejan algo de las temáticas habituales de este blog. Puede que esta no me quede tan variada y curiosa como la de 2020, pero espero que la disfrutéis igual. No le veo sentido a alargar más esta introducción, así que entremos en materia.

Trufa[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2383" width="364" height="272" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 364w, https://elretornodekate.files.wordpre... 725w, https://elretornodekate.files.wordpre... 150w, https://elretornodekate.files.wordpre... 300w" sizes="(max-width: 364px) 100vw, 364px" />Photo by Pixelme Stock Photography on Pexels.com

No, no me refiero al chocolate, sino a las carísimas y codiciadas setas. Supongo que este primer apartado es la continuación natural de uno de los descubrimientos del año pasado. Desde que me aficioné a La mafia se sienta a la mesa, me enganché de mala manera a la trufa, uno de los denominadores comunes de algunos de sus mejores platos. Ya sabía de antes que me gustaban las cosas con sabor a trufa, pero por culpa de estos italianos se ha convertido en poco menos que una obsesión. Casi agradezco no saber cocinar ni haber conseguido encontrarla en ninguna parte, pues no sé cómo podría acabar esto si pudiera comerla con relativa frecuencia en lugar de estar limitada a una vez al mes con suerte…

Ciertos canales de YouTube

Uno de mis guilty pleasures o pérdidas de tiempo favoritas últimamente consiste en jugar a un juego estúpido (2048, el de colocar bolitas de colores en diferentes viales…) mientras escucho de fondo vídeos de YouTube. En ocasiones me vale con simplemente canciones que me gustan, pero otro nivel se ha revelado ante mí: escuchar análisis de series, películas y tropes o incluso consejos de escritura mientras juego. Resulta muy inspirador e incluso instructivo.

Lo sé, suena masoquista teniendo en cuenta mi relación con los consejos de escritura, pero en ocasiones me resultan incluso estimulantes. Tal vez sea un efecto secundario de haberme distanciado algo de ese mundillo. En cuanto a este último tipo, recomiendo sobre todo a Jenna Moreci y Terrible Writing Advice. Jenna Moreci me resulta simpática por su sentido del humor, por esos momentos en los que se enfada y hasta suelta tacos al hablar de sus clichés más odiados. Terrible Writing Advice, por su parte, es exactamente lo que parece: anti-consejos para escribir. Se trata de un canal de humor en dibujos animados que te enseña cómo hacer las cosas mal para que puedas evitarlo… o no, también ha sido una gran fuente de inspiración para Obvio.

Del otro tipo de canales de YouTube podría nombrar muchísimos, ya que soy un poco promiscua en ese sentido. Igual me da por escuchar a Pop Culture Detective desgranando la visión de la masculinidad que promueven ciertas series y películas que lloro de la risa con los comentarios de One Hit Wonderland sobre grupos y cantantes que solo tuvieron un éxito en toda su carrera. Por lo tanto, me centraré en mis dos sospechosos más habituales: The Take y Overly Sarcastic Productions. The Take es obra de Susannah McCullough y Debra Minoff, dos amigas que, a través de diferentes ejemplos, se dedican a estudiar la evolución de ciertos estereotipos del cine y la televisión: la malvada madrastra, el amigo gay, la fórmula de las comedias románticas… En algunas ocasiones, también se centran en un personaje en concreto o en el verdadero mensaje que transmite una serie o película. Por ejemplo, tienen vídeos sobre qué representa Matrix o sobre por qué Ross de Friends no es un modelo a seguir. Overly Sarcastic Productions sigue una tónica similar, pero se centra sobre todo en tropes como puedan ser los dragones, los detectives o las subtramas amorosas. Un personaje de dibujos animados que habla muy rápido y tiene un sentido del humor muy peculiar te explica en qué consisten esos elementos, te muestra ejemplos famosos (sobre todo de series) y termina por analizar las posibilidades que ofrecen en la escritura. Esa es mi sección favorita del canal, pero también tienen otras muy interesantes en las que resumen obras clásicas en dibujos animados o te cuentan mitos de diferentes culturas.

Samsung Galaxy Tab S6 Lite

Siempre me costó entender el interés de las tablets. Aunque mi madre tiene una y a veces la tomo prestada cuando voy de visita en vacaciones, nunca me había apetecido tener una propia. ¿Para qué querría alguien un trasto así cuando puedes hacer lo mismo en un portátil o incluso un teléfono móvil? Además, escribir en ellas es tan incómodo…

Pero todo cambió cuando la Nación del Fuego atacó una de mis compañeras me enseñó algunas de sus posibilidades para mi trabajo del día a día. Sobre todo, me llamaron la atención ciertos programas para llevar registro de las actividades en clase y calcular calificaciones y el poder corregir las redacciones que me envían mis alumnes con un lápiz óptico sobre la pantalla. Recordemos que aún seguimos (por desgracia) en época de COVID y, cuantas más cosas podamos hacer en digital en vez de en papel o de forma presencial, mejor. Por otro lado, ese asunto también se juntó con mi creciente interés por hacerme con un e-reader, impulsado por dos de mis más queridas cylconitas.

Así que, cuando llegó mi cumpleaños, decidí autorregalarme la Samsung Galaxy Tab S6 Lite, pues había leído buenas reseñas y era una de las que venían con el famoso lápiz. Sé que aún no he explorado ni la mitad de lo que ofrece, pero estoy muy contenta con esta adquisición. Además de poder corregir tareas en cualquier parte y acudir a reuniones online desde cualquier punto de mi casa sin molestar a nadie y sin que me molesten —es mucho más cómoda para esas cosas que el portátil—, me he divertido mucho jugando con ciertas aplicaciones para dibujar y colorear que vienen instaladas por defecto. Estoy deseando estrenar el programa de lectura de libros electrónicos que me descargué.

Pollofres

Sí, es exactamente lo que parece. La comida ataca de nuevo.

Este verano me topé con una noticia que decía que iban a abrir un local en mi ciudad llamado La pollería, cuya especialidad son gofres con forma de pene cubiertos de chocolate. Sé de alguien a quien le encantan los gofres, y el que esa cadena esté tan ligada al colectivo LGBT+ aumentó aún más mis ganas de probarlos, así que fui en cuanto pude. Debo decir que resultan un poco pesados y que manchan mucho, así que no es buena idea comerlos muy de seguido. Y no todos los tipos de chocolate que usan están igual de ricos. No obstante, hay que probarlos al menos una vez en la vida y recomiendo muchísimo la experiencia: los dependientes de La pollería se meten tanto en el papel que las risas están aseguradas. La explicación de cómo pedir y comer los pollofres es divertidísima, llena de juegos de palabras de contenido sexual. Para que os hagáis una idea, cuando te sacan el datafono para pagar con tarjeta te preguntan: «¿Me la metes o me la restriegas?» Si tenéis tan poca vergüenza como yo, lo pasaréis muy bien.

Brooklyn Nine-Nine

La he mencionado recientemente en otra entrada, así que no me extenderé mucho. Había oído muchas maravillas sobre esta serie y sus personajes. Incluso había visto algún capítulo, pero no debieron de pillarme en el momento adecuado, así que se quedó en mi lista de pendientes durante varios meses. Hace poco, al encontrarnos sin saber qué ver, decidimos darle una oportunidad y no nos arrepentimos en absoluto. Peralta, Santiago, Díaz, Holt y compañía ya forman parte de nuestro círculo de amistades y estoy deseando empezar la séptima temporada, que acaba de estrenarse en Netflix.

Sims 4: Vampiros

Podría poner cualquier título de Los Sims 4 en esta lista y encajaría igual de bien, pues me ha dado muy fuerte con ese juego. Desde que salió la primerísima edición cuando yo era una cría, supe que me gustaría, y las versiones posteriores no han hecho más que mejorar. Aunque hay quien dice que Los Sims 3 era mucho mejor que Los Sims 4, y es posible que tengan razón.

Ya he dicho repetidas veces que no soy en absoluto gamer, pues tiendo a perder el interés muy rápido en la mayoría de videojuegos y solo me gustan determinados géneros. Por ejemplo, los shooters nunca me han resultado nada atractivos y me desespero enseguida con los que son competitivos, sobre todo por el ambiente tóxico que los suele rodear. En cambio, tengo una gran afinidad con los juegos que ofrecen mucha libertad y oportunidades creativas; de ahí que Minecraft y, por supuesto, el que da título a este apartado sean dos de mis favoritos indiscutibles.

Pero vayamos a lo concreto: ¿por qué, de todas las expansiones que hay —que son muchas y no precisamente baratas, hay que reconocer que este juego es un sacacuartos de mil demonios—, he escogido Vampiros? Veréis: a mí no me gustan los vampiros. Ese siempre ha sido uno de mis momentos shame, una mancha en mi historial de gótica en el armario y amante de la fantasía.

O, mejor dicho, no me gustaban.

Tuve mi fase de enamorarme de esa estética y de las ilustraciones de Victoria Francés, como toda adolescente, pero una vez salí de eso, en parte por culpa del boom de Crepúsculo y compañía, acabé incluso cogiéndoles manía. Pero desde que vi el primer gameplay en YouTube de Sims 4: Vampiros, supe que lo necesitaba. Me fascinan las casas de Forgotten Hollow, los atuendos de inspiración victoriana que vienen con este pack de contenido y el juego que dan les vampires. Es genial eso de llevar un personaje que no envejece, no muere, no pierde tiempo cocinando y solo necesita dormir o meditar ocasionalmente. Imagina la cantidad de cosas que puedes hacer con elles. Además, el que puedan evolucionar y aprender a usar nuevos poderes te da la sensación de tener un propósito que a veces se echa en falta a Los Sims.

Puy Du Fou

Como siempre, dejamos la guinda del pastel para el final. La última primavera mi hermana me envío un vídeo muy curioso. En él, unos youtubers especializados en parques temáticos reseñaban un lugar llamado Puy Du Fou, situado a las afueras de Toledo. En ese momento supe que ya tenía planes para este verano.

Pero ¿qué es Puy Du Fou? No es ni más ni menos que un parque temático de historia que originariamente surgió en Francia y ahora ha abierto su primera sucursal en España. Así dicho puede sonar extraño e incluso aburrido, pero es una auténtica maravilla. Si os gustan los mercados medievales, Puy Du Fou os encantará, pues es una idea parecida pero mejor hecha. En este caso, nos encontramos con varias villas o poblados medievales muy bien ambientados y con actores caracterizades de la época. Por supuesto, en todos ellos encuentras tiendas y tabernas en las que comer y beber algo, pero esas no son las principales atracciones. En este parque no encontraréis montañas rusas ni carruseles, pero sí unos espectáculos de infarto sobre diferentes personajes de la historia de España: la exhibición de aves y cetrería del rey moro, un resumen teatralizado del Poema de Mío Cid, las travesías de Colón, un pregonero con mucho humor… Todos ellos van acompañados de teatro, música y danza, efectos especiales, alguna que otra exhibición de esgrima y hasta caballos. En definitiva, una manera de acercar la historia al público y convertirla en algo vistoso y emocionante. Merece cada euro que cuesta la entrada.

Eso sí, no recomiendo ir en verano. Aunque hay numerosas duchas o «estacas de aguador» colocadas a cada pocos metros para que puedas refrescarte, el calor de Toledo en esa época del año es doloroso. Y lo dice alguien a quien le gustan el sol y el verano tanto como a las plantas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 04, 2021 03:19

December 1, 2021

Hispacon 2021: Creando mundos y revelando curiosidades

Salamanca ha sido una de las microsedes de la Hispacon de este año, que tuvo lugar el tercer fin de semana de noviembre, y eso se tradujo en un par de días bastante interesantes. No solo me brindó la oportunidad de reencontrarme con mis compañeres cylconitas, que habían venido a visitarnos especialmente para la ocasión, sino que además participé en dos eventos: por un lado, una charla sobre creación de mundos con dos titánides de la literatura fantástica y juvenil; por el otro, la primera presentación online de Revelaciones.

El sábado 20 de noviembre a mediodía, Victoria Álvarez, Ana Roux y yo nos encontramos en Shogun, la mejor tienda friki de Salamanca, para hablar de creación de mundos; en otras palabras, eso que en los círculos de escritores se conoce como worldbuilding. Beatriz Alcaná, otra cylconita que también es redactora en La Avenida de los Libros, fue la encargada de presentarnos, y lo hizo de maravilla, con preguntas que daban muchísimo juego. Fue muy divertido compartir espacio con dos escritoras tan frikis, entusiastas y cercanas. También lo fue ser la nota discordante, pero esa parte me la reservo para otra entrada. No solo comentamos nuestros procesos para ambientar las novelas, bromeamos sobre los «agujeros negros» en los que puedes acabar metida mientras te documentas y buscas inspiración y homenajeamos a nuestros universos favoritos creados por otres autores. Aunque, al parecer, el sonido del local no era muy bueno, podéis ver la parte que se retransmitió de la charla aquí. Digo la parte que se retransmitió porque solo nos permitieron unos cuarenta minutos, pero nosotras cuatro estuvimos charlando un ratito más. Además, hubo sorteo y firma de ejemplares. Yo, por desgracia, no pude firmar muchos, ya que resulta que… ¡Revelaciones está agotado! Y eso que no hace ni un mes que vio la luz.

Al día siguiente, a las 11.30, Madame Eloise, Edith del Campo y yo nos reunimos con Francisco Tapia-Fuentes Sanguino, editor de Con Pluma y Píxel, para hablar de Revelaciones. En este caso, el encuentro fue solo virtual, desde nuestros hogares. Fue bastante más breve que la presentación en Santos Ochoa, pero no por ello menos intenso. De nuevo, se habló de juegos de escritura, de crear a seis manos y de pezones dorados. Ese relato me perseguirá para siempre. Hubo muchas risas, algún que otro comentario peliagudo y, al igual que en nuestra antología, mucha variedad. Podéis ver la presentación entera en este enlace.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 01, 2021 08:03

November 28, 2021

7 unpopular opinions sobre música

No existe un mes del año más impopular que noviembre. Al menos en mi cabeza. Por lo tanto, ¿qué otra entrada musical podía encajar mejor con él? Normalmente, prefiero invertir mi tiempo y energía en emocionarme con las cosas que me gustan y compartirlas con les demás; sin embargo, un poco de mala baba también viene bien de vez en cuando, y eso es lo que voy a hacer ahora mismo. He venido a contaros, sin seguir ningún orden concreto, las opiniones sobre música por las que más de une querrá gritarme, tirarme una botella como si fuera Justin Bieber o simplemente decirme que no tengo ni puta idea. Bueno, en realidad yo creo que muchas no son para tanto, pero es más divertido crear hype.

Estimades lectores, abróchense los cinturones: hoy toca despotricar. Y mucho. Y tengo para todes.

Disclaimer: Este es mi blog y me lo follo cuando quiero.

[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2365" width="415" height="622" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 415w, https://elretornodekate.files.wordpre... 830w, https://elretornodekate.files.wordpre... 100w, https://elretornodekate.files.wordpre... 200w, https://elretornodekate.files.wordpre... 768w" sizes="(max-width: 415px) 100vw, 415px" />Photo by Anete Lusina on Pexels.com1. No me gusta la música en español

Sorry not sorry. Existen algunes artistas de habla hispana por les que siento respeto e incluso una cierta admiración pero, en general, prefiero mil veces la música en inglés, tanto para cantarla como para escucharla. Y me da igual que me llamen esnob o me digan que tengo complejo de inferioridad por ello. El español es un idioma muy interesante y es genial para escribir, pero no es de los más musicales. Tiene sonidos que pueden resultar hasta agresivos, palabras largas y difíciles (vale, sí, el alemán es mucho peor en ese sentido) y una acentuación y separación silábica demasiado definidas que dificultan jugar con los ritmos y melodías. Por lo tanto, a) no me suena bien y b) es complicadísimo escribir letras decentes. Como fanática de las letras de canciones, esto último hace que la música en español pierda muchos puntos para mí. 

2. Existen miles de vocalistas mejores que Freddie Mercury

Cada vez que oigo que Freddie Mercury es el mejor cantante de toda la historia o que versionar las canciones de Queen debería estar prohibido a no ser que quien las cante sea menos que un semidiós, pongo los ojos en blanco con tanta fuerza que veo el interior de mi propio cráneo. NO. ES. PARA. TANTO.

Si es por tener un timbre especial, existen miles de voces con tanta personalidad como la de Freddie. Todes las conocemos, pero por algún motivo no reciben esa especie de veneración extrema. A Dolores O’Riordan, por ejemplo, se la reconoce con que pronuncie dos sílabas y nadie va por ahí diciendo que hacer covers de The Cranberries es un crimen. Pero bueno, supongo que las voces femeninas y masculinas juegan en ligas diferentes y no se las puede comparar. Si se trata de registro o técnica, después de haber oído en directo lo que es capaz de hacer Michael Kiske, a mí que no me jodan. Y estoy convencida de que, como él, muchos más, empezando por los que se dedican a la ópera. Lo que pasa es que no los conocemos aún, o tal vez no se hicieran tan famosos.

Por cierto, a mí la voz de Freddie Mercury no me resulta muy distinta de la de Klaus Meine (vocalista de Scorpions) o la de Max Bacon. Sí, sé que a este no lo conoce ni dios, pero precisamente esto refuerza mi teoría de que hay muchos talentos que, por un motivo o por otro, no se han descubierto aún.

3. Me gusta Måneskin, pero…

Ya hablé en su momento de que «Zitti e buoni» me parece un temazo y que yo fui una de las que fangirlearon cuando esta banda de yogurines ganó Eurovisión. Me alegró un montón ver que aún quedan artistas que siguen manteniendo vivo el rock, pero… hay un par de cosas que me cabrean de su éxito.

En primer lugar, saber que salieron de un reality-concurso musical de la tele italiana ya me hace desconfiar. Odio ese tipo de programas y lo que sale de ellos. No es ya solo por lo injusto que me parece que haya músiques y cantantes que llevan años currándoselo sin recibir nada de reconocimiento y que luego les participantes de estos programas se hagan superfamoses en tres meses, sino por cómo funcionan estos concursos. No sé si en Italia será diferente, pero si os fijáis, todos los retoños de Operación Triunfo y similares SON JODIDAMENTE IGUALES.

(Ya no podía aguantarme más las ganas de usar las mayúsculas en esta entrada)

Sí, todes son gente joven que encaja perfectamente en los cánones de belleza, con voces parecidas y cantan más o menos los mismos géneros. De cuando en cuando, te meten la excepción que confirma la regla para parecer más inclusivos, sobre todo si la criatura en cuestión tiene una historia lacrimógena detrás. Y si resultan tener algo distintivo o un poco más de personalidad, se la machacan y reprimen hasta convertirles en un clon más.

Por otro lado, volviendo a Måneskin, me fastidia el putiferio que se traen. Que sí, que todos los miembros del grupo están de muy buen ver y eso siempre se ha aprovechado mucho en el mundo del espectáculo, pero para ver gente guapa liándose todes con todes prefiero el porno. Soy la primera que apoya la libertad sexual y aplaude a quienes derriban las puertas del armario de una patada, pero me repatea que se emplee la sexualidad como una estrategia de marketing. Y esto último es especialmente sangrante cuando se juega a la ambigüedad. No sé si esta gente en concreto pertenece al colectivo LGBT+ —si lo son, bien por elles—, pero lo último que necesitamos es más queerbaiting

Ah, y por cierto, Ethan Torchio me parece mil veces más atractivo que Damiano David. Ya está, ya lo he dicho.

PD. Querida gente de Europa FM: Menos poner «Beggin’», que ni siquiera es suya, y más poner «I Wanna Be Your Slave».

4. Las letras de canciones están terriblemente infravaloradas

Soy lingüista, ¿qué le voy a hacer? Incluso en su propio idioma, la mayoría de la gente solo se fija en la melodía, el ritmo y, en algún extraño caso, la instrumentación. A mí eso me parece un terrible error, pues la letra forma parte del mensaje tanto como el acompañamiento musical. De ahí que hoy en día tengan éxito canciones que no hablan más que de follar, tomar drogas y salir de fiesta. O una combinación de varias de ellas. Y no, no me refiero solo al reggaetón. Por desgracia, hay muchos más géneros que pecan de esto mismo.

El sexo y el llamado ocio nocturno no son malos per se, pero a mí me resulta preocupante que se los trate como si fueran los únicos objetivos en la vida de todo ser humano. Sé que sonará a cascamiento de rabias digno de los boomers más boomers del boomerverso, puede que incluso conspiranoico, pero creo que esto está haciendo polvo a las generaciones más jóvenes. Lo que escuchamos, al igual que lo que vemos y leemos, afecta a nuestra forma de ver el mundo. Todo eso se queda grabado en nuestro subconsciente y condiciona nuestra manera de pensar y actuar, queramos o no. ¿Qué clase de futuro le espera a alguien que crece oyendo que ir a la discoteca, ponerse hasta las cejas y acostarse con la primera persona que se le ponga por delante es lo único que vale la pena en la vida? Además, debemos tener en cuenta que esas canciones —de nuevo, esta crítica no va dirigida a un género musical en concreto— se hacen famosas porque están en todas partes: las emisoras de radio las ponen a todas horas, suenan en los bares y cafeterías, aparecen en televisión… Cualquiera diría que son lo único que hay, y me asusta que sea así, que quienes quieran algo distinto tengan que esforzarse por encontrarlo.  

5. Adele me aburre soberanamente

Me encanta que alguien con un físico no normativo (aunque, por supuesto, ya se encargaron de «arreglarla») y que es famosa por ser un tanto malhablada haya tenido éxito. Reconozco que su voz es muy interesante, aunque no encaje dentro de mis preferencias (ya lo explicaré más adelante). Sin embargo…, no soporto las canciones de Adele.

[image error]

Excepto «Rolling in the Deep», que tiene una cierta fuerza, todos sus otros éxitos me parecen deprimentes y melodramáticos en exceso. Y sí, incluso aunque no entendiera la letra, desde el punto de vista estrictamente musical, los considero un absoluto aburrimiento. No me gustan nada los grupos y artistas que solo saben transmitir una única emoción, sobre todo si esa emoción es tristeza. Es el mismo problema que tengo con, por ejemplo, Evanescence. El mundo real ya es lo bastante desolador como para querer más de eso cuando escucho música.

Oh, y no me hagáis hablar de «Someone Like You». Ese tema me da vergüenza ajena. Si se trata de enterarte de que tu ex, de quien todavía sigues colgada, ha rehecho su vida y es feliz, prefiero mil veces este otro:

6. Los trve metalheads deben morir

Por si alguien no se ha enterado todavía, me encanta el metal. La mayor parte de lo que me gusta escuchar encaja en uno u otro de sus miles de subgéneros. Lo que no soporto es la gilipollez el elitismo que tanta presencia tiene entre la comunidad metalera.

Es muy típico de los fans de este estilo —sea el subgénero que sea— el creerse superiores a los demás. ¿Reggaetón? ¿Pop? ¿Rock de toda la vida? Bah, todo eso es mierda. Lo único que vale la pena es lo que escuchan ellos, y el uso del masculino genérico en este párrafo no es accidental. Como máximo, no te mirarán por encima del hombro si dices que prefieres la música clásica o, quizás, el jazz, pues esos géneros se consideran de gente culta. A mí, personalmente, me parece que esa clase de comentarios lo único que demuestran es una mente muy cerrada y mucha arrogancia. Todes tenemos nuestras preferencias, y yo misma reconozco que el metal me gusta y me transmite mucho más que el pop o el dance, pero considero que todos los estilos musicales tienen algo que vale la pena. Por ejemplo, siempre he sido muy escéptica en cuanto a la música electrónica, pero después de haber «coqueteado» con ella, he podido comprobar que requiere tanta creatividad y tantos conocimientos de armonía y ritmo como cualquier otro estilo. La variedad es, en mi opinión, lo que te hace desarrollar un buen criterio.

Por otro lado, cerrarse en banda a un solo género y despreciar todos los demás me parece de imbéciles triste, pero las «rivalidades» entre los propios subgéneros del metal  me ponen aún más enferma. No, Manolo, que me gusten el power y el symphonic muchísimo más que el metal extremo no es porque me esté «iniciando» y necesite que vengas a educarme y convertirme a la religión única y verdadera. Simplemente, he encontrado lo que resuena conmigo, lo que me hace feliz.

7. Más voces femeninas y dulces, por favor

Puede que me llamen sexista, pero no me escondo: prefiero las voces femeninas antes que las masculinas.

Tal vez sea porque me gusta más escuchar algo que puedo imitar. Tal vez, en contra de lo que me ha dicho más de uno, encuentre más variedad entre las voces de mujer que entre las de hombre. Tal vez sea mi lado sáfico. Tal vez sea solidaridad con mi propio género, ¡yo qué sé! El caso es que me atrae mucho más una canción cuando la canta una chica en lugar de un chico. Y ya que estoy hablando de esto, aprovecho para reivindicar a mis hermanas sopranos: las voces dulces y livianas, sin demasiados adornos ni gorgoritos, estamos están muy infravaloradas. Desde que yo era adolescente, parece que la única forma de cantar bien es parecer la prima perdida de Whitney Houston. Dame más como Maggie Reilly, Liv Kristine o Ji-In Cho, por favor. O incluso Kathleen Battle o Sarah Brightman.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 28, 2021 03:30

November 24, 2021

Obvio: Capítulo 15

Nuestros héroes habrían esperado que el sabio Kli Cheng los recibiera con un buen puñado de confeti y toda una orquesta tocando la canción de la victoria. Haber llevado a cabo tales proezas, sin duda, merecía una celebración por todo lo alto. Sin embargo, cuando al fin alcanzaron la cima de la Montaña del Traumita, lo que sonaba era más bien el clásico redoble de tambores que presagia algo terrible que está a punto de ocurrir.

Bueno, en realidad no sonaba nada, pero así me lo imagino yo. Eso cuenta como foreshadowing, ¿o no?

Bueno, antes de que responda Narradora Seria y de que me eche la bronca por empezar dos párrafos seguidos con una muletilla, y encima la misma, mejor vamos a ver qué pasó allí arriba.

Obvio y Merisú llegaron sudorosos y jadeantes, arrastrando el huevo de dragón y dejando las huellas de la red de pesca en la que lo llevaban por todo el suelo. El anciano, por su parte, estaba tumbado en una hamaca con los dedos entrelazados por detrás de la cabeza. Tarareaba alguna cancioncilla popular con despreocupación y se movía ligeramente al ritmo, como si la cosa no fuera con él. En cuanto vio llegar a sus dos pupilos, bajó de la hamaca de un salto.

—¿Echo chel huevo dlagón? —exclamó señalando el huevo con uno de sus dedos largos y huesudos.

Los ojos rasgados se le salían de las órbitas y brillaban con una emoción difícil de descifrar. ¿Sería fascinación? ¿Codicia? ¿Hambre? ¿Alergia a los restos de plumas que pudieran quedar? Fuera como fuera, un mago tan poderoso, sabio y barbudo como tenía que saber por la fuerza que un objeto como ese estaba muy cotizado en el mercado negro. Se acercó para observarlo con más detenimiento, acarició la superficie moteada a través de la red y hasta le dio un pequeño puntapié para comprobar su consistencia.

—Os lo traemos como prueba de que hemos cumplido la última misión que nos habéis encomendado, sabio Kli Cheng —anunció Merisú con una reverencia.

Pero esta vez el mago parecía distraído, demasiado ocupado deleitándose con el gigantesco huevo como para responder con otra reverencia. Algo no iba bien.

—Ahora que ya hemos terminado todo, ¿me darás mi armadura argumental? —le preguntó Obvio.

Merisú le dio un codazo.

—No seas impaciente —reprendió entre dientes.

El príncipe se frotó el punto de las costillas en el que su compañera le había dado el golpe y se dispuso a replicar algo, pero una estruendosa risotada cargada de maldad resonó por toda la montaña e interrumpió la conversación. Al mismo tiempo, el cielo se cubrió de nubarrones y un trueno se unió a la carcajada para darle un efecto más dramático. Y para darle un efecto aún más dramático, un relámpago morado iluminó el firmamento.

Para sorpresa de nadie, las risas provenían del propio Kli Cheng.

—Parece que mi trabajo aquí ha terminado —dijo.

Con un movimiento rápido y una fuerza que parecían impropios de alguien tan anciano, les arrebató el huevo y la red de pesca de las manos y se los echó al hombro. Las gotas de lluvia ya habían empezado a empaparle la barba. Kli Cheng se llevó dos dedos a la boca y soltó un silbido casi tan fuerte como los truenos que ponían banda sonora a este giro argumental. Al instante, un unicornio rojo y alado llegó volando. Obvio miró alarmado a Merisú.

—¿Qué está pasando? ¿Dónde está la recompensa? —preguntó.

—No hay recompensa, bufón —respondió Kli Cheng al tiempo que él y el huevo se subían al engendro—. Lo de las pruebas y la armadura argumental es una tontería que me inventé para que me hicierais el trabajo sucio. De hecho, Kli Cheng tampoco existe.

Para recalcar aún más estas últimas palabras, se arrancó la barba de cuajo, y la cara que iba pegada a ella. Cuando estas cayeron al barro que se empezaba a formar, quedó claro que no era más que una careta. Por debajo del disfraz de venerable anciano chino —o del equivalente de fantasía a China que hubiera en este mundo, al que aún no he puesto nombre—, el impostor era un hombre mucho más joven, con el cabello castaño cortado a tazón y tres aros dorados en el lóbulo de la oreja derecha.

—Y ahora, ¡de vuelta a Pitoburgo! ¡A hacer fortuna en el mercado negro! —Dio un taconazo en el costado al caballo, que levantó el vuelo de inmediato—. ¡Hasta nunca, necios!

Y allí se quedaron los dos, en la cima de la Montaña del Traumita, que comenzaba a hacer honor a su nombre, poniéndose como sopas y sin poder hacer nada. Merisú estuvo a punto de lanzarse a atacar al falso Kli Cheng en cuanto les quitó el huevo, pero las todopoderosas fuerzas del guion, que se negaban a estropear un momento tan tenso y dramático, la retuvieron y le provocaron una enajenación mental transitoria que hizo que la idea se le esfumase con tanta rapidez como sus esperanzas. Obvio se volvió hacia su guardaespaldas personal.

—No entiendo nada. ¿Cuándo me van a dar mi armadura?

El grito de frustración de Merisú rivalizó con el trueno que, oportunamente, rugió en ese momento.

—Cállate y piensa en una manera de salir de aquí, imbécil.

Como todo buen protagonista de fantasía, Obvio se frotó la barbilla en actitud pensativa. Tras unos eternos minutos, en los que la lluvia siguió descargándose sin piedad sobre él y Merisú, chasqueó los dedos. Cualquiera diría que una bombilla acababa de encenderse en su cerebro. Acto seguido, imitó el mismo gesto que había hecho Kli Cheng un rato antes emitió un potente silbido.

—¿Eso es todo lo que se te ocurre? —Merisú arqueó una ceja.

—Si a Kli Cheng le ha funcionado… —se justificó el príncipe con un encogimiento de hombros.

¿Tendrá razón Obvio y eso servirá de algo? ¿O será el fin de nuestros héroes, muertos de hipotermia e inanición en aquella montaña? ¿Quién es el misterioso desconocido que está suplantando a Kli Cheng y por qué haría algo tan horrible? ¿Acabará Merisú prendiendo fuego a su propio protegido? ¿Nos encontramos ante un mundo en el que existen los unicornios alados, pero no las armaduras argumentales ni los sabios orientales? ¿Me crucificará alguien por la rima en la pregunta anterior? ¿Cuánto cuesta un huevo de dragón en el mercado negro? ¿Qué fue antes: el huevo o el dragón?

Todas esas preguntas tendrán su respuesta. Bueno, solo algunas de ellas; las otras son demasiado complicadas. Las dos primeras podría haberlas contestado ya, pero después de escribir el párrafo en el que lo hacía, decidí cortarlo y pegarlo en el siguiente capítulo, que además será el final de temporada.

[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2319" width="680" height="452" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 678w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1356w, https://elretornodekate.files.wordpre... 150w, https://elretornodekate.files.wordpre... 300w, https://elretornodekate.files.wordpre... 768w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1024w" sizes="(max-width: 680px) 100vw, 680px" />Photo by Yaroslav Shuraev on Pexels.com
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 24, 2021 03:53

November 21, 2021

Otro serie tag

Lo malo de estar centrada en un libro y una serie que me van a llevar tiempo terminar es que tengo poco material para este tipo de entradas, así que no me queda más remedio que tirar de mis comodines favoritos: los tags. A una le gusta la regularidad y no perder las buenas costumbres aunque nadie me haga caso. Reconozco que a veces este tipo de juegos se hacen un poco repetitivos porque muchas preguntas son parecidas, pero las respuestas pueden variar mucho según el momento de tu vida en el que te encuentres y lo que hayas estado viendo o leyendo últimamente, y eso hace que puedan seguir siendo interesantes. El que os traigo hoy lo he tomado prestado de El diario de Yuuki. ¡Vamos allá!

                                                             

[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2343" />Photo by cottonbro on Pexels.comSerie favorita              

¿De verdad tengo que decir por enésima vez cuál es mi serie favorita? Solo diré que empieza por A y termina por «vatar», aunque reconozco que Buffy, cazavampiros y Wandavision le siguen de cerca. ¡Y qué hipócrita sería si no mencionase Juego de tronos, Desperate Housewives y Aquí no hay quien viva como algunas de las que más importantes han sido en mi vida! Vale, vale, lo pillo: algún día tendré que hacer mi Top 10 de series.

Personaje favorito

¿Cómo puedes pedirme que elija a un personaje, un solo personaje, de entre todas las series que me han marcado en mi vida? Además, ¿qué hace que un personaje sea mi favorito? ¿Que sea crush material? ¿Que sea un ejemplo a seguir? ¿Que me identifique con elle? ¿Existen personajes que cumplan todas la vez?

De nuevo, recurriré a mi spirit animal por excelencia: el único, el irrepetible, el sublime Phil Dunphy. No sé si quiero que me adopte, que sea mi marido o si quiero ser él. Y eso es todo lo que voy a decir, pues ya lo he nombrado cien mil veces en este blog. Me habría gustado elegir un personaje femenino, pero no he podido resistirme a él.

Personaje al que le robarías el armario

Dejémoslo en un empate entre Regina Mills (Once Upon a Time) y Helena Wells (Warehouse 13), que parecen tener un estilo muy similar. Estúpidas y sensuales villanas con buen gusto…

Helena Wells siendo molonaFinal favorito de serie

Ya hice una recopilación de algunos de los mejores finales de series que he visto, pero un tiempo después de publicarla me encontré con otras joyas que podrían haber encajado muy bien en esa lista. Sin duda, el más redondo, perfecto y emotivo que he visto jamás es el de The Good Place. Pocos desenlaces hacen justicia de esa manera al larguísimo camino que han recorrido los personajes y, al mismo tiempo, te dejan muy claro que todo ha terminado, que no podría haber ido por otro camino. Y, aunque eso último te hace soltar alguna lagrimilla y te da mucha pena, resulta muy optimista.

Temporada favorita de tu serie favorita

Aunque la tercera y última también es maravillosa, la mayoría de mis momentos favoritos de Avatar se concentran en la segunda: conocemos a Toph y a Azula, vemos evolucionar a Zuko, lloramos con la desaparición de Appa y que a nadie se le ocurra nombrar Leaves from the vine, por favor, morimos de risa con el zumo de cactus, aprendemos que «no hay guerra en Ba Sing Se»… Es simplemente perfecta y podría verla entera ciento cincuenta veces más.

Una serie a la que seas adicta

Aquí quiero hacer un homenaje a la serie que estoy viendo ahora mismo: Brooklyn Nine-Nine. No sé qué voy a hacer con mi vida cuando termine las últimas temporadas que me quedan en Netflix ni cómo conseguiré ver las dos que me faltan.

Los capítulos son muy cortos y entran uno tras otro sin que te des cuenta, y eso que no es una serie con una gran continuidad: aunque sí hay tramas que se desarrollan a lo largo de varios capítulos, lo que te engancha no es el saber qué va a pasar después. En esta comedia sobre un grupo de policías, lo realmente adictivo es el cariño que coges a sus personajes y sus locuras recurrentes. Si todos tuviéramos compañeres como esta gente, que igual organizan una competición por Halloween en la que les va la vida que se presentan en tu casa con aperitivos y juegos de mesa para que no eches de menos a tu familia, iríamos a trabajar de otra manera.

Un personaje con el que tengas algo en común

De nuevo, esto ya se ha hecho.

Una serie que a todo el mundo le gusta menos a ti

Intenté ver algún capítulo de The Walking Dead, pero no funcionó. El piloto me resultó muy aburrido, y más adelante vi otro suelto de una temporada distinta y no entendí nada. Aunque hoy en día hay algo menos de hype con ella, es una de las pocas series populares, de esas de las que todo el mundo hablaba maravillas, que no he visto. Y no creo que la vea nunca, aunque reconozco que el videojuego me encantó.

[image error]Una serie poco conocida que te encante

Al no ser estadounidense, creo que poca gente ha oído hablar de Rita, una serie danesa protagonizada por una profesora. La descubrí gracias a que la estaban poniendo en una cafetería que visitaba muy a menudo el año pasado y me llamaron la atención los diálogos. Series de instituto se han hecho muchas, pero casi todas se centran más en las historias de les alumnes. Ahora que estoy «al otro lado», me alegra ver el punto de vista de les profesores, sobre todo cuando no se nos representa como héroes inspiradores y perfectos que exudan vocación, sino como personas que cometen errores y a veces se sienten abrumadas.

Un protagonista que no te gusta, pero te sigue gustando la serie

Teniendo en cuenta que, salvo contadas excepciones (como Buffy), suelo preferir mil veces a los personajes secundarios o directamente a les villanes antes que a les protagonistas, me es muy difícil contestar a esta pregunta. ¿Tengo que elegir una sola?

Hace un par de temporadas te habría dicho que La casa de papel es el ejemplo perfecto de cómo una trama emocionante puede hacer que te olvides de los personajes dan asco, pero tardaron muy poco en cagarla. Al final, elijo You porque, al fin y al cabo, su protagonista está hecho para ser desagradable, para que estés deseando que lo pillen, lo maten o cualquier cosa. Es lo que tiene que la serie esté contada desde el punto de vista de un psicópata acosador que se cree un buen tío.

Tu serie española favorita

A ver, ya lo he dicho antes en esta entrada y lo seguiré repitiendo: solo hay una serie española que merezca mi respeto.

Y no, no es La casa de papel.

Por supuesto, me refiero a Aquí no hay quien viva. Pero la primera, la original, no esa mierda de imitación que salió después. Admito que no estoy segura de si vi todos los capítulos de las últimas temporadas, pero no puedo negar lo importante que fue para mí en su momento. Gracias a esta sitcom sobre un grupo de vecinos muy peculiar, hice muchas amistades online, empecé a desarrollar mi sentido del humor… y tuve mis primeros contactos con el maravilloso mundo del fanfiction.

Una serie que tengas pendiente

No creo que vaya a ver El juego del calamar por mucho que no se hable de otra cosa, pues no tengo mucho interés en el gore y la violencia. De las últimas novedades que han salido, tengo una cierta curiosidad por Arcane. Soy una enamorada de la animación y también jugué al League of Legends en su momento. Por otro lado, mis alumnes no dejan de recomendarme Riverdale, así que tal vez le dé una oportunidad, aunque sea solo para poder colar referencias en los ejercicios.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 21, 2021 07:34

November 17, 2021

Especial Thanksgiving

Cuando me da la vena, puedo ser muy americana y mucho americana, así que voy a hacer algo muy americano y mucho americano: celebrar Thanksgiving en este blog. Lo siento, pero me niego a llamarlo Acción de Gracias, igual que me niego a llamar San Patricio a Saint Patrick.

¿Cómo lo voy a celebrar? Como no soy muy fan del pavo y esas cosas, no puedo invitaros a cenar y, aunque pudiera, invitar a alguien a comer algo hecho por mí sería más una ofensa que un gesto amable, voy a aprovechar el otro lado de Thanksgiving, ese del que no se habla tanto. Una tradición de esta fecha —ya, lo sé, todavía queda como una semana para la fecha correcta— es manifestar tu agradecimiento por las cosas buenas que hay en tu vida. De ahí lo de thanks giving, dar las gracias. Esta clase de ñoñerías son muy poco propias de mí, pero lo voy a intentar. Es bueno acordarse de lo positivo de vez en cuando.

[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2334" width="527" height="350" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 525w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1050w, https://elretornodekate.files.wordpre... 150w, https://elretornodekate.files.wordpre... 300w, https://elretornodekate.files.wordpre... 768w, https://elretornodekate.files.wordpre... 1024w" sizes="(max-width: 527px) 100vw, 527px" />Photo by Tima Miroshnichenko on Pexels.com

Estoy agradecida por mi trabajo. Hay veces que me saca mucho de quicio, que me pregunto si de verdad sirvo para ello y que me río en la cara de todes les que dicen que es un tarea muy gratificante, pero es hora de reconocer que tiene aspectos maravillosos. Además de tener muy buenas condiciones (un buen sueldo, tiempo libre y un horario genial, estabilidad), hay días en los que me divierto de verdad, está relacionado con aquello para lo que llevo preparándome toda mi vida y me ha permitido formar muchas amistades. Por cierto, un saludo para mis compañeres y alumnes de estos últimos dos años.

Estoy agradecida por tener una salud considerablemente buena. Aunque, al parecer, la herencia familiar incluía una cierta propensión a las migrañas, cada día que no tengo dolor de cabeza merece apreciación. También estoy muy contenta de que se hayan terminado los episodios acompañados de mareos y vómitos que me hicieron la vida imposible a principios de este año.

Estoy agradecida por mis habilidades. Tener buena memoria, un sentido del oído bastante perceptivo, mucha intuición para entender cómo funcionan las lenguas y una capacidad más que decente para aprender y corregirme son características que me han ayudado muchísimo en la mayoría de aspectos de mi vida. Ah, y la curiosidad y una cierta disciplina para las obligaciones también son muy útiles. Habría estado bien tener más talento para la cocina, los deportes, el razonamiento científico o las manualidades, pero creo que me ha ido bastante bien a pesar de todo.

Estoy muy agradecida al destino por haberme conducido de vuelta a donde quiero estar. Y no solo eso, sino por haber traído también a una de las personas más importantes de mi vida y que podamos estar juntes de nuevo.

Estoy agradecida a mi «familia adoptiva» por haberme aceptado, por darme de comer todas las semanas y por estar siempre disponible para echar una mano cuando es necesario.

Estoy agradecida por haber tenido oportunidad de dedicarme a cosas muy variadas, haber conocido tantos lugares y, sobre todo, por haber probado «muestras» de mis sueños. Puede que algunos no salieran tan bien como me habría gustado, pero al menos he podido experimentarlos y ahora sé qué es lo que quiero y lo que no.

Estoy agradecida por vivir en un lugar y una época que, aunque dejan mucho que desear en muchos aspectos y aún nos quedan muchas batallas, me permiten llevar una existencia considerablemente cómoda y ser yo misma. ¿Qué? Puede que suene estúpido, pero a veces no nos damos cuenta de lo genial que es tener agua corriente, calefacción, electricidad y la ventana al mundo que es Internet. Y mejor no hablemos de la cantidad de cosas horribles que podrían haberme pasado en un contexto distinto, entre otras, por ser mujer(*).

Por último, estoy muy agradecida —no tenéis la idea de lo mal que llevo escribir esto— por la amistad, por tener gente con la que divertirme, compartir experiencias, que me apoya en todo lo que puede y de la que puedo aprender muchas cosas.

Aprovecho para anunciar que este fin de semana se celebra la Hispacon (un festival de literatura de género a nivel nacional) y que voy a participar en dos actividades. El sábado 20 a las 12 h estaré en la librería y tienda friki Shogun de Salamanca junto a las autoras Victoria Álvarez y Ana Roux hablando de creación de mundos, y el domingo 21 por la mañana Edith del Campo, Madame Eloise y yo os contaremos muchos datos curiosos sobre Revelaciones.

(*)No, esto no quiere decir que vivamos en una época ideal ni pretende quitar importancia a la lucha feminista ni contra cualquier otro tipo de discriminación. Soy consciente de que ser caucásica, cisgénero y no tener discapacidades me da muchas ventajas que otras personas no tienen y, si bien eso es un alivio, el objetivo es llegar a un punto en el que no tengamos que sentir alivio por ser ninguna de esas cosas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 17, 2021 03:32

November 14, 2021

Book tag: Otoño

Confieso que noviembre es el mes que menos me gusta del año. Aparte de que son las cuatro primeras semanas de curso sin ningún puente ni festivo, está lo del cambio de hora, el comienzo del frío y otras tantas cosas que me ponen triste o de mal humor. ¿Qué le voy a hacer? Soy una criatura de primavera-verano.

Aun así, hoy traigo este book tag de temporada que he tomado prestado de Book Sisterhood. Llevaba ya un tiempo sin hacer tags

[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." data-large-file="https://elretornodekate.files.wordpre..." src="https://elretornodekate.files.wordpre..." alt="" class="wp-image-2324" width="507" height="799" srcset="https://elretornodekate.files.wordpre... 507w, https://elretornodekate.files.wordpre... 95w, https://elretornodekate.files.wordpre... 190w, https://elretornodekate.files.wordpre... 768w, https://elretornodekate.files.wordpre... 824w" sizes="(max-width: 507px) 100vw, 507px" />Photo by rikka ameboshi on Pexels.comOtoño: Libro con hojas en la portada

Una cosa que no me gusta de la mayoría de los book tags que veo por ahí son precisamente esta clase de preguntas. ¿Qué mierda importan las portadas? Se supone que la gracia de esto es hablar de libros, nyerk.

Pero, tras este momento hater, tengo una buena respuesta: El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss, segunda entrega de las Crónicas del Asesino de Reyes. Es una novela que entretiene y engancha bastante… aunque muches ya sabéis lo que opino de nuestro amado Kvothe.

Hojas secas: Portada con tonos marrones, naranjas, rojos o amarillos

Puaj, otra pregunta sobre portadas.

Por algún extraño motivo, ha habido una época en la que muchos de los libros de mi estantería tenían tonos marrones o anaranjados, y que conste que yo no soy de esas personas que compran libros pensando en cómo quedarán en la estantería. Sin embargo, voy a elegir el rojo para poder hacerle un huequito en este book tag a mi querida Lidia y decir A nadie le importa Brendan. Si os gusta el drama juvenil con salseo, una historia de amor LGBT+ muy bonita y un puntito de esperanza, este es vuestro libro.

Primeras tormentas: Libro que leerías con una manta y un té calentito mientras llueve

En realidad, la pregunta original decía «con un café o té calentito», pero la he cambiado porque no me gusta el café. Por cierto, debo de ser la única persona a la que la imagen de mantita, sofá, lluvia y bebida caliente no le resulta atractiva ni reconfortante, sino más bien deprimente.

Por lo tanto, para que yo quisiera leer algo en esas condiciones, tendría que ser algo muy alegre y animado. Algo que me haga olvidar que está lloviendo afuera y que se hace de noche a las seis de la tarde. Así que tiraremos de humor. Después de Sin noticias de Gurb, el libro que más me ha hecho reír en mi vida (y en voz alta) ha sido Maldito Karma de David Safier.

[image error]Manga larga: Libro que abrazarías y no soltarías

Ha habido muchos libros que me han gustado y me han hecho feliz, e incluso algunos libros con los que he llegado a obsesionarme (y todes sabéis cuáles son esos últimos), así que es difícil escoger uno solo. Por otro lado, aunque alguna vez he pensado en hacer un Top 10 de mis libros favoritos, me parece casi imposible porque no sé si habría tantos que merecieran el título. Parece contradictorio, ¿eh? Pues en mi cabeza tiene todo el sentido del mundo.

Como entiendo que es mejor que sea un libro independiente —o sea, no parte de una saga— y que debería ser de los que pertenecen a mi lista de favoritos, creo que voy a escoger el último libro que me llegó hasta tal punto: Momo de Michael Ende.

Castañas asadas: Libro poco conocido que todo el mundo debería leer

Otra pregunta trampa. Hay unos cuantos libros que considero que todo el mundo debería leer porque son maravillosos (léase la respuesta anterior), pero da la casualidad de que todos son relativamente conocidos. Y si el libro no es conocido, al menos le autore lo es. ¡Para una cosa en la que coincido con la Sociedad™!

Ya he hablado de este más veces, pero tengo que nombrarlo: La ciudad sin tiempo de Enrique Moriel. Es curioso porque lo que más recuerdo de este libro son ciertas reflexiones que me fascinaron. Bueno, eso y una trama secundaria que me dejó horrorizada. Por lo demás, se trata de una novela de misterio ambientada en Barcelona en la que se investiga un asesinato, solo que… uno de les protagonistas es un vampiro.

Calabazas: Comida favorita

Entiendo que esta pregunta quiere decir «Comida favorita que aparezca en un libro», ¿no?

Todes sabéis quién es el mayor experto en darme hambre de toda la historia de la literatura así que, por una vez, voy a cambiar de tercio. Y, hablando de tercios, confesaré que siempre he querido probar la cerveza de mantequilla de Harry Potter. Suena bastante rica.

Ah, espera. Eso es una bebida.

Bueno, pues si no puedo decir ninguna comida de Canción de Hielo y Fuego y la respuesta que acabo de dar no vale, traeré de vuelta a la conversación a mi gran amiga Kendare Blake. En Tres coronas oscuras, a la pobre Katharine la están preparando para una de las pruebas del festival de coronación, que consiste en darse un festín de comida envenenada. La gracia es que se supone que ella es inmune a cualquier tipo de veneno. No recuerdo exactamente cómo era, pero había un plato que llevaba una salsa de setas que, salvo porque probablemente sería mortal, sonaba glorioso. ¿He mencionado alguna vez que me encanta cualquier cosa que lleve setas?

Aire fresco: Novedad más esperada

Sí, lo reconozco: me he abstenido de nombrar Canción de Hielo y Fuego o a mi papi literario porque quería reservarlo para esta pregunta.

Estimado señor Martin: ¿cuándo cojones van a salir Vientos de invierno y Sueño de primavera? ¡Los necesito!

Aquí Martin, descojonándose de mí
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 14, 2021 01:29

November 11, 2021

Revelaciones: presentación + 25 curiosidades

El pasado jueves 4, Edith del Campo, Madame Eloise y yo presentamos Revelaciones en la librería Santos Ochoa. Nos acompañó Héctor Sánchez, también escritor y periodista y creo que, hasta la fecha, es la presentación con más público en la que he participado. ¡Gracias a quienes vinieron a vernos y apoyarnos!

Empezamos con un ligero retraso por culpa de algunos problemas técnicos pero, por suerte, pudimos solucionarlos pronto, así que al final nos fue posible proyectar las imágenes que inspiraron cada relato, fotos de nuestros «aquelarres» y algún que otro dibujo basado en nuestras historias. Después de hablar de cómo surgió el proyecto, de nuestras inspiraciones y de algunos de nuestros cuentos favoritos, dimos paso a les asistentes para una ronda de preguntas y estuvimos un buen rato firmando y dedicando ejemplares.

En resumen, fue una tarde muy divertida y curiosa. Contaros exactamente lo que se dijo sería imposible, así que os dejo aquí la versión de Edith. Y ahora toca mi propio resumen.

De izquierda a derecha: Héctor Sánchez, Edith del Campo, Madame Eloise y la que escribe estas líneas

1. Revelaciones es una antología compuesta por 33 relatos (once de cada autora). La mejor forma de definirlos en pocas palabras que se nos ocurre es «cuentos para adultos», ya que hay tal mezcla de géneros, temáticas y estilos que es imposible ceñirse a una sola etiqueta: hay fantasía, dramas familiares, ciencia-ficción, terror, comedia…

2. Aunque los llamemos cuentos para adultos, eso no significa que estén llenos de sexo y violencia. De hecho, hay bastante poca violencia, y solo un par de relatos tienen algo de erótico. Curiosamente, ninguno de los dos es mío.

3. El proyecto empezó como un juego para «picarnos a escribir más». Cada cierto tiempo, sacábamos al azar una carta del Dixit (para quienes no conozcáis el juego, en esta entrada os hablo un de él) y las tres teníamos que escribir un cuento inspirado en la ilustración. Teníamos total libertad: no había extensión mínima ni máxima, temática ni género establecidos y podíamos usar la imagen de forma literal o metafórica, como tema principal de la historia o solo para una escena. Después, las tres nos reuníamos para elegir nuestra favorita, que sería la que se incluiría en la recopilación final.

4. No, no podía votar gente de fuera ni podíamos votar por nuestra propia historia. Ganaba quien consiguiera el voto de las otras dos participantes.

5. Por lo tanto, aunque el libro contiene 33 relatos, en realidad escribimos muchos más. Tendríamos material para otra antología, o incluso dos.

6. Algunos de los relatos descartados los reciclamos para otras antologías o proyectos. «La balada de Charlotte», mi contribución a la Antología Fieles, es uno de ellos, al igual que «Historia de amor en diez pasos» de Edith, que apareció en Solsticio de verano. Otros también los hemos publicado en nuestros respectivos blogs.

7. Entre nuestras influencias podemos citar autores clásicos como Mary Shelley, H. P. Lovecraft o Robert Louis Stevenson, escritores más modernos como Neil Gaiman o Terry Pratchett e incluso fuentes no literarias como Historias para no dormir, Los Simpson o algún que otro anime.  

8. Cada autora tiene un estilo muy característico y distinto de las demás. A Edith le encantan la mitología, los cuentos tradicionales y el realismo mágico; Madame Eloise parece venida de otra época y prefiere usar un vocabulario más arcaico y una prosa más elaborada y poética; en cuanto a mí, ya me conocéis. Edith lo explica de forma muy creativa aquí.

9. También tenemos fetiches muy diferentes que se reflejan en nuestros escritos: seres incomprendidos y adelantados a su tiempo, dioses y semidioses de diferentes folclores, cambiaformas, vampiros, demonios, apocalipsis, viajes en el tiempo, niños, monstruos, hechos y personajes históricos… Adivinad cuáles son los de cada una.

10. El relato más corto ocupa página y media, mientras que el más largo tiene unas dieciséis de longitud.

11. Las historias están colocadas en orden cronológico: «Niños» fue la primera que escribimos, mientras que «Cuando el cielo se derrumbó» fue la última.

12. Uno de los relatos trata de un virus oculto en un bosque que desata una pandemia… y se escribió mucho antes de que se empezase a oír hablar del COVID, así que a menudo bromeamos diciendo que es profético.

13. Durante la presentación, cada una de nosotras escogió sus cuatro cuentos favoritos para hablar de ellos y mostrar las ilustraciones en las que estaban inspirados. Edith escogió «Niños», terror clásico con reminiscencias lovecraftianas; «La muerte de Robert L. Johnson», basado en una leyenda urbana sobre un músico de blues; «Las hijas de Saru», un drama sobre tres mujeres y su relación con el mismo hombre; y «Las hermanas Zorya», versión novelizada de un mito eslavo.

14. Madame Eloise habló de «Luminaria», fuertemente influido por la historia de Lucifer; «La salida», en el que un médico y un psiquiatra investigan a una paciente muy peculiar; «Admiración», sobre una actriz que lleva al extremo lo de meterse en el personaje; y «El maestro Wang», la búsqueda de la sabiduría de un hombre solitario.

15. Mis seleccionados fueron «El otro», un retelling muy peculiar del caso de Jekyll y Hyde desde el punto de vista de una amante; «Cuando el cielo se derrumbó», un apocalipsis en un pasado ficticio; «La misión», una comedia con viajes en el tiempo y dinosaurios; y…

16. …por supuesto, «El pezón dorado». A nuestro presentador le gustó tanto esta historia que fue una de las grandes protagonistas de la velada. La describió como «una comedia surrealista y llena de referencias, pero con un mensaje muy positivo sobre aceptarse a una misma».

17. Hablando de esto último, se podría decir que algunos relatos tienen moraleja. Entre otras, encontramos «cultiva la belleza interior» o el buen y viejo «ten cuidado con lo que deseas».

18. Hay un relato del que procuramos no hablar mucho porque nos dio un poco de miedo incluirlo, pues no sabemos cómo reaccionarán les lectores. Trata un tema bastante espinoso y podría ser triggering.

19. En algunas historias podemos encontrar temas sociales: feminismo, críticas al capitalismo y el consumismo, la importancia excesiva de la belleza… y es posible que quede claro que no somos muy amigas de la iglesia.

20. El ocultismo, la ciencia y la relación entre ellos también tienen mucho protagonismo en algunas historias.

21. Ah, y el chocolate. Hay un relato en el que el chocolate está muy presente. Y no, tampoco es mío.

22. En definitiva, la selección es tan variada que es imposible no encontrar al menos una historia que te guste. Una de las asistentes nos dio las gracias por sacarla de un bloqueo lector mientras le firmábamos el libro.

23. Aunque algunas de las historias incluyan personajes reales o históricos, dejamos muy claro que ninguna de ellas tiene nada de autobiográfico.

24. El «producto final» quedó muy redondo: se titula Revelaciones, que es el nombre alternativo del Apocalipsis, la última historia habla del fin del mundo, son 33 historias como la edad a la que murió Jesucristo y tanto la portada como las ilustraciones que decoran las páginas contienen muchos guiños al tarot. Inicialmente, nada de eso estaba planeado.

25. Si tenéis curiosidad por alguno de los relatos, he subido fragmentos de tres de ellos (de los míos, por supuesto) a este blog: «La misión», «El pezón dorado» y «Luna llena».

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 11, 2021 03:32