Rubén H. Ernand's Blog

July 17, 2023

¡Publicación de la última novela de la saga de El Trastorno de Elaranne!


Me alegra poder anunciaros que el día 20 de julio se publica el cuarto volumen de la saga de El Trastorno de Elaranne, llamado El frío brillo de la esperanza. Ha sido un viaje arduo, pero la saga de ETdE por fin está completa. De momento solo está disponible en su versión de ebook, pero en unos días se le sumará la versión de tapa blanda. Hasta su publicación, ambos formatos se pueden adquirir en preventa, la digital a través de Amazon Kindle y la física en compra directa a través de mi web.


Son casi 700 páginas de nuevas aventuras, épica y retos para los personajes de los libros anteriores. No puedo estar más orgullo por llegar a la conclusión de la historia del Trastorno y agradecido con los lectores que me habéis apoyado para hacerlo posible. ¡Espero que disfrutéis con el final de la historia!



El frío brillo de la esperanza
3 likes ·   •  4 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on July 17, 2023 12:24 Tags: español, fantasía, fantasía-épica, novedad

May 7, 2022

Ya disponible la segunda edición de La Corona Marchita

description

Hace un tiempo me propuse conseguir que mi saga del Trastorno tuviese una edición más cuidada, igual o incluso mejor que las de cualquier novela publicada en una editorial tradicional, y que fuese totalmente homogénea entre los cuatro de los que va a constar. En enero publiqué la segunda edición de La primavera ausente y ahora cierro el trabajo (a falta de publicar el cuarto volumen, por descontado) con su continuación: La Corona Marchita.

Tras casi tres meses de trabajo e infinidad de cambios y mejoras, puedo decir que La Corona Marchita está donde siempre quise que estuviese. Como ocurrió con LPA, los cambios son innumerables, pero se centran en tres aspectos: corrección, mejoras y añadidos. Después de un centenar de horas de revisiones y correcciones, espero haber acabado con la mayoría de las erratas. Sí, digo la mayoría porque los autores sabemos que los errores son como las cucarachas: son capaces de sobrevivir hasta a una corrección a base de napalm.

Entre las mejoras me gustaría destacar una portada tan alterada y espectacular que se podría decir que es nueva. También he hecho una corrección de estilo y una reescritura de ciertos diálogos y escenas que, creo, mejoran mucho la novela.

Por último, en cuanto a los añadidos, de nuevo he añadido cenefas y separadores en el interior del libro. He añadido un glosario, una lista de personajes y unos anexos al final del libro que espero que os resulten clarificadores e interesantes. La maquetación y legibilidad del texto también han mejorado mucho.

¡Espero que os guste!
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on May 07, 2022 04:03 Tags: español, fantasía, fantasía-épica, novedad

March 14, 2019

DECONSTRUYENDO A ELARANNE

Heminway escribió una vez: el mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar... sólo estoy de acuerdo con la segunda parte.Morgan Freeman - SevenLlevaba semanas pensando en qué tema debería tocar en este, mi nuevo artículo para Revelaciones de un Cuervo. Esas semanas se han convertido en más de dos meses de inactividad en el blog, que justificaré más adelante, pero basta decir que me he dedicado a escribir y a hacerlo con un nuevo criterio. Esta idea sobre contaros un poco más acerca de la saga de libros de fantasía que estoy escribiendo, El Trastorno de Elaranne, llevaba un tiempo rondándome y, finalmente, he decidido compartir con vosotros algunos detalles que espero os resulten interesantes.¡Escribe, escla...! ¡Bah! Vas a hacer lo que te salga de las amígdalas y encima reutilizas foto y chiste de otro artículo. ¡Verguenza!Lo cierto es que me di cuenta es que no había explicado apenas nada de la saga, sino que me había centrado en el primer volumen, La primavera ausente. Creo que es necesario explicar algunas cosas, por qué creo que merece la pena escribirla (¡y leerla!) y hacer un pequeño informe de en qué punto me encuentro y las perspectivas de futuro. Y es que una saga literaria es un todo, un pequeño universo que necesita de todas sus partes para existir con coherencia.Una saga, cuatro estacionesLo primero que has de saber, amigo lector, es que El Trastorno de Elaranne es una saga que constará de cuatro volúmenes no independientes. «¿Por qué una saga? —puedes estar preguntándote mientras enarcas una ceja— Con lo que a mí me gustan los libros autoconclusivos y, a poder ser, cortitos». Bien, si ese es tu caso, probablemente lo mejor que puedes hacer es no leerlos. No prometo brevedad, pero sí prometo intentar quemar la paja y dejar sólo lo que considere necesario para explicar mi historia. Y es por eso, por la envergadura de la historia que deseaba contar, que en su momento estimé que necesitaría cuatro volúmenes para hacerlo. Además, hay un laborioso trabajo de worldbuilding detrás que, sinceramente, no me apetece desperdiciar usándolo únicamente en un libro autoconclusivo. El mundo de Elaranne tiene muchas historias que contar todavía.El número de volúmenes también tiene otras connotaciones. Cada uno de ellos va a estar asociado a una estación del año de una forma más o menos evidente (La primavera ausente pertenece al grupo de los más evidentes) y, por supuesto, al concepto y lo que nos evoca cada una de ellas. El segundo volumen, que denomino Proyecto Otoño hasta que le encuentre título, irá ligado a… creo que no hace falta decirlo xD. El tercero evocaría al verano y el cuarto al invierno. Usar las cuatro estaciones como inspiración. ¡Qué ingenio! Eso no lo ha hecho nadie desde Vivaldi, por lo menos.Además de la saga principal, tengo la firme intención de escribir otro libro dentro del mismo universo. Sería una especie de precuela ambientada un siglo y medio antes de los sucesos que se narran en El Trastorno de Elaranne. Y otras ideas más difusas y alocadas revolotean por mi mente, pero eso lo dejaremos para el futuro y dependerá de la acogida del resto de libros. Procuro no hacer planes a tan largo plazo.Un mundo trastornado¿Pero cual es realmente el Late Motiv de mi saga? ¿De qué va? Como quiera que Elaranne es un nombre propio y que, como ya he explicado, se refiere al mundo en el que transcurren mis novelas, me permito incluir la definición que da la RAE del verbo trastornar.trastornarDe tras- y tornar.1. tr. Invertir el orden regular de algo.2. tr. Alterar la normalidad del funcionamiento de algo o de la actividad de alguien.3. tr. inquietar (‖ quitar el sosiego).4. tr. Perturbar o alterar el funcionamiento normal de la mente o la conducta de alguien.5. tr. p. us. Volver algo de abajo arriba o de un lado a otro.Es decir, un trastorno es una alteración, a menudo radical, de algo. Un mundo trastornado es un mundo que se tambalea, que cambia y se vuelve caótico e impredecible. Además, todos lo relacionamos con conductas extrañas o problemas de índole mental o conductual. Lo cual casa muy bien con varios personajes, algunos de ellos muy importantes, que aparecen en la saga. Y por supuesto con el propio mundo. Elaranne es dual, a veces cruel, oscuro y extraño, pero no miserable ni una representación rayana en la parodia de los peores instintos del ser humano, como en ciertas ambientaciones del grimdark.Este mundo más que trastornado está... triturado. Ba dum tss.Si hablamos de los temas principales de la saga, las ideas o más bien sensaciones que espero que el lector reciba al leerla, el primero sería ese: el trastorno, la pérdida de lo que se considera normal y conocido y el cambio traumático. Hay más ideas subyacentes: la esperanza y el vacío interior cuando se carece de ella, la confianza y las mentiras, la soledad, la rabia, el amor y el crecimiento personal derivado de, como no, el sufrimiento extremo. Todos ellos aparecerán, en mayor o menor medida, con más o menos claridad, a lo largo de la saga.Fantasía whateverImagino que muchos querréis saber en qué categoría de la fantasía englobar El Trastorno de Elaranne. Bien, es evidente que es fantasía, y me atrevería a decir que es fantasía épica o medieval, pero ahí acaba todo intento de categorización, ya que yo mismo tengo problemas para englobarla en una u otra subcategoría. Tiene un poco de grimdark, algo de fantasía oscura, una pizca de juvenil, algo de heroica y me gusta creer que podría encajar dentro de la alta fantasía. Al final todo se reduce que mis influencias son muchas y variadas y que detesto las etiquetas. Además, como ya comenté en este artículo anterior Fantasía moderna vs. tradicional, he intentado guardar un equilibrio entre elementos de la fantasía más clásica y otra de corte moderna y actual. Sí, encontrarás clichés y estructuras típicas del Viaje del Héroe, pero también te encontrarás con otras tantas que espero te resulten refrescantes.Y es precisamente en esa intersección entre lo nuevo y lo viejo, entre lugares comunes y territorio inexplorado, entre lo épico y lo más íntimo, donde creo que se encuentra El Trastorno de Elaranne y, también, sus posibles lectores. Aquí y ahoraHablaría de los problemas que he tenido durante los largos años de gestación de La primavera ausente y de la propia saga, pero ya he comentado algunas cosas en artículos pasados y no me parece demasiado relevante a estas alturas. Más interesante es que tras la publicación de mi primer libro me he encontrado con estas tres verdades que detallo a continuación:Escribir y publicar un libro no te garantiza que no la cagues de increíbles y novedosas maneras con el siguiente a la hora de escribirlo.Trabajar 10 o 12 horas al día y escribir durante el mismo día es incompatible. Hacer las cosas a medias, escribir “cuando se pueda” es incompatible con ser escritor. Al menos, con ser el escritor que yo quiero ser.La motivación y la organización lo son todo para un escritor.Hace un par de meses me di cuenta de que jamás iba a acabar el siguiente volumen en la fecha que tenía proyectada si no hacía cambios drásticos en mi forma de hacer las cosas. Y eso hice. Desde hace un par de semanas me comprometí conmigo mismo a seguir una rutina semanal que consiste en escribir unas 500-1000 palabras al día de lunes a viernes y entre 4000 y 5000 el fin de semana. El objetivo sería superar las 8000 a la semana. Es una cantidad relativamente conservadora para un autor que no se gana la vida escribiendo libros, pero suficiente para cumplir la hoja de ruta de la saga.Profecías y auguriosLa primavera ausente, el volumen número 1 de El trastorno de Elaranne se publicó el 14 de Abril de 2018. Dentro de poco se cumplirá un año de su publicación cosa que aprovecharé para hacer descuentos y promociones. Pero eso es pasado y del presente ya he hablado. ¿Cómo se presenta el futuro para la saga de El Trastorno de Elaranne?El segundo volumen se publicará durante el verano de este año y está cerca de la mitad de su primer borrador.El tercer volumen saldría durante el segundo trimestre del 2020.El cuarto volumen saldría durante el invierno de ese mismo año.El volumen autoconclusivo debería estar listo entre el tercero y el cuarto, si es posible, o justo después de la conclusión de la saga principal. Tengo un 20 % escrito e iré trabajando en él a la misma vez que el resto de la saga. Las fechas que he dado no son una estimación. Los arcanos mayores me las han chivado y lo que ellos digan va a misa.No toda locura es malaUna máxima de mis libros podría ser la que aduce el encabezado de arriba, no toda locura es negativa No siempre se puede mantener el control y este no tiene porque ser positivo. A veces los repudiados, los enajenados, aquellos que la sociedad aparta, son justo lo que más necesitamos. Lo que se escapa a la norma puede hacernos libres. Si has leído La primavera ausente quizá entiendas de lo que hablo y si no lo has hecho te animo a hacerlo. Es un libro de más de quinientas páginas con un precio muy ajustado, está escrito con todo el esmero que he podido y si te gusta lo que has leído hasta ahora en este artículo, estoy seguro de que el libro te encantará. Confía en la sabiduría del cuervo, él dice que es un buen libro y yo nunca me atrevería a llevarle la contraria porque él puede hacer temblar los cimientos de tu propio ser.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on March 14, 2019 12:11

December 29, 2018

EL MITO DEL SALVADOR

A quien no se salva por sí sólo, nadie lo puede salvar Cesare PaveseUna vez más nos encontramos en Navidad, fechas entrañables en las que el amor, la familia y la contaminación lumínica y acústica nos asaltan y hacen que, los más cínicos entre nosotros, deseemos hacer un fast forward temporal y plantarnos ya en enero (o, ya que estamos, irnos a junio y empezar a broncearnos en la playa). Al margen de mi espíritu a lo Mr. Scrooge, hay cosas interesantes en la navidad, en lo que representa y lo que conmemora si la observamos desde el punto de vista de un escritor de literatura fantástica. Y antes de seguir adelante con este artículo quiero recordar que cuando se habla de religión pueden surgir susceptibilidades y malentendidos, por lo que debo recordar que todo lo que se expondrá a continuación es mi opinión, que no pretendo faltar al respeto a ninguna religión y que sólo se ofende el que está deseando ser ofendido. ¿A ti tampoco te gusta la Navidad? Toma, la vas a necesitar. Ho-ho-ho.Porque, ¿qué simboliza la navidad sino el nacimiento y la llegada al mundo de un héroe que viene a salvarnos a todos a costa de un enorme sacrificio personal? Pensadlo bien. Jesucristo es, salvando las distancias, similar a muchos de los héroes de novelas de fantasía, y de muchos otros géneros, que hemos leído alguna vez. Evidentemente, después de más de dos milenios bajo la influencia de la cultura y la religión judeo-cristiana, los mitos del redentor están íntimamente unidos a nuestra concepción del mundo y de la realidad. Pero si los entendemos, si miramos un poco más en profundidad, podemos obtener unas herramientas muy interesantes para usar en nuestros escritos porque, como veremos, el mito del salvador trasciende a la religión cristiana y se engloba en lo que podríamos llamar mitos universales de la humanidad.El redentor de las mil carasEstá lejos de mi intención analizar en profundidad los distintos mitos que precedieron a la figura de Jesucristo, pero es interesante saber que el redentor de la religión cristiana emula a otros que, antes que él, también descendieron de un plano divino, o superior, para salvar a la humanidad. No es, por tanto, algo exclusivo de esta. Yo también soy un redentor de esos, es evidente. No juzguéis a los dioses primigenios por su aspecto. Es que sois de un superficial que me dan ganas de esclavizaros a todos.Las similitudes son muchas y muy evidentes. Algunos de estos dioses/avatares/profetas anteriores nacieron de una madre virgen el mismo día que Jesús, fueron perseguidos por tiranos infanticidas, realizaron milagros, tuvieron doce apóstoles, murieron para luego resucitar a los tres días etc... La lista de salvadores es considerable: Horus, Mitra, Krisna, Dionisio, Buda, Tammuz, etc… Es decir, que el cristianismo es muy probablemente una copia made in Taiwan de diversos mitos existentes y adoptados, debido al choque cultural con religiones orientales, por el pueblo judío y después desarrollados por la civilización occidental.Las características del buen mesíasComo hemos visto, es muy interesante identificar esas constantes que se repiten de una religión a otra. Estoy seguro de que todos podemos recordar su aparición en algunas de nuestras obras de fantasía favoritas.El salvador de la humanidad: Quizá las cosas hayan cambiado en las últimas décadas, pero mucha de la literatura fantástica habla de la venida (a menudo a través de profecías) de un héroe que salvará al mundo de la oscuridad. A menudo es un personaje recto, la encarnación de la luz, aunque, por fortuna, en general suele ser un simple humano lleno de claroscuros, dudas y debilidades.El niño/hombre perseguido: Esa misma profecía, o el simple conocimiento del Mal de la existencia del salvador, provoca que sea perseguido, a menudo desde el mismo momento de su nacimiento o de su concepción. ¿Qué mejor forma de presentar el conflicto en una obra de fantasía que la aparición de fuerzas malignas que buscan aniquilar al héroe antes de que siquiera sepa que lo es?El hacedor de milagros: El redentor guarda en su interior un poder fuera del alcance de sus semejantes que es lo que hace que el Mal lo tema. Esta habilidad, que a menudo no controla, hace que el salvador se sienta diferente y apartado de los demás. Y, de nuevo, otro disparador excelente para que empiece el conflicto de la obra es que el protagonista descubra sus poderes.El líder inspirador: Un hombre extraordinario no deja indiferente a nadie allá por donde pasa. Nuestro héroe inspira a una serie de hombres y mujeres para seguirlo y aprender de él. A veces es venerado como un semidios y otras veces es visto simplemente con admiración, o temor, por quienes le siguen.La amenaza al poder establecido: Por supuesto los mandamases de su sociedad tampoco permanecen impasibles ante alguien tan extraordinario. Algunos comprenden que es mejor apoyar su causa, ya que el pueblo suele estar de parte del salvador, pero la mayoría lo verán como una amenaza a su poder y actuarán en consecuencia. En ocasiones recurrirán a la intriga y la manipulación, pero si sienten que ese héroe revolucionario les está arrebatando parte de su poder usarán la violencia.Muerte violenta: El salvador a menudo paga con su vida su papel de enviado de poderes más allá de la comprensión humana. A veces será en su lucha final, como el sacrificio supremo que le lleva a dar su propia vida para que los demás puedan vivir. Otras veces serán sus propios congéneres, a través de la acción del poder establecido, quienes acaben con él. Que digo yo que lo de la muerte violenta de los héroes está sobrevalorado, autores sádicos.Descenso a los infiernos: Es la travesía del héroe por las tierras de los muertos, los mismos infiernos o, en definitiva, por territorio hostil y de polaridad negativa. A menudo es metafórico y se refiere a la “Noche oscura del alma” u otro momento de extrema flaqueza o de pérdida absoluta del salvador. Es el momento en que todo parece perdido.Resurrección y ascenso: Al igual que el punto anterior, puede ser real o metafórico. La resurrección comprende un momento de claridad total que le lleva a obtener un conocimiento superior. Dicho conocimiento será usado para salvar a la humanidad del Mal.Algunos ejemplosCuando pensamos en fantasía épica, todos identificamos algunos personajes que cumplen con varios de los puntos descritos anteriormente. No en vano hemos pasado más de dos mil años sumidos en un ambiente religioso-cultural basado en el mito del pecado, culpa y salvación posterior a manos de un redentor. Y, como hemos visto, antes de Cristo ya existían otros salvadores. Los autores de fantasía épica hemos incorporado a nuestras historias estos mitos que no dejan de estar inherentemente mezclados a nuestra condición humana.Veamos algunos de los personajes que han representado a este arquetipo del salvador en la literatura épica:***Spoiler Alert***Es posible que te destripe aspectos esenciales de las siguientes obras si no las has leído.Aslan (Las Crónicas de Narnia): Aslan es un león con atributos humanos (el habla, la inteligencia) y otros propios de una divinidad (es creador del mundo de Narnia, posee poderes y una sabiduría inconmensurable). Guía al grupo de héroes para que se enfrente al mal y acaba muriendo para salvarlos. No obstante, resucita poco después para luchar en la batalla en la que el mal acabará desterrado de su mundo.Rand al´Thor (La Rueda del Tiempo): Rand al´Thor es el Dragón Renacido, es decir, desde su mismo nacimiento representa la vuelta del espíritu del hombre que había salvado a la humanidad durante una guerra antiquísima. Hay varias profecías que lo proclaman como el salvador de la humanidad lo que hace que el mal lo busque activamente para acabar con él. Es capaz de hacer gestas imposibles (usando el Saidin, es decir, la magia), es marcado con una suerte de estigmas en manos y costado y debe, supuestamente, dar su vida para salvar al propio mundo. Muchos pueblos lo ven como a su libertador o profeta.Kelsier (Nacidos de la Bruma): Kelsier representa, como pocos, al redentor que viene a salvar al pueblo de un malvado tirano (el lord Legislador) que los ha oprimido durante un milenio. Él representa la esperanza en un mundo que la había perdido. Sus poderes alománticos son legendarios, se presume que es invencible, sobrevivió a duras pruebas cuando nadie más lo había logrado, alteró las conciencias y lideró una rebelión que nadie creía posible. Su sacrificio, tras morir a manos del mismísimo lord Legislador, inspiró al pueblo para alzarse contra sus gobernantes e inspiró a su discípula, Vin, para que triunfase allá donde él fracasó. Además, haciendo uso de una triquiñuela, consiguió “resucitar” durante un tiempo para lograr enardecer al pueblo y proporcionarles el valor suficiente para pelear por su libertad. Con el tiempo se creará una religión de tintes sectarios y fanáticos en torno a su figura.¿Y si no esperamos al mesías?Literariamente hablando, si tenemos en cuenta que en nuestras obras deben aparecer personajes fuertes, determinantes e interesantes para el lector, tiene todo el sentido del mundo usar el comodín del salvador que se enfrenta a las fuerzas oscuras. Pero, como todo, debe ser usado con moderación y además puede enviar un mensaje equivocado. Porque una cosa es el héroe y otra el redentor, ambos comparten muchas similitudes, pero no tienen por qué ser lo mismo. Sin ese componente de flaqueza y corrupción del resto de la sociedad, de salvación global, de sacrificio personal y de ascenso posterior, el héroe deja de ser un salvador. Que a lo mejor si en vez de perder el tiempo escribiendo en la palma de la mano me hubiese puesto a nadar, ya me habría salvado. Es que soy un lumbreras.Me parece más interesante el héroe que se salva a sí mismo y, en ese proceso, sirve de espejo, modelo y reflexión para los demás. Eso, con suerte, propiciará que los demás se salven a sí mismos y de esa forman se conviertan en héroes. Porque nos han inculcado que somos como niños, que estamos indefensos, que no podemos cambiar nuestro destino y que hemos caído en desgracia; que todo esto solo lo puede arreglar alguien que vendrá a salvarnos, a completarnos, a guiarnos. Y no digo que no haya cierta verdad en esas aseveraciones, pero pensad esto, ¿y si ese mesías fuésemos nosotros para nosotros mismos? ¿No sería una experiencia liberadora pensar que el destino de tu mundo está en tus manos?
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 29, 2018 11:43

December 16, 2018

(DES)MOTIVACIONES

El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también.Thomas CarlyleMe gusta, por mera comodidad y por influencia de una sensación que podríamos definir como el síndrome del impostor (ver más abajo), hablar de cosas que conozco y he experimentado de primera mano. Y pocas cosas hay que conozca mejor que la lucha constante y descarnada contra la desmotivación. No es algo exclusivo de los escritores, desde luego, pero los oficios creativos y artísticos son el caldo de cultivo ideal para que aparezca esa sensación de hastío, de futilidad, de pereza o esa súbita idea de que ponerse a declinar rosa, rosae en latín es más atractivo y urgente que sentarse a acabar el maldito capítulo 12 de tu manuscrito.La idea de escribir sobre la motivación, o la falta de ella, en un escritor no es nueva. Probablemente todos los que tenemos un blog de este tipo lo hayamos hecho, pero hace unas semanas vi una conversación en Twitter entre @ProyectoPoema y @CabalTC en la que hablaban sobre la procrastinación y que lo realmente importante era preguntarse por qué uno estaba haciéndolo. Bien, pues este artículo pretende justamente eso, exponer las causas profundas por las que uno es capaz de motivarse o desanimarse a la hora de sentarse y escribir. Mira hacia dentroSi has ido alguna vez a alguna terapia psicológica y has prestado atención sabrás que los terapeutas suelen afirmar que las causas últimas de nuestro comportamiento están dentro de nosotros. Lo externo no es más que un estímulo neutro al que nosotros reaccionamos de distintas maneras dependiendo de nuestro estado de ánimo, personalidad y bagaje emocional. Es decir, y aunque parezca evidente, la motivación hay que buscarla dentro de nosotros, al igual que las causas de la falta de esta. Me temo, señor Martin, que toda esa crueldad que plasma en sus novelas dice mucho de usted como persona.Si creías que la culpa de que solo hayas escrito dos frases en toda la tarde era de twitter, de esa misión que necesitabas hacer para conseguir el último arco épico en tu mmo favorito o de tu gato, que no deja de molestarte para que le hagas caso, estás muy equivocado. La culpa, si es que se puede hablar de culpables, es sólo tuya. Lo bueno es que podemos eliminar de un plumazo millones de posibles causas y centrarnos solo en una: tú. Y esto, por supuesto, no quiere decir que a veces no sea bueno restringir los estímulos externos, aislarnos para poder concentrarnos y establecer rutinas. Todo eso puede ser muy útil como ayuda, pero si no logramos obtener la motivación suficiente y comprender las causas que motivan su carencia, no servirá de nada.Buceando en el subconscienteHay tantos escritores como arquitectos, cantantes de rock o limpiadores, pero apuesto a que, si piensas en muchas de esas profesiones, vienen a tu cabeza una serie de rasgos arquetípicos que, en un número importante de ocasiones se ajustan, con mayor o menor acierto, a la verdad. Usando la estadística y el simple prejuicio, podemos establecer una serie de características comunes a los escritores que nos ayudarán mucho a la hora de entrar en esas cabezas malditas y llenas de pájaros y gritar a pleno pulmón: “¿Por qué c**o no estás sentado escribiendo, desgraciado? ¿Por qué crees que lo que haces no vale la pena y te sientes como Sísifo empujando, una vez más, su piedra cuesta arriba? ¿Dónde estás, escritor vago y procrastinador? Si tú no vienes a la historia, la historia vendrá a por ti.Las respuestas, si eres sincero, te pueden sorprender. La motivación es algo frágil, valioso y, asumámoslo, temporal. No todo el mundo va a poder estar todo el tiempo motivado. Tarde o temprano vas a flaquear, vas a dejar que los estímulos externos hagan mella en ti y tu ánimo decaiga. Todos necesitamos temporadas de recargar las pilas. Lo malo es cuando esa recarga se convierte en una excusa para seguir nadando en el océano de la desidia, la insatisfacción y la autocompasión.Cinco causasCinco es un número arbitrario, porque, como he dicho, hay tantos escritores como estrellas en el cielo, pero en el fondo todos nos parecemos, quizá más de lo que nos gustaría. Así pues, pasemos a verlas.El síndrome del impostor:Algo muy común en cualquier escritor es creerse menos de lo que realmente es. ¿Cuántos de nosotros no tenemos, o hemos tenido, problemas para identificarnos como escritores públicamente? Es habitual entre los escritores desmerecer el propio trabajo y engrandecer el de los demás. Como es lógico, si nuestra confianza en nosotros mismos y en nuestro trabajo se encuentra minada, es habitual perder la motivación para escribir. ¿Para qué, podemos pensar, si lo que va a salir de aquí no es más que basura?Extrema sensibilidad: Esto entronca con el síndrome del impostor, pero no es lo mismo. Los escritores, como cualquier artista, suelen tener una sensibilidad mayor que el común de las personas. Esta sensibilidad los lleva a asimilar mal las críticas, a detestar que otros hurguen en su mundo interior y a temer las consecuencias de exponerse a la luz pública. Quizá no nos demos cuenta de forma consciente, pero muchas veces intentamos dilatar el proceso de escritura y corrección de nuestros manuscritos hasta el infinito. Y esto es así porque no queremos lidiar con nuestro terror a publicarlo y dejar que cualquier lector desaprensivo lo juzgue a la ligera y lo critique con saña.No todo el mundo está preparado para ser autónomo:Llevamos siglos siendo educados como vasallos, esclavos; seres dependientes, si lo prefieres. No es fácil trabajar cuando nadie te impone horarios, metas ni sanciones cuando las incumples. Es complicado adaptarse a esa forma de hacer las cosas, mucho más cuando dentro de ti perviven esos prejuicios que gran parte de la sociedad tiene acerca de los escritores: es una afición, no es serio, no paga las facturas etc… Y si eres autopublicado o un autor de perfil bajo y no tienes un editor detrás metiéndote presión para publicar, la cosa puede agravarse mucho más.Estaba en la cama tan a gustito y de repente mis obras se escribían solas y caían del cielo... Y entonces me desperté y ya eran las 12 del mediodía.Nos asusta poner demasiado de nosotros mismo en nuestra obra:La mayoría de los escritores lo son por y para tomar ciertos sentimientos, sensaciones y experiencias muy intimas y sacarlas a la luz. Los motivos de por qué esto es así son múltiples, pero en general es porque no sabemos o podemos compartir nuestro mundo interior con los demás de otra manera. Claro que, esto es un arma de doble filo. En el proceso de subir el cubo desde el pozo de nuestro subconsciente nos podemos hacer mucho daño. Es duro sacar todos esos sentimientos reprimidos, que a veces no sabíamos ni que teníamos, y transformarlos en palabras. No digamos ya pensar en que un montón de desconocidos puedan verlos y, quizá, minusvalorarlos (y, de nuevo, aparecen los puntos 1 y 2). Este tremendo esfuerzo mental y emocional que supone, a veces, la escritura, puede hacer que nos apartemos inconscientemente de ella.La soberbia:Sí, porque los escritores somos, en algunas ocasiones, soberbios. No es ningún secreto que muchos escritores son personas brillantes, inteligentes, por encima de la media. A menudo, muchos sacaban excelentes notas durante sus estudios. Unos pocos pueden pensar que tienen una habilidad innata para la escritura, que ya formaban letras en el vientre materno usando su propio cordón umbilical y que, por tanto, no tiene mucho sentido esforzarse en aprender y mejorar. Normalmente son los que esperan que lleguen las musas, la inspiración, para entonces correr hasta el procesador de textos a escribir. La soberbia puede llevar, por extraño que parezca, a la procrastinación y a la desmotivación. You can do itUna vez entiendes que todo, la posibilidad de escribir el mejor libro que seas capaz o de dejarlo correr por cualquiera de los miedos que a menudo ni siquiera sabes que tienes, está en tu interior, tienes más de la mitad de la batalla ganada. Porque entender el problema es una necesidad para poder abordarlo y resolverlo. Y si sabes que todo está en tu mano, que no son las causas externas las que te llevan por la calle de la amargura, sino que tú eres el único responsable (que no culpable) de tus acciones, verás como de repente aquella terrible montaña que debías escalar se convierte en una colina, escarpada sí, pero por lo menos no vas a necesitar a todos esos sherpas para coronarla. Sólo te necesitas a ti mismo y encontrar tu motivación para hacerlo.Claro que sí, campeón. Aparte de subir todo tu equipo, también quieres que acabe tu manuscrito y que te de un masaje en los pies, ¿no? FLI-PA-DOY recuerda, no siempre la procrastinación es mala. A veces no es más que un estado de transición. Lo importante es no estar nunca quieto, el movimiento, que en el mundillo escritoril significa estar trabajando en algo que te haga crecer y mejorar como escritor. Y eso puede implicar mil y una cosas.Y, si todo lo demás falla, piensa en esto: ¿Qué hay más motivador que el hecho de comprender que el único que va a escribir esa obra que tienes en mente eres tú? Escribe el libro que te gustaría leer porque nadie más va a hacerlo.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 16, 2018 08:47

November 21, 2018

DE DONCELLAS Y BRUJAS

Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas.Mary WollstonecraftUna vez más vuelvo al blog dispuesto a hablar de temas que puedan interesar a cualquier fan de la literatura fantástica. Ha pasado mucho tiempo desde el último artículo, pero vuelvo con nuevas ideas y una periodicidad que pasará a ser quincenal hasta nueva orden. El cuervo me visita tanto como antes, pero no me da la vida para transcribir todas sus revelaciones, ¡Escribe, esclavo! Tengo muchas cosas que contarle al mundo y tú tecleas como un anciano reumático.Este será el primero de una serie de artículos acerca del papel de la mujer y de lo femenino en la literatura fantástica. Es evidente el auge actual de las autoras del género y el aumento de la conciencia de que, no sólo las mujeres tienen historias que contar, sino que están siendo cruciales en un género que debía renovarse, como ya vimos en mi anterior post: Fantasía moderna vs. tradicional.Este tema, el papel de la mujer en mis obras, crear personajes femeninos creíbles e independientes, es una de mis asignaturas pendientes, lo reconozco. O mejor dicho, estoy aprendiendo a escribir sobre mujeres desde una perspectiva actual y, lo que yo llamo, más “humana”. No me da vergüenza admitirlo, ya que en este género (como en muchos otros) el síndrome de “la compañera del héroe” ha hecho mucho daño, como veremos a continuación. En cualquier caso, tengo grandes planes para ellas en los siguientes tomos de El Trastorno de Elaranne en los que voy a aplicar lo que he aprendido durante el último año.El papel tradicional de la mujer A nadie se le escapa que hasta hace unas pocas décadas el papel de la mujer en las sociedades occidentales, y más concretamente en nuestro país, era básicamente la de ser un apoyo, una servidora, una incubadora y cuidadora de los hombres. Esto era así en gran medida por culpa de una cultura heredada después de siglos de influencia de una religión abrahámica. La historia que tenemos es la que es y resulta inútil criticarla o renegar de ella. En un mundo en el que la religión se arrogó un papel tan desmesuradamente privilegiado en la sociedad, parece una consecuencia lógica. Si lo miramos de forma aséptica, es evidente que el credo de un grupo de fundamentalistas se convirtió en norma, cultura y ley, y ese credo no dejaba en buen lugar al sexo femenino culpable, no lo olvidemos, del pecado original.La literatura aspira a reflejar la sociedad en la que surge y, con suerte, en unos pocos casos, a superarla. Por eso la mujer ha sido tratada tan duramente en la propia literatura como en la realidad. Pero, ¿y en la narrativa fantástica? Pues me temo que el panorama apenas cambia. La fantasía épica clásica, inspirada en mitos y ambientaciones medievales, del mundo clásico o renacentista, ha tratado a la mujer y la ha representado tal y como creemos que se hacía en dichas épocas. Tiene cierta lógica, claro. Nos gusta ser fieles a la realidad o a sociedades inventadas que imitan a la realidad. El problema es que el dogma cultural está tan asimilado en nuestro interior, que a veces pasamos por alto que esta literatura es pura fantasía, es ficción, y nosotros, los autores, podemos y debemos crear mundos e historias diferentes a la realidad. Y, por supuesto, es una norma no escrita que la literatura debe ayudar a construir un mundo mejor. ¿Qué mujer no querría volver a los años 50? ¿No veis su cara de felicidad inmortalizada por, me juego lo que queráis, un hombre?En muchos libros de fantasía clásica encontramos que la mujer es rara vez la protagonista de tales obras. Habitualmente son las indefensas damiselas protegidas por el héroe, las figuras maternales que lo rodean o su interés amoroso, sin más. En ocasiones son las antagonistas: mujeres que se han doblegado ante poderes oscuros y no pocas veces, en el proceso, se han hipersexualizado. Rara vez son determinantes para la trama principal y suelen estar presentes para formar arcos narrativos secundarios. No obstante, en algunos casos encontramos que sus roles no son los tradicionales y vemos mujeres fuertes, desafiantes y que reniegan del papel que la sociedad les ha asignado. Sí, incluso en la fantasía tradicional había representaciones de mujeres autosuficientes.En definitiva, la mujer solía ser presentada a menudo como la doncella, la joven que necesita protección del héroe, la abnegada, la prudente, temerosa y servicial. Por otro lado teníamos a la bruja, la femme fatale, oscura, lasciva, maquiavélica y que llevaba a su perdición a los hombres. A menudo se pintaba a los personajes con estas dos acuarelas, dándole pinceladas aquí y allá de uno u otro tono para crear personajes más complejos.Nuevos rolesLos tiempos cambian y las sociedades evolucionan, afortunadamente. La globalización e internet, en primer lugar, y la sociedad del bienestar y las democracias, con algo más de renuencia, han ayudado a que el papel de la mujer haya cambiado de forma radical. O, mejor dicho, ha cambiado la percepción que de sí mismas y de su situación tienen muchas de las mujeres y la mayoría de las jóvenes. Esto es importantísimo porque son las nuevas generaciones las que pueden impulsar ese cambio que, sólo se ha producido a medias.La literatura actual refleja este cambio, tanto el real, evidentemente, como el de mentalidad. A no ser que busquemos lecturas perpetradas por tertulianos de alguna televisión subvencionada por la Iglesia, claro. La fantasía ahora está protagonizada por mujeres que volatilizan sin miedo a una horda de orcos o descuartizan a un imponente bárbaro sin pestañear. Aunque los extremos nunca son buenos y lo interesante son las mujeres que, a pesar de tener miedo y de las dificultades, son capaces de imponer su voluntad. El auge de la fantasía urbana y de las distopias ha ayudado en todo este proceso. Muchas están escritas por mujeres y reflejan, en buena parte de los casos este rol fuerte y autosuficiente de la mujer. Yo creo que esta mujer es autosuficiente, está empoderada y mete ostias como panes.Un simple vistazo al escaparate de cualquier librería confirma esta tendencia, que no tengo ninguna duda, ha venido para quedarse y para seguir creciendo. Las mujeres escriben, mucho y muy bien, y empiezan a ser recompensadas por ello. No es sorprendente si tenemos en cuenta datos estadísticos como estos del propio Ministerio de Cultura que dicen que las mujeres lectoras suman 10 puntos porcentuales más que los hombres. En el terreno de la fantasía, y centrándonos en España, en los últimos años han despuntado magníficas autoras como Aranzazu Serrano, Concepción Perea, Gabriella Campbell, Ana Gonzalez Duque, Virginia Perez de la Puente o Sofía Rhei, por citar algunas.No obstante, no es oro todo lo que reluce.Involución¡Ojo, cuidado!, que el patriarcado strikes back. Es curiosa esta tendencia que viene ocurriendo durante los últimos años de volver a tratar a la mujer como antaño o, más concretamente, bajo una capa de falsa modernidad y equidad. Esta involución es de carácter mundial y se da a muchísimos niveles, social, cultural, económico, de libertades etc… Suele indicar una última resistencia de los sectores más inmovilistas a aceptar una nueva realidad y, me temo, que también indica que estamos asistiendo a los últimos coletazos de un sistema que ya no funciona. Pero eso, como se suele decir, es otra historia que no voy a tratar aquí.Lo que más me maravilla de esta involución, ciñéndonos al aspecto puramente literario, es que no sólo viene de mano de “señoros” con cara de pocos amigos y miembros de la RAE, sino que a menudo son las propias mujeres (y lo que es peor, mujeres jóvenes) las que forman parte de ello, consciente o inconscientemente. He leído, y he oído hablar, de libros escritos por féminas que ensalzan a figuras masculinas con actitudes machistas y perdonavidas. Me he encontrado con libros que hablan de amores tóxicos, donde el hombre es un maltratador emocional y la mujer un ser sumiso que necesita protección y suspira por las migajas de amor que tiene a bien arrojarle su novio malote e incomprendido. Cuando esa mierda la escriben mujeres… y no me refiero a unas pocas, no, sino que durante los últimos siete u ocho años se ha creado un subgénero literario de romántica basada en esa premisa… pues que queréis que os diga; es para echarse a temblar."Ni se os ocurra tildar solo. El lenguaje inclusivo no es normativo. Ni machismo, ni feminismo: igualdad. Ah, y mimimimi".Y luego está la otra cara de la moneda. Los que amenazan con dar un giro de 180 grados, activar los propulsores y lanzarse en una loca carrera hacia el extremo opuesto. No se puede construir nada basado en el odio o el revanchismo. No se puede hacer un cambio que perdure contra la mitad de la sociedad. Nos guste o no, estamos condenados a entendernos o a chocar para siempre. Es lícito que exista la literatura de géneros y que haya libros en los que los hombres sean irrelevantes o directamente no existan. Es una forma de protesta y un modo de llamar la atención ante una situación injusta. Pero se corre el peligro de crear guetos, de polarizar y normalizar algo que no es real, como no lo era lo anterior. La sociedad, el mundo, no debería establecer divisiones entre los géneros ni etiquetarlos o denigrarlos por el mero hecho de pertenecer a uno u otro.EnseñanzasComo dejé caer al principio de este artículo, este es un tema pendiente para mí. En gran medida, me formé leyendo fantasía tradicional, donde ya sabemos que los personajes femeninos están coartados debido al hecho de que la inmensa mayoría de los autores eran hombres. Mi primer libro, La primavera ausente, tiene una estructura un tanto restrictiva debido a que quiero relatar un viaje, tanto físico como interior, y a que es protagonista-dependiente. Además, transcurre en un mundo donde una enfermedad ha aniquilado casi a cuatro mujeres de cada diez y esa escasez se nota. Pero tengo, y he tenido desde hace años, planes ambiciosos para los siguientes volúmenes.Al fin y al cabo, no es tan complicado representar a las mujeres en la literatura de una forma convincente y normalizada. Lo único que hay que hacer es tratarlas como a cualquier personaje masculino. El sexo no debería dividirnos en cuanto a las historias que contamos de nosotros mismos; todos somos humanos y pasamos por las mismas penas y alegrías.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 21, 2018 04:07

July 23, 2018

LA OLA DE LOS AUTOPUBLICADOS

El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.Friedrich NietzscheEsta semana comienza una iniciativa muy interesante, promovida por @Carbel1994 por segundo año consecutivo. No es otra que la #SemanaAutopublicados que, como su nombre indica, se trata de hablar, compartir, debatir y, en suma, visibilizar, durante la última semana del mes de julio, a través de redes sociales, blogs y videoblogs a las obras y autores autopublicados. Como imaginareis, la idea es ayudarnos un poquito a los autores independientes, darnos algo de voz, comentar nuestras obras y reseñarlas e informar a nuestros lectores o potenciales lectores de cuales son los retos a los que debemos enfrentarnos los autores que entramos dentro de esa categoría.Yo, como integrante de las interminables huestes de los autores autopublicados, también quiero sumarme a esta iniciativa. Os hablaré de cómo hacemos los autores independientes para surcar un océano lleno de horrores dispuestos a que seamos su cena. Para ello os contaré mi experiencia al respecto, desvelaré qué hay de cierto en algunos de los mitos que circulan sobre nosotros y por último os revelaré si luego, a cambio de tanto esfuerzo, llega la tan ansiada recompensa económica. ¿Me habré comprado un chalet en la sierra y un Mercedes clase A? Pronto lo sabréis. It´s raining billets!Spoiler: ¡Ni de coña!Hazlo tú mismoA los que tenemos una cierta edad ya (y venimos de provincias) todo este tema del self-service nos tomó por sorpresa en algún momento de nuestra adolescencia. Nuestra idílica y rural infancia se vertebraba en torno al concepto de comunidad, vecindad y de arrimar el hombro. Pero hete aquí que el progreso no espera por nadie y se fue imponiendo poco a poco la idea del hazlo tú mismo. Desde el auto-servicio, el buffet libre, las cajas rápidas en las que tú mismo escaneas tus compras y las pagas, las gasolineras low cost etc… Todos estos cambios llegan con una doble filosofía, por un lado agilizar los servicios y por otro ajustar precios. Bien, estaréis de acuerdo en que no siempre se cumplen estas dos premisas, pero en general es cierto. Ah, y hay un tercer factor que no suele admitirse, pero que es el más importante para explicar la proliferación de todo lo auto: reducción de mano de obra y, por tanto, de costes.[image error] Cinco horas comiendo y aún no se han marchado. A este paso quiebra el restaurante; esto de auto abastecerse también tiene sus peligros.En el panorama literario, la autopublicación representa un paso lógico dentro de una industria editorial que ya no es tan rentable como antes. Han tenido que aparecer gigantes como Amazon, Barnes & Noble y demás para sacudir el avispero e introducir el concepto de autor indie y autosuficiente. La industria editorial ha aceptado este cambio a regañadientes (al fin y al cabo, somos competencia) y ha pasado a ver a los autopublicados como una suerte de cantera a la que ojear para descubrir nuevos talentos o a influencers con una buena base de seguidores en RRSS a los que echar el guante y reclutar.Mitos y verdadesDespués de un par de años inmerso en la vorágine de redes sociales, blogs y publicaciones que tratan el tema de la autopublicación, me doy cuenta de que todavía es mucha la desinformación existente sobre todo lo que implica. Existen muchos prejuicios, algunos fomentados por los propios compañeros de forma interesada, y otros surgidos por el desconocimiento de una práctica que aún es novedosa para mucha gente. Veamos algunos de ellos:Los autopublicados son escritores neófitos que no han conseguido publicar con una editorial. Lo cual es falso, por supuesto. Muchos ni siquiera hemos intentado, o estamos interesados, en una publicación tradicional. Los motivos puedes ser múltiples, como por ejemplo retener el control de la obra y evitar injerencias de una editorial en tu trabajo, la posibilidad de ganar mayores royalties y evitar intermediarios, desconfianza ante algunas editoriales cuyas prácticas pueden ser calificadas desde de dudoso proceder hasta la de timadores profesionales etc…La calidad editorial de sus obras es pésima. Lo cual vuelve a ser falso o, para ser justos, una verdad a medias. Hay obras autopublicadas que no tienen nada que envidiar a las publicadas por un sello editorial. De hecho, las hay incluso mejor maquetadas, editadas o con mejor calidad de papel/portada. La otra cara de la moneda es que hay autores que no se esfuerzan en ofrecer un producto de calidad, por desidia, falta de medios o desconocimiento, lo cual no es sólo una mala idea si lo que quieres es vender, sino que es una falta de respeto hacia nuestros lectores.La calidad literaria de sus obras es terrible. Idem que en el punto 3. Las hay excelentes y las hay terribles. Lo mismo que en cualquier librería. Quizá en un mayor porcentaje ya que no pasan por ningún filtro editorial, pero la calidad de estos últimos ha ido bajando durante las últimas décadas así que la diferencia no es tanta.Hay miles de autopublicados y, por lo tanto, mucha competencia. Esta es una dolorosa verdad que condiciona muchísimo a los autores independientes. No sólo debes escribir la mejor obra posible y presentarla de la forma más atractiva que seas capaz, sino que también debes convertirte en un genio del marketing y promocionarte, a ti y a tu obra, para destacar entre los demás. Lo cual nos lleva al siguiente punto.Un autopublicado debe ser como una mini-editorial: debe saber hacer un poco de todo. Como he mencionado antes, es cierto. Si quieres crear una obra de calidad debes aprender a realizar por ti mismo todo el proceso normalmente reservado a las editoriales, o bien pagar a un profesional que lo haga por ti. Este proceso se compone de corrección, búsqueda de lectores cero, maquetación, confección de la portada, aspectos legales de la obra, promoción, presentaciones, giras, publicidad, redes sociales y en general cualquier aspecto relacionado con el marketing. Y también incluyo otros aspecto nada tangencial como es la creación de una plataforma de autor, en forma de web, blog o videoblog. Sí, amigo, hay mucho que aprender para poder ser un autopublicado con cierto éxito.Puedes ganar mucho dinero publicando libros como churros. Esta es una de esas leyendas urbanas que circulan por ahí. Entiendo que es falsa… en el 95 % de los casos. Un puñado de autores, con la habilidad, la inteligencia o la suerte adecuadas, lo ha logrado, pero no es lo común. En la mayoría de los casos la autopublicación, al menos durante los primeros años, se convierte en una actividad casi filantrópica o te genera unos ingresos muy ajustados. Es irónico que algunos autores independientes se aprovechen de esta creencia para vender sus libros de dudosa utilidad en los que cuentan las claves de su supuesto éxito, dándote a entender que podrás vivir como un jeque publicando dos o tres libros en Amazon al año. Siempre han existido los vendehúmos, pero por suerte la gran mayoría de las voces autorizadas en este mundillo son buenas personas y hablan desde la sinceridad.La mayoría de la literatura autopublicada es de género. Es cierto, pocas obras de alta literatura verás en plataformas de autopublicación. Pero ¿acaso es eso malo?Un ultimo mito que voy a derrumbar. Los autopublicados no somos tan intensos como el señor de arriba. Él pertenece al gremio de los actores, hay que disculparlo.Tres meses después…El 14 de abril de este año publiqué La primavera ausente en la plataforma de Kindle de Amazon. Como ya he mencionado, mi primera opción siempre fue la autopublicación, tanto por el hecho de ser un autor novel, como por el hecho de que este era el primer volumen de una saga de cuatro novelas. Los milagros existen, pero no es probable que ninguna editorial esté interesada en publicar más de 800.000 palabras de un autor desconocido. De cualquier manera, y no sin ciertas complicaciones, el libro fue publicado entre fanfarrias y una botella de cava descorchada para la ocasión.Me considero una persona sensata, pero es difícil no experimentar cómo la ingravidez se apodera de ti cuando la obra en la que has trabajado durante años sale a la luz. Durante los últimos seis meses entré en una vorágine llena de adrenalina y cafés bien cargados en que cada momento libre que tenía lo dedicaba a la preparación del manuscrito, corrección, maquetación y demás tareas del escritor autopublicado. Es agotador cuando a la misma vez trabajas una media de 11 horas diarias en cualquier otro trabajo random para poder pagar las facturas. En cualquier caso, todo lo que sube acaba por caer por su propio peso; esa es una constante del universo.[image error] Desde las 5 de la mañana cavando zanjas y ahora me tengo que sentar a escribir 2000 palabras, tuitear como si no hubiera un mañana y ponerme con el SEO de la última entrada del blog. Necesito atropina en vena.Hasta la fecha, he perdido dinero con la publicación de La primavera ausente. En su momento decidí que era importante contar con una buena portada para la obra y contraté a una ilustradora profesional. Por cierto, os recomiendo encarecidamente que visitéis la obra de Yuly Alejo, no os arrepentiréis. También gasté dinero contratando una buena plataforma web, con correo profesional. Evidentemente también me he rascado el bolsillo en suscripciones a procesadores de textos y otros programas informáticos, toneladas de cafés, psiquiatras etc…Vaya por delante que no me estoy quejando. Este camino lo he elegido yo, siempre supe que no era un camino de rosas, sino más bien de zarzas, acepto las reglas del juego y sé que las cosas que más valen la pena en el mundo son aquellas que cuesta conseguir. La primavera ausente se está vendiendo y leyendo a cuentagotas, pero poco es mejor que nada y algunas cosas que caen vuelven a subir. Es sólo la primera de muchas novelas (Proyecto otoño, la segunda parte de El Trastorno de Elaranne, ya está empezada), soy consciente de que estoy sentado las bases de un proyecto a largo plazoy sé que con constancia y dedicación las cosas tienden a mejorar. Además, la satisfacción de recibir el feedback de algún lector comentándote que tu obra le ha encantado es sencillamente impagable.RecapitulandoLa ola de la autopublicación ha venido para quedarse. Es la tendencia actual, abaratar costes, hacerse autónomo, atomizar en un mundo que es cada vez más global. Eso no tiene porque implicar una pérdida de calidad, pero a cambio implica un mayor esfuerzo individual. Si somos capaces de realizar ese esfuerzo, pero a la misma vez de crear una suerte de compañerismo entre los autopublicados (recordemos que no tenemos detrás ninguna empresa que nos respalde), entonces tendremos buena parte del camino hecho y podremos esquivar a los malvados tiburones que nos acechan. Es por eso por lo que son tan loables iniciativas como la de #SemanaAutopublicados. Por eso os pido que os unáis a ella usando el hashtag en vuestras RRSS y mencionando aquellas obras o autores que hayáis leído y os hayan gustado. Porque la unión hace la fuerza y sé que todos sois personas de buen corazón. Y con esto concluyo esta entrada de Revelaciones de un Cuervo, que será la última hasta el mes de septiembre. Porque incluso los autores independientes nos merecemos vacaciones y descansar de vez en cuando.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on July 23, 2018 09:36

July 8, 2018

FANTASÍA: MODERNA VS. TRADICIONAL

Nada tan peligroso como ser demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado.Oscar WildeUna semana más vuelvo a la carga con un tema que me interesa especialmente y que me ha quitado el sueño en alguna ocasión durante los largos meses de revisión y reescritura del manuscrito de mi primera obra. Ese tema no es otro que la eterna discusión entre lo nuevo y lo viejo, la originalidad contra lo ya establecido y, tal y como reza el título de esta entrada, la fantasía moderna vs la tradicional. Y es que es un tema que preocupa tanto a autores como a lectores. Porque lo habitual nos da seguridad, pero cansa, y lo nuevo ilusiona, aunque como dijo el gran Oscar Wilde, lo demasiado novedoso suele ser contraproducente.En mi caso mi preocupación venía derivada de una sencilla premisa: mi obra (si has seguido mis posts hasta el momento ya sabrás por qué) venía lastrada por unas influencias y una concepción de la literatura fantástica del siglo pasado. Eso hizo que perdiera muchísimo tiempo reescribiéndola (a ella y a mi cerebro) para que estuviese más acorde no sólo a los tiempos actuales sino a cómo había cambiado yo mismo con el transcurso de los años.Viejas fantasíasLo viejo. ¡Puaj!, eso no mola nada, ¿verdad? Bien, debería porque todo, y todos, nos encaminamos en esa dirección. Pero hablamos de literatura fantástica, no de las diez o doce canas que, por supuesto, no me están saliendo en la barba. Eso sí que es una fantasía. En cualquier caso, ¿qué nos aportan las obras del siglo pasado? ¿Por qué molestarse en leerlas o, si eres un autor, en inspirarse en ellas o tomarlas como modelo? Podría acabar la discusión aquí mismo usando el comodín de Tolkien (reductio ad Tolkienan. Si no existe, alguien debería inventarlo). Es decir, pocos lectores y ningún autor, por muy imberbe que sea, desconocen la obra de Tolkien. Es universalmente reconocida y valorada, como clásico que es. Eso no significa que no esté superada en muchos aspectos, no en vano es literatura de su tiempo, pero es, y siempre será, una referencia para los que amamos la literatura fantástica. Leer algunos clásicos se hace tan cuesta arriba como leer en sánscrito.Pero no solo de Tolkien vive el lector. Tenemos verdaderas joyas como las Crónicas de la Dragonlance, La Rueda del tiempo, Añoranzas y pesares, las Crónicas de Belgarath, El señor del tiempo, El ciclo de la Puerta de la Muerte… Sería imposible catalogarlas todas con una etiqueta genérica. Las hay muy bien escritas, con temas profundos y maduros y personajes inolvidables. Otras se circunscriben a obras seguidistas de la literatura de Tolkien, pero generalmente con algún punto de vista novedoso que aportar. Si algo bueno tiene la fantasía publicada en los 80 y 90 es que, y a pesar de que he leído cosas que no creeríais, mantenía unos filtros editoriales que en general le aseguraban un mínimo de calidad. Además, me parecían obras sinceras, quizá más torpes que las obras actuales, pero más sinceras.Aunque como he dicho en ocasiones se hacían repetitivas, pues la gran mayoría reproducía el viaje del héroe al milímetro y la estética de El Señor de los Anillos al fotograma, muchas eran obras valiosas por sí mismas. Vale la pena leerlas si no lo has hecho.Una nueva esperanzaY llegamos a lo nuevo, a lo moderno. Es difícil poner la frontera entre lo viejo y lo nuevo. ¿Es Harry Potter fantasía antigua, moderna, precursora o va a su aire? ¿Y Malaz? Los abanderados de esta nueva fantasía son Sanderson, Cook, Abercrombie, Ericksson y, por supuesto, George R.R. Martin. Pero imagino que todo eso lo sabes, si eres un lector habitual de fantasía y has leído algún libro en los últimos diez años.En cierto modo la literatura fantástica actual es una reacción a la antigua. Es matar al padre, Tolkien, y huir del espíritu de la literatura de los ochenta y noventa, el viaje del héroe del que ya he hablado en alguna entrada anterior. Sanderson se jactaba tras escribir Elantris, su ópera prima, de no seguir el esquema del mito del héroe desarrollado por Joseph Campbell. Una gran parte de autores intenta evitar como la peste los clichés tolkienianos que eran la corriente mayoritaria durante las décadas anteriores. En pocos libros actuales verás elfos, orcos y magos de colores. La fantasía urbana y moderna ha ganado muchísima fuerza, compitiendo de tú a tú con la fantasía épica. A veces fusionar lo moderno con lo clásico produce monstruos de pesadilla como este.Uno de los cambios más importantes, a mi juicio, ha sido el abandono de las polaridades y la inclusión de los tonos grises. Ya no existen los caballeros blancos ni los nigromantes oscuros. Ahora los caballeros son sucios, pendencieros y malhablados, y los nigromantes tienen una trágica historia de abusos a sus espaldas que los hacen ser como son. Ya no existen los absolutos o, al menos, no son tan evidentes como antes. Nuestra óptica ha cambiado y valoramos más las complejidades de la personalidad de los personajes y de la psique humana. Y es que la fantasía, amigos, es uno de los géneros más exigentes en cuanto a la verosimilitud de los personajes y sus motivaciones.El grimdark es el máximo exponente de esta tendencia, un tipo de literatura que tiende a lo oscuro, al uso del humor cínico y a lo violento (y por eso me encanta). Se podría definir como una vuelta de tuerca a la corriente de “realismo” imperante en cuanto a la caracterización de los personajes de la que acabo de hablar, pero llevándola más allá hasta adoptar un aire de fatalidad y pesimismo. El hombre aquí vuelve a ser un lobo para su propia especie y pocos gestos nobles, bondadosos o altruistas vamos a poder encontrar. La ambientación, por tanto, suele ser oscura, tenebrosa y sucia. A veces los autores abusan tanto de ella, que lo único que quieres es que un meteorito deje el mundo hecho un solar, porque no parece haber ni un solo personaje que no sea un auténtico cabronazo.¿Es oro todo lo que reluce?Una vez puestos en antecedentes, la pregunta es inevitable: ¿qué me puede llevar a mí, como autor, a utilizar recursos y elementos de las obras de fantasía más tradicionales cuando tengo a mi disposición los de la fantasía moderna? Y es una pregunta que vale también para los lectores, aunque claro, los gustos de cada uno son algo muy personal y subjetivo. Pues bien, si miramos con algo más de atención veremos que las diferencias entre lo actual y lo antiguo no son tan notables como pueda parecer en un primer momento. Para empezar, hablemos del Tolkiencidio (no me odiéis por estos chistecitos al nivel de Arturo Valls). Tras más de cincuenta años de hegemonía sobre el panorama de la literatura fantástica, Tolkien debía ser superado, pero eso no significa que deba ser rechazado. Aunque había mucho maniqueísmo en El Señor de los Anillos, no es menos cierto que también había una gran complejidad. Veo a muchos autores nuevos que tienen alergia a cualquier cosa que huela a Tolkien, pero también veo a muchos otros que siguen publicando obras que son un calco de la Tierra Media. Ya sabéis, el señor Oscuro Melkätor porta la terrible espada Eonäth a la lucha contra el rey de los elfos, Eldelbar (me ahorraré el chiste) montado en la última cebra cornamentada, Glaindraur. ¿Te suena? Apuesto a que sí, y es por eso por lo que hay que superar a Tolkien. Pero, como decía, superar no es rechazar. Lo ideal, como casi siempre, es alcanzar un punto medio. Tomar lo bueno, lo que sigue funcionando, lo que nos resuena y nos gusta, y desechar aquello que ya no funciona como antes.Lo siento, amigo, por mucho que te cabree los orcos ya no estáis de moda. Al menos hasta que llegue la próxima serie de ESDLA.El viaje del héroe, ¿está superado o sigue estando vigente? En realidad, esta es una pregunta sin pies de cabeza, ya que el viaje del héroe no es una moda ni una mera estructura literaria. Es algo inherente a la condición humana, un mito universal que habla de nosotros, de la superación, del paso de la infancia a la madurez, del desarrollo personal y espiritual y, por lo tanto, no puede ser descartado ni rechazado. Sanderson admitía que el viaje del héroe sigue presente en sus obras, solo que era capaz de presentarlo de formas que le pareciesen novedosas al lector. Es decir, quizá tu protagonista no sea pelirrojo, quizá no sea huérfano, quizá no sea El Elegido y posiblemente tampoco deba partir de su granja en las montañas a un viaje alucinante, pero lo que es seguro es que de alguna forma seguirá algunas, o muchas, de las pautas del arquetipo del héroe.Cortar, añadir y mezclarYa habrás imaginado que soy un defensor de la idea de tomar lo mejor de ambos mundos, de hacer fantasía moderna, pero no como una reacción a lo tradicional, sino como una evolución de la misma. Cuando las ideas se agotan y lo de siempre se vuelve monótono y repetitivo hay que buscar nuevas metas y nuevas maneras de hacer las cosas, cierto, pero aprovechando todo el bagaje acumulado y la experiencia ganada. Una terrible y violenta escena sacada de la última saga de moda del grimdark: Canción de Tubérculos. Abstenerse almas sensibles.La fantasía, especialmente la fantasía épica, llegó a un punto cercano al agotamiento tras la década de los 90. En mi caso, durante aquellos años apenas leí nada del género, con honrosas excepciones como Canción de Hielo y Fuego y La saga de Geralt de Rivia. Con los años esas visiones novedosas de la fantasía han ido creciendo y normalizándose, alejándose de maniqueísmos y convenciones, aunque, como hemos visto, pocas veces han supuesto una verdadera ruptura con lo anterior.Como lector esta es una época fascinante para la fantasía. No solo tenemos una variedad increíble de temas, géneros y, atención, desde hace unos pocos años ha empezado a surgir una ola literaria que nos trae a magníficas autoras y obras de grupos culturales distintos al occidental, sino que también la fantasía, junto a la ci-fi están de moda en el panorama audiovisual. Juego de Tronos, la serie, ha abierto el camino hacia el género a un gran número de neófitos y su concepto de la misma ya no es tanto la lucha del Bien contra el Mal, sino las intrigas, los asesinatos, el sexo y qué personaje es más cabrón y rastrero. Al fin y al cabo, dicen que la literatura no es más que el reflejo del tiempo en el que vivimos.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on July 08, 2018 10:12

July 1, 2018

UN MIEDO FANTÁSTICO

Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz.Platón.Esta va a ser la primera entrada dedicada a las emociones en la literatura (de fantasía (épica)). Aunque en mi post inaugural ya comenté que las emociones iban a estar presentes en este blog, no está de más que te refresque la memoria. Las emociones juegan un papel muy importante en nuestra vida, yo diría que son nuestra vida, y la literatura, incluso la fantástica y la sci-fi, lo único que hacen es reflejar la vida y la realidad. Por lo tanto, las emociones deben tener un papel importantísimo en la literatura.¿Qué dirías de unos personajes que apenas muestran emociones de ningún tipo? No me refiero a los personajes fríos, reservados y contenidos que apenas muestran lo que sienten. Incluso ellos están sintiendo algo. La indiferencia es un tipo de emoción. La frialdad es otra. Ambas son máscaras que se usan para esconder los verdaderos sentimientos. Yo me refiero a personajes planos, muertos. Obviamente pensarías que se ven falsos, sin vida, y no empatizarías con ellos. ¿Qué dirías si lees un libro y este no te despierta la más mínima emoción en tu interior? Si es así, tómate el pulso. ¿Notas los latidos? Bien, entonces el problema no es tuyo y la que esta muerta es la obra.La literatura sin emoción no es más que un montón de palabras conectadas sin idea o intención; o peor aún, no es más que otro producto manufacturado con la única intención de que lo compres (y, por cierto, un producto chapucero). Temor, miedo y terrorEl miedo. Una de las emociones más universales que existen. Puede existir controversia acerca de si los animales sienten felicidad, culpa o incluso placer, pero es indiscutible que sienten miedo. El miedo es un mecanismo evolutivo que busca mantenerlos con vida. Huir o luchar. Pero creo que todos conocemos de sobra qué es o cómo funciona el miedo. Damos por hecho que es una emoción negativa, aunque por lo que acabo de exponer ese punto de vista es muy discutible. El miedo es necesario y útil. Sí, también es una emoción de mierda que ninguno queremos sentir. Pero bueno, eso último es problema nuestro.El miedo está, pues, muy presente en nuestra vida y en la literatura. Todos hemos leído algún libro en el que el protagonista tiene algún temor. De hecho, ¿hay algún libro en el que el protagonista no lo tenga? Me temo que lo hay. Se han publicado cosas terribles por ahí que hacen que el brazo robótico de una fábrica de coches tenga más emociones que sus protagonistas. Pero como la literatura imita a la propia realidad, lo normal es que los personajes, como nosotros los mortales, tengan miedos. Normalmente son estos los que le dificultan el obtener aquello que desean, pero en general no son decisivos o definitorios. El miedo vendría a ser un elemento más de los personajes, algo que les da mayor profundidad y los describe, pero no los define.La literatura de terror, en cambio, se centra en el miedo como eje central. Este tipo de literatura se basa en provocar ese mismo estado anímico en el lector. Es decir, todo se usa para provocar el miedo, la intranquilidad, la tensión o incluso el asco del lector. Si esto no se consigue, podríamos decir que el libro falla en su cometido. Aunque esto es siempre discutible, claro. Cualquier obra puede ser disfrutable incluso si eres lo suficientemente espabilado para verle las costuras y anticiparte al autor.Pero ¿qué pasa cuando el miedo pasa a formar del esqueleto de una obra? Se convierte en su tema, o en uno de sus temas centrales, y la permea otorgándole cierta atmósfera. Es entonces cuando los personajes, incluso la misma trama, exploran esa emoción y esta se convierte en determinante para el devenir de la novela. Un buen ejemplo podría ser El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad. Aunque desarrolla otros muchos temas, el miedo está presente en la narración de una forma evidente.Y, por supuesto, una obra puede pertenecer a uno o más de estos grupos. It, de Stephen King, no sólo es una novela del género de terror, sino que el miedo del grupo de amigos protagonista es el tema central de la misma. El libro habla de los miedos infantiles, personificados en el malvado Pennywise, en sus múltiples cambios de forma y el dominio que ejerce sobre ciertos habitantes del pueblo, y de cómo estos perviven hasta la edad adulta. Surprise, madafakas! Pennywise está aquí y tiene mejor sonrisa que tu dentista.Viaje épico, miedo épicoSupongo que habrás oído hablar del archiconocido concepto del viaje del héroe, enunciado por Joseph Campbell. Es una estructura que siguen el 99% de las obras de fantasía épica y me atrevería a decir que el 95% de las restantes obras de literatura de ficción. No te escandalices, son números que me acabo de inventar, pero que supongo ciertos o aproximados. Esto es así porque el viaje del héroe no es tanto un viaje físico y externo, como un viaje espiritual y, por lo tanto, interno. En él, el héroe (o la heroína) realiza un viaje para cambiar el mundo a su alrededor, pero en realidad lo que está cambiando es su forma de verlo y, por supuesto, la forma de verse a sí mismo.¿Cuáles son sus obstáculos? Aparte de los villanos y antagonistas varios (Saurons, mortífagos, matronas drows y demás), los verdaderos obstáculos estarán en su interior y son los que le impiden ver en su plenitud al propio mundo. ¿Qué era lo que le impedía a Bilbo, primero, y a Frodo, después, abandonar la Comarca y emprender una aventura que cambiaría el destino de la propia Tierra Media? El miedo, por supuesto. El miedo está íntimamente ligado a la naturaleza del héroe, por muy raro que resulte en principio la asociación. ¡Pero si es un héroe!, exclamarán algunos, los héroes, como los hombres, no deberían tener miedo, llorar, planchar y desde luego no deberían poner lavadoras. ¡Jamás! Bien, ese concepto de héroe no sólo está desfasado, sino que es aberrante. Recordemos, el viaje del héroe se produce tanto en el exterior como en el interior, y nadie puede evolucionar si no expresa sus emociones, sean las que sean.Y es que en los agujeros hobbit de la Comarca se vive mucho mejor que en esos adosados de 30 metros cuadrados de Minas Tirith.¿A qué le temen los héroes?En el punto anterior hemos llegado a un consenso, los héroes, incluso aquellos caracterizados como sacos de músculos ciclados en el gimnasio de los bárbaros, tienen miedos. Conan le teme a lo sobrenatural, por ejemplo, aunque eso no le impide enfrentarse a demonios y dioses por igual. Logen Nuevededos, de la saga La Primera Ley de Joe Abercrombie, es otro bárbaro imponente, pero sabemos que bajo esa fachada se oculta un hombre lleno de temores y preocupaciones. De hecho, parte de la premisa inicial del viaje del héroe se fundamenta en su temor, y por tanto su resistencia, a abandonar la vida que conocen. Los cambios asustan, sí, incluso a los héroes de peloenpecho. Por barrer un poco para casa, Kirius, el protagonista de la obra en la que estoy trabajando, es atípico en el sentido de que está completamente dominado por sus miedos. Lleva tanto tiempo luchando contra lo que escucha y lo que siente, cosas que le han inculcado que son extrañas, poco adecuadas e irreales, que vive sumido en el miedo y la tristeza. Como ya imaginarás, gran parte del interés de la obra está en averiguar si va a ser capaz de sobreponerse a él y ver más allá de la venda que esas emociones han puesto ante sus ojos. ¿Miedo yo? ¡Cómo te pille te doy una ostia que se te hace de noche!Es la lucha contra sus miedos lo que hace de ellos personas, y personajes, extraordinarios. Cuando se ven arrancados de la seguridad que hasta entonces han conocido comienza su lucha contra las fuerzas oscuras que lo amenazan, a él o a su comunidad… o por que no, a su paz de espíritu. En su interior, como ya hemos visto, tiene lugar una lucha aún más encarnizada. El miedo lo paraliza, le impide ver sus virtudes como ser humano y, desde luego, le obstaculiza el desarrollo de su faceta como salvador (o guía, o ejemplo) de su comunidad.Normalmente eso implica una lucha contra una oscuridad interior. Todos tenemos nuestras partes oscuras que a menudo están en conflicto con nuestro “yo”. El héroe debe enfrentarse a ellas, a menudo empezando por el miedo, pues es este el que hace que una y otra vez evite mirar más adentro y sacar a la luz otras partes de él que desconocía o que negaba. Una vez hecho esto, deberá trabajar sus nuevas debilidades pero eso, amigos, es otra historia.El valor, la risa, la determinaciónEl miedo se supera de una única manera, aunque se pueda llegar a ella por caminos diferentes. El simple y llano valor, que no es más que hacer algo a pesar del miedo que nos provoca, es la respuesta evidente, pero no la única. He leído libros donde el héroe, o algún personaje secundario, lo lograba riéndose de él. La risa es un mecanismo excelente para quitarle importancia a algo que sobredimensionamos en nuestra mente. También la fría determinación, en la que la tarea a realizar centra todos los esfuerzos y la atención del personaje. Aquí un señor que combate su temor a base de carcajadas. Él ya no siente miedo alguno, ahora el mal rollo se lo provoca a los demás.En cualquier caso, para lograr superar el miedo de forma permanente y ganar la sabiduría que se le supone al héroe al final de su periplo, hay algo esencial y es que ese miedo debe ser asumido con todas sus consecuencias. Al final, la única manera de superarlo y cumplir con su destino es aceptarlo como propio, integrarlo como una emoción más de las muchas que nos hacen humanos y restarle el poder que le damos si intentamos reprimirlo o si permitimos que nos domine. En definitiva, usarlo como combustible emocional para poder seguir adelante y acometer otras tareas.Sé de buena tinta que todo esto no es nada fácil de hacer. No obstante es necesario y cuando las cosas se deben hacer por narices, la tarea se vuelve más asequible. Y déjame decirte que nosotros, las personitas de a pie, deberíamos aprender de los héroes. Para algo son ejemplos a seguir.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on July 01, 2018 08:08

June 24, 2018

IDEAS, CONCEPCIÓN Y NACIMIENTO

Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes.William ShakespeareNo, amigo lector, me temo que si esperabas un post sobre sexo y embarazadas, no es eso de lo que voy a hablar aquí (lo siento, no pretendía ser un clickbait). El tema que quiero tratar es menos divertido, igual de interesante y creo que mucho más ambicioso. Para la segunda entrada de mi blog quiero hablar de comienzos, de conceptos y de cómo trasladarlos del etéreo mundo de las ideas hasta lo terrenal.Mis ideas literarias no se parecen en nada a lo de arriba. Normalmente tienen más que ver con cómo arrastrar por el barro, mutilar y hacer infelices a mis personajes.Ni que decir tiene que lo voy a hacer desde mi experiencia, que no es, ni mucho menos, la única, la mejor o siquiera la más común. Por ello voy a apoyarme en mis obras, en lo que he aprendido a lo largo del camino y en lo que significan los comienzos para mí. Como si de un capítulo de Megaconstrucciones o Cómo lo hacen se tratara, vamos a ver cómo ensamblamos el armazón de una idea y la volvemos sólida y tangible.Ideas fantásticas y dónde encontrarlasLas ideas. Esas pequeñas cosas intangibles, esquivas y maliciosas. Tienen tendencia a aparecer para acto seguido esfumarse como si fueran duendes, tus amigos durante una mudanza o el dinero de mi cuenta corriente. Las ideas lo son todo para los escritores, los ilustradores, los guionistas, pintores… Cualquier persona creativa necesita de las ideas, las buenas, como del aire que respira. Por eso es tan genial ese momento, cuando estás en la ducha, relajado, y de repente gritas: ¡Eureka! Y no lo haces porque seas Arquímedes, no, sino porque se te acaba de ocurrir algo genial que va a hacer que ganes el Premio Planeta. O eso es lo que crees, pero lo más probable es que no sea tan genial y lo máximo a lo que aspires sea a sentarte frente al teclado, con la emoción desbordándote al pensar en cuanto dinero vas a ganar. No importa. Para nosotros, los escritores, ya es un triunfo considerable encontrar algo que te obligue a sentar el culo en la silla y empezar a escribir.Es increíblemente frustrante cuando una idea genial viene y se va de la misma manera. Porque las ideas, como los recuerdos, son efímeras y no se concretan con facilidad. A veces hay que agarrarlas y luchar con ellas, como quien tira de un pez que acaba de pescar. Por eso es tan necesario apuntarlas en cuanto surgen y, en mi caso, además, necesito ponerme a explorarla y desarrollarla antes de que pase demasiado tiempo para que no se desvirtúe demasiado. Las ideas son potros salvajes que hay que domar. Aunque no siempre es así. De tanto en tanto entramos en ese estado armónico y casi místico, llamado la inspiración, en el que las ideas fluyen como el agua, pero son sólidas como la tierra, y se dejan atrapar dócilmente. No es fácil, no ocurre a menudo, pero cuando aparece… ah, amigo, entonces nos sentimos casi como si fuéramos dioses. Recuerda, hay ideas que es mejor devolver al mar.Así que, ¿dónde inspirarnos para encontrar buenas ideas para nuestras obras? La respuesta corta es en todas partes. Cualquier cosa es susceptible de desencadenar en nuestra mente los engranajes que nos llevarán a tener una gran revelación. Cuando digo cualquier cosa me refiero a exactamente eso, cualquier cosa. Desde ir en el autobús o el metro y observar las interacciones (o la falta de ellas) de la gente, a estar comprando en el mercado y mirar los rostros de los sufridos trabajadores o estar en una reunión de trabajo y que tu jefe diga algo que haga saltar un resorte, levantarte y gritar: ¡Eso es! Después, correr hace tu jefe, estamparle dos besos en la mejilla y conducir como un poseso hacia tu casa para desarrollar esa idea increíble. Y más te vale que lo sea, porque muy pronto estarás sin trabajo.Quizá lo adecuado sea establecer donde no vas a encontrar buenas ideas o, mejor dicho, donde es menos probable que lo vayas a hacer. No es probable que encuentres buenas ideas en el sofá, viendo la tele, en el trabajo, visitando a los suegros o, ni siquiera, en internet. ¿Y por qué no, me dirás, si yo en la red me inspiro muchísimo? Bien, no he dicho que no lo puedas conseguir, digo que es menos probable si tus paseos por internet se convierten en una rutina. Cualquier actividad que percibimos como rutinaria, habitual, monótona o impuesta mata a la creatividad. Al cerebro hay que estimularlo o se aletarga, y si el cerebro duerme las ideas ni se le acercan. Llamadme loco, pero creo que ese cerebro está desconectado.Ideas, la arcilla de la creatividadOk. Ya tenemos una idea maravillosa que hemos conseguido retener porque tenemos un bloc de notas que llevamos hasta al WC y hemos apuntado con todo lujo de detalles las facetas y aristas de nuestra genial ocurrencia. ¿Y ahora qué? Pues toca arremangarnos, encender el torno y meter las manos en esa sustancia viscosa e informe. ¿Nuestro objetivo? Hacer un bonito jarrón chino del que sentirnos orgullosos. ¿La técnica que usaremos? Ah, amigo, esa pregunta se merece un punto y aparte seguido de un párrafo propio. Tranquilo, no tendrás que hacer un curso CCC de alfarería. Resulta que todo es una metáfora.Según mi experiencia, las ideas hay que desarrollarlas siguiendo tres directrices. A saber, la intuición, la repetición y la observación. Los escritores, por mucho que queramos hacer más “científico” nuestro proceso, somos gente que se basa en la emoción, en lo intangible, en lo abstracto y, por supuesto, en lo intuitivo. Si estás trabajando una idea, transformándola en forma de directrices a seguir para construir un relato o una novela, la intuición te dirá por donde seguir. Por así decirlo, nos dirá cuanta arcilla quitar, qué forma darle y qué herramientas usar. La intuición es básica para transformar nuestra idea en un boceto de algo mínimamente coherente y, por lo tanto, hay que darle rienda suelta. Ya nos encargaremos luego de pulir el resultado con la repetición, que no es otra cosa que darle vueltas a la premisa inicial para refinarla aplicando, ahora sí, un punto de vista ligeramente más racional.En esta segunda fase, seguimos permitiéndole a la intuición manifestarse, pero tras un filtro de realismo. Durante esta fase nos haremos muchas preguntas, porqués, cuándos, cómos y demás. Esas preguntas nos darán un hilo del que tirar para desarrollar la idea según nos interese. La observación es la fase final, en la que nos alejamos dos pasos, admiramos nuestro jarrón y decidimos si realmente hemos conseguido lo que queríamos hacer o si realmente lo que hemos creado se parece más a un botijo. Eh, a lo mejor ese botijo nos gusta más que nuestra primera idea y decidimos seguir trabajando en él. Si es así, adelante. El mundo también necesita de botijos. Lo importante es tu opinión, sincera, de él. Repito, tu opinión. Deja las cuestiones de marketing y lo que les va a gustar o no a tus lectores para después. Esta es la fase de las ideas, de la escritura o incluso anterior a ella. Más tarde, cuando hayas acabado el conjunto de la obra y estés revisando y reescribiendo tu primer borrador, ya decidirás si la idea al final era correcta, si encaja en tu obra, si necesita más trabajo, más pulido o incluso si debe ser eliminada y lanzada a esa papelera oscura y gigante llamada Mis grandes cagadas.Un ejemplo real. La concepción de El Trastorno de Elaranne.Antes de nada, y teniendo en cuenta de que soy un don nadie (me refiero a nivel artístico y público. ¡Eh, que yo también tengo mi amor propio!), debería explicar que El Trastorno de Elaranne es la saga de fantasía en la que actualmente estoy trabajando y cuyo primer volumen acaba de ver la luz. Además, deberíais saber que la idea original para crearla surgió hará casi 19 años, que trabajé en ella con cierta intensidad durante los primeros dos años, pero que luego acabó semiolvidada hasta que felizmente pude acabar el primer volumen unos meses atrás. Con todos estos antecedentes, ya estamos preparados para entrar en materia.La idea original de la que surgió mi obra se produjo un día, en mis tiempos universitarios, en los que unos amigos y yo nos aburríamos y creamos una serie de microrrelatos. Si lo pienso es extraño porque, aunque nos encantaba la literatura, los juegos de rol y demás frikadas, jamás habíamos hecho nada parecido. De uno de esos microrrelatos surgió una mínima idea que fue la que luego estiré hasta el infinito para darle forma a la historia, y al mundo, de Elaranne. Por desgracia ese relato original se perdió (oye, que estamos hablando de 1999. Eso es la prehistoria), pero podría resumirse en que lord Dalkiot salía a contemplar sus dominios desde el palacio de una ciudad oscura y siniestra, para luego alimentarse de sus aterrados súbditos. No era gran cosa, lo sé, pero era una idea base, una semilla, que bien cuidada podía llegar a ser muy interesante. Y fue lo suficientemente potente para lograr que decidiera invertir mi tiempo y esfuerzo en hacer de ella una obra literaria.Aunque no se mencionaba por ningún lado, estaba claro que lord Dalkiot era un vampiro o algo similar. Decidí centrarme en la ciudad, en qué hacía ese personaje allí, por qué era tan siniestra y demás. Construí el mundo de Elaranne y su historia desde ese primer hilo, desde esa ciudad, pero mi política anti-spoiler me impide detallarte el proceso. Lo siento. Después hice lo mismo con el personaje de lord Dalkiot, ¿quién era? ¿por qué gobernaba aquella ciudad y por qué se comía a sus propios votantes? Eso no lo hacen ni en el PP. En torno a únicamente esos dos elementos fui construyendo el armazón de mi obra literaria. Aunque en realidad había un tercero, que no era otra cosa que la atmósfera del microrrelato. Era oscura, una tanto fatalista, y ha pervivido durante todos estos años.La idea original está prácticamente irreconocible en la obra que he publicado. He dado muchos pasos atrás, he pensado muchas veces esto es basura y he armado las piezas del puzle de otra manera. Si lees La primavera ausente no verás nada ni remotamente parecido a lo que contaba ese microrrelato original, pero lo cierto es que está ahí. En un proyecto tan largo como una novela, y mucho más cuando se trata de una saga, cualquier idea suma.Resumiendo, hay ideas que son tan geniales y lúcidas en toda su plenitud e integridad, que las plasmas directamente de tu cabeza al papel. Otras, en cambio, hay que trabajarlas como la arcilla y acaban casi irreconocibles, aunque su esencia se mantiene. Lo que es seguro es que todas son una bendición para el escritor.
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on June 24, 2018 05:33