Fabián Buitrago López's Blog
November 17, 2025
Construir sobre lo construido
Vivimos en un mundo que juega con nuestro ego. Nos hace creer que debemos lograrlo todo solos, que la grandeza está en empezar desde cero, sin ayuda, sin raíces, sin herencia. Y así, una y otra vez, cada generación repite el mismo error: vuelve a empezar el juego desde el principio, construyendo lo mismo que ya había sido construido antes.
Nos convencieron de que forjar el propio destino significa hacerlo en soledad. Y mientras más creemos en ese mito, menos avanzamos como familia, como linaje, como historia compartida. El resultado está frente a nosotros: cada quien lucha su batalla, se agota, levanta algo, y luego, cuando muere, todo se dispersa. Nada permanece, nada crece. Lo que uno construye en vida no debe terminar con uno, sino entregarse con sabiduría a los que siguen; especialmente si les será de utilidad. Pero esa cadena se rompe cuando se enseña a los hijos a no escuchar, a “seguir su corazón” sin reflexión, a hacer solo lo que les plazca. Ese discurso parece bonito, pero es una trampa. El resultado son generaciones frágiles, endeudadas, frustradas, sin rumbo. Personas que buscaban libertad y terminaron sirviendo a un sistema que las devora.
Papás y mamás trabajan toda su vida para tener una casa. Una casa que representa mucho más que ladrillos y cemento: es su esfuerzo convertido en refugio, en símbolo, en legado. Y sin embargo, ¿cuántas veces hemos visto que, cuando ellos mueren, los hijos venden esa casa, se reparten las ganancias y cada uno sigue su camino con unas pocas monedas? Así se cierra el círculo del desperdicio: una vida entera de trabajo termina convertida en nada.
Los esfuerzos de las familias deben unirse. A cada miembro se le debe exigir contribuir, pero también brindarle seguridad. La unión no es sentimentalismo: es estrategia, es fortaleza. Solo juntos podemos enfrentar las fuerzas externas que nos quieren divididos y dependientes. Y para no dilapidar la riqueza, las familias no deben separarse. La ética en el hogar es fundamental. Una calentura no debe destruir una familia; un impulso pasajero no debe romper los cimientos de un legado. Hay que ser más inteligentes que eso. La fidelidad, el respeto y la madurez emocional también son formas de riqueza, porque conservan lo que cuesta años construir.
A los hijos —a los nuestros, a los que vendrán— debemos enseñarles a trabajar con disciplina, manejar con inteligencia, cuidar con gratitud y administrar con visión lo que la familia ha construido. No para que vivan de ello, sino para que lo hagan crecer. Para que entiendan que heredar no es solo recibir, sino continuar para aquellos que vendrán después. Es una responsabilidad más que un beneficio propio. El verdadero legado no se gasta: se cultiva.
Y junto a eso, debemos enseñarles a pensar con criterio, a manejar el dinero con responsabilidad, a comprender cómo funcionan las finanzas, las inversiones, el ahorro y la creación de valor.
Porque quien no entiende el dinero, termina siendo dominado por él. Y quien no sabe administrarlo, pierde incluso lo que se le entregó con amor y sacrificio. La educación financiera no es un lujo, es una forma de protección y una herramienta de libertad.
Pero además, debemos enseñarles algo más profundo: no hay vergüenza en heredar, ni en nacer con una facilidad, ni en no haber empezado desde cero. La sociedad nos ha hecho creer que recibir una base es injusto, como si el mérito solo existiera en la carencia. Nos empuja a sentir culpa por lo recibido, en lugar de gratitud por lo legado. Y eso es un error. No hay vergüenza en heredar; la verdadera vergüenza es no construir sobre lo construido.
Las familias no deben dilapidar lo que tienen, sino consolidarlo. Los bienes no se venden por cualquier peso: se preservan, se multiplican, se protegen. La riqueza no es individual; es colectiva. Y quien la entiende así deja de pensar en “mi parte” y empieza a pensar en “nuestro futuro”. ¿Cómo es posible que después de tantas generaciones de gente trabajadora sigamos partiendo desde cero? ¿Acaso el esfuerzo de los padres no dio fruto? ¿O simplemente se dejó desvanecer cada vez que alguien eligió el camino fácil, el del desapego, el del olvido?
Imaginen por un momento qué habría pasado si todas las familias que vinieron antes se hubieran unido. Si hubieran aprendido a proteger y a hacer crecer lo que tenían. Si hubiesen trabajado con una sola mente, un solo propósito, un solo corazón. Quizás hoy tendríamos no solo casas, sino empresas.
No solo recuerdos, sino patrimonio. No solo pasado, sino destino.
No repitamos el ciclo. Construyamos sobre lo construido. Cuidemos lo que se nos entregó y démosle forma para que quienes vengan después de nosotros no tengan que empezar de nuevo, sino seguir desde donde nosotros lleguemos. Porque la libertad puede heredarse, sí —pero solo si se enseña a preservarla, a defenderla y a hacerla crecer.
November 9, 2025
Definición de Belleza
Belleza es la manifestación de la relación justa entre las partes. Su efecto: trascendencia espiritual.
Beauty is the manifestation of the just relation between the parts. Its effect: spiritual transcendence.
June 1, 2025
Lo bello frente al abismo
This text was originally written in Spanish. If you prefer to read it in English, you’ll find the translation at the end of this page
El mundo duele.
No como una punzada pasajera, sino como una presión invisible que aprieta el pecho y corrompe el aliento.
Todo colapsa. Se caen las estructuras. Se pudren los símbolos. Se marchitan las promesas. No hay justicia en la tierra, solo ciclos de violencia, sistemas que aplastan, y un silencio hostil entre cada ruina.
Nacemos sin pedirlo, crecemos confundidos, y antes de entender el juego, ya estamos rotos. Duele existir. Duele mirar. Duele sentir.
Aun así, seguimos.
Como una flor que crece en medio de una grieta en el pavimento.
Vivimos en un mundo donde lo trágico es paisaje, lo cruel es norma y lo confuso es ley. Todo grita. Todo arde. Todo tiembla.
Y sin embargo, la sonrisa de un niño da calor al pecho y enternece el alma.
Lo bello existe a pesar de lo absurdo.
Es una orden que sobrevive, que se impone con quietud entre el ruido, que permanece más allá del colapso.
Es algo que no grita, no exige, solo está.
Una presencia callada que, en medio del desastre, cuando ya no queda sentido ni promesas, se revela.
Porque incluso el caos tiene ritmo, y el dolor, estructura.
Y en esa estructura, la belleza se afirma.
No como consuelo —aunque lo encontremos.
Ni como salvación —aunque nos salve.
Sino como una prueba muda de que hay algo que no puede ser vencido.
Algo que no espera el final para aparecer, sino que siempre ha estado ahí, mientras todo se derrumba.
Basta con reconocerla una vez.
No hace falta comprenderla, ni nombrarla.
Solo contemplarla.
Sentir cómo interrumpe el derrumbe. Cómo suspende el miedo.
No se impone, no lucha: simplemente se ofrece.
Y en su sola presencia, resiste.
Entonces uno se detiene.
No porque haya encontrado una respuesta, sino porque por momento deja de buscarla.
Porque ha descubierto que frente a lo que duele, frente a lo que abruma, hay algo que es.
No importa si nadie lo nota.
No importa si nadie lo necesita.
Está ahí.
Sin razón. Sin testigos. Sin promesas.
Pero ahí.
Aletheia. Fabián Buitrago. 2025. Arte generativo programado con JavaScript y P5.jsBeauty Before the AbyssThe world hurts.
Not like a fleeting stab, but like an invisible pressure that tightens the chest and corrupts the breath.
Everything collapses. Structures fall. Symbols rot. Promises wither.
There is no justice on this earth—only cycles of violence, systems that crush, and a hostile silence between every ruin.
We are born without asking, grow up confused, and before we understand the rules, we’re already broken.
It hurts to exist.
It hurts to look.
It hurts to feel.
And still, we go on.
Like a flower growing through a crack in the pavement.
We live in a world where tragedy is the landscape, cruelty is the norm, and confusion is the law.
Everything screams. Everything burns. Everything trembles.
And yet, a child’s smile warms the chest and softens the soul.
Beauty exists—even in the absurd.
It is an order that survives, that asserts itself quietly among the noise, that remains beyond collapse.
It doesn’t scream. It doesn’t demand. It simply is.
A silent presence that, in the midst of disaster—when meaning is gone and promises have faded—reveals itself.
Because even chaos has rhythm.
And pain, a kind of structure.
And within that structure, beauty affirms itself.
Not as comfort—though we may find it.
Not as salvation—though it may save us.
But as silent proof that something cannot be defeated.
Something that doesn’t wait for the end to appear, but has always been there, as everything else falls apart.
Sometimes, noticing it once is enough.
There’s no need to understand it, or to name it.
Only to contemplate it.
To feel how it interrupts the collapse. How it suspends fear.
It doesn’t impose. It doesn’t fight. It simply offers itself.
And in its sheer presence—it resists.
And so we pause.
Not because we’ve found an answer, but because—for a moment—we’ve stopped searching.
Because we’ve discovered that in the face of what hurts, in the weight of what overwhelms,
there is something that is.
It doesn’t matter if no one sees it.
It doesn’t matter if no one needs it.
It is there.
Without reason. Without witnesses. Without promises.
But there.
April 28, 2025
Decodificando la belleza
This text was originally written in Spanish. If you prefer to read it in English, you’ll find the translation at the end of this page.
0. He encontrado a Dios en la belleza.
1. La belleza no reside en una cosa, sino en la relación de las partes de esa cosa.
Corolario: No es solo una cuestión formal, sino ética. La relación justa entre las cosas es lo que da lugar a lo bello.
2. Sin atención, no es posible encontrar belleza.
3. La atención abrirá los ojos del alma para reconocer a Dios en la contemplación de lo bello.
4. Así, se descubre la belleza como expresión de la armonía del mundo: Dios, raíz misma del orden.
5. Reconocer a Dios significa reconocerse en prístina esencia. Entonces, se encontrará a Dios en uno, y a uno en Él.
6. Por eso declaro: mi obra no es una búsqueda estética, sino espiritual.
Entangled. Fabián Buitrago. 2025. Arte generativo programado con JavaScript y P5.jsDecoding Beauty
0. I have found God in beauty.
1. Beauty does not reside in a thing itself, but in the relationship between its parts.
Corollary: It is not merely a formal matter, but an ethical one. The just relationship between things is what gives rise to beauty.
2. Without attention, it is impossible to find beauty.
3. Attention opens the eyes of the soul to recognize God in the contemplation of beauty.
4. Thus, beauty is discovered as the expression of the world’s harmony: God, the very root of order.
5. To recognize God is to recognize oneself in pristine essence. Then, one finds God within oneself, and oneself in Him.
6. Therefore, I declare: my work is not an aesthetic quest, but a spiritual one.
April 8, 2025
La voluntad de lo bello
A través de la observación he llegado una conclusión que, aunque preliminar, me resulta reveladora: los seres humanos parecemos estar guiados por la belleza. La perseguimos, incluso, sin ser plenamente conscientes de ello. Parece estar así programado.
Nos sentimos naturalmente atraídos por personas hermosas, por paisajes fértiles y vibrantes, por alimentos bien presentados y agradables al paladar. La belleza, en muchos casos, actúa como señal de aquello que es deseable, de lo que favorece nuestro bienestar. Un entorno limpio, con agua, vegetación y abundancia de vida es percibido como bello, y por tanto, resulta apetecible para habitar. En contraste, un paisaje degradado —contaminado, árido y hostil— nos repele instintivamente. La belleza, entonces, orienta nuestras decisiones hacia lo que potencia la vida.
Esta tendencia no es exclusiva del ser humano. Aunque los animales no poseen una conciencia estética ni pueden emitir juicios sobre lo bello, también responden a sus estímulos. Son atraídos por colores, formas, sonidos u olores que activan comportamientos. El pez globo japonés, por ejemplo, realiza intrincados dibujos en la arena para atraer pareja. El pájaro lira imita sonidos complejos con una belleza sorprendente durante su cortejo. Aunque estos animales no puedan conceptuar la belleza, actúan como si la reconocieran, como si algo en ellos supiera que seguir esa dirección es bueno. Esto me lleva a pensar que la belleza no es un privilegio humano: es un principio vital, una brújula que orienta a los seres vivos hacia lo que favorece su existencia.
No obstante, esta guía no es infalible. La belleza también puede ser usada para engañar. Esto ocurre en la naturaleza y en la sociedad humana. Existen flores que imitan el aspecto de otras para atraer insectos que acaban atrapados, peces que simulan presas brillantes para atraer víctimas, o humanos que usan su buena apariencia para manipular a los demás. En estos casos, la belleza sigue cumpliendo una función de guiar, pero el resultado no es el bienestar de quien es guiado, sino el beneficio de quien la utiliza como trampa.
Lejos de contradecir el principio, lo refuerza: la belleza es tan eficaz como guía que incluso puede ser utilizada para inducir comportamientos en los seres vivos sin que ni siquiera se den por enterados. Esta observación me hace cuestionar profundamente la noción de libertad: ¿cuán libres somos si constantemente respondemos, casi de manera automática, a estímulos bellos que nos condicionan?
La razón por la que perseguimos la belleza es clara: anhelamos bienestar y placer. Hemos sido diseñados para desearlos y experimentarlos. Respondemos a señales que nos prometen una recompensa, y sin pensarlo demasiado, nos dejamos llevar por ellas. Pero entonces surge una pregunta más profunda: ¿para qué? ¿Por qué incluso engañar, usar la belleza de forma estratégica para obtener ventaja? La respuesta es sencilla: para sobrevivir. Todo ser vivo quiere preservar su existencia, y la belleza se erige como faro en la tiniebla para conseguir el cometido.
De este modo, la belleza se convierte en una herramienta que condiciona patrones de comportamiento coherentes con un propósito mayor. Es la estrella polar que guía a los organismos hacia acciones que aseguran su supervivencia y expansión. Y cuando contemplo esta dinámica desde una perspectiva más amplia, no puedo evitar reconocer en ella la presencia de una Voluntad Desconocida que trasciende al individuo. Está escrito en los orígenes: «Fructificad y multiplicaos». La belleza es el instrumento mediante el cual se cumple ese mandato.
Sin embargo, existe un riesgo: confundir la belleza verdadera con su versión aparente. La primera conduce al bienestar duradero, a la armonía y la plenitud. La segunda puede arrastrarnos hacia un placer efímero que desemboca en dolor. Por ello, es necesario aprender a discernir. El verdadero opuesto del dolor no es el placer, sino el bienestar. El placer puede derivar en sufrimiento cuando se persigue a través de una belleza superficial. En cambio, la belleza auténtica conduce al bienestar, y en él, el placer es duradero y profundo.
La belleza, entonces, no es solo una experiencia estética. Es una fuerza que orienta, seduce, condiciona y cuando es pretendida, también puede engañar. Es una manifestación de una Voluntad Desconocida que desea que la vida florezca. Y nuestro desafío consiste en distinguir entre lo que luce bello de lo que realmente es bello.
Estos fundamentos resumen lo que, hasta este punto, considero verdades esenciales sobre la belleza:
Hay indicios que sugieren la existencia de una Voluntad Desconocida, cuyo propósito es que la vida continúe existiendo y expandiéndose.La belleza actúa como guía hacia el bienestar y el placer, ayudando al individuo a sobrevivir de forma saludable, y contribuyendo a la expansión de la vida.Ir en contra del propósito de la Voluntad Desconocida suele derivar en sufrimiento.Somos libres, y esa libertad puede expresarse tanto en el dolor como en el bienestar. Pero elegir la libertad dentro del dolor es un camino hacia la muerte y, en general, revela una desconexión con la Voluntad que impulsa la vida.Aunque la belleza guía hacia el bienestar, también puede ser utilizada con fines manipulativos por otros seres vivos en busca de su propio beneficio.La belleza verdadera es aquella que, al ser perseguida, produce bienestar para el ser y se alinea con el propósito vital de la Voluntad Desconocida.El opuesto del dolor no es el placer, sino el bienestar. El placer puede llevar al dolor cuando se obtiene a partir de una belleza falsa; el bienestar, en cambio, nace de la belleza auténtica y proporciona un placer que permanece.
Entangled. Fabián Buitrago. 2025. Arte generativo programado con JavaScript y P5.js
April 7, 2025
La estructura de lo bello
Mi obra es el resultado de una búsqueda constante: la búsqueda de la belleza. Surge de la curiosidad por entender qué la constituye, dónde reside y cómo puede ser expresada. En este proceso he descubierto que la belleza no habita en un objeto como totalidad, sino en la relación armoniosa entre las partes que lo componen. Dicho de forma más clara: la belleza no está en el todo, sino en las relaciones entre las partes.
Es precisamente por esta razón que encuentro en la geometría un camino fundamental. No conozco otra ciencia que describa con mayor precisión estas relaciones. La geometría revela la estructura interna del mundo, y su comprensión permite sintetizar la belleza en su forma más pura.
Aquí es donde el uso del código cobra sentido dentro de mi práctica artística. Cada línea de código es una sentencia matemática que define, con exactitud, cómo se relacionan entre sí las formas que componen una obra. Es una herramienta que me permite diseccionar y reconstruir lo bello, no desde la intuición, sino desde el pensamiento.
A medida que me adentro en este ejercicio, noto algo aún más profundo: todo en la realidad puede, potencialmente, describirse matemáticamente. Al igual que en la genética existe un genotipo —la información codificada— y un fenotipo —su expresión visible—, en mi trabajo existe una correspondencia análoga. El código es el genotipo; la imagen resultante, el fenotipo. La obra final es la manifestación física de un conjunto de relaciones matemáticas que le dan forma, ritmo y armonía.
Así, lo que intento no es solo crear imágenes bellas, sino definir —a través del pensamiento lógico y el lenguaje matemático— cuáles son esas relaciones que generan belleza. La prueba de que este experimento tiene sentido es simple y profunda a la vez: si una persona contempla una de mis obras y encuentra belleza en ella, quiere decir que he sido capaz de crear belleza de forma sintética.
Entangled. Fabián Buitrago. 2025. Arte generativo programado con JavaScript y P5.js
March 28, 2025
La belleza está en cómo decidimos vivir
Un manifiesto sobre el arte de cuidarse, amar y crear en medio del caos.
La vida puede ser difícil. Hay momentos en los que sentimos que el peso de nuestras responsabilidades nos aplasta, en los que el agotamiento se convierte en una carga constante. La soledad, el estrés, la incertidumbre sobre el futuro y la sensación de estar atrapados en una rutina vacía nos consumen. Trabajamos sin descanso y sacrificamos nuestra salud y nuestros sueños por un ideal que no siempre es el nuestro. Nos alejamos de quienes amamos, nos exigimos más de lo que podemos dar y, al final, nos preguntamos si todo esto ha valido la pena.
Nos llenamos de arrepentimientos: no haber vivido como queríamos, sino como otros esperaban; haber postergado la felicidad por una promesa de éxito futuro que nunca llega; no haber expresado suficiente amor, no haber abrazado más, reído más, compartido más. Nos lamentamos por habernos alejado de nuestra esencia, por haber dejado que el miedo nos impidiera tomar decisiones distintas. Pero aquí es donde radica nuestra mayor oportunidad: la vida no es lo que nos sucede, sino cómo decidimos responder a ella.
La belleza es el lenguaje silencioso con el que la vida nos habla, una brújula que nos orienta en medio del caos. Buscar la belleza no es un acto superficial, sino un compromiso profundo con la esencia de la existencia. Es encontrar armonía en lo cotidiano, redescubrir la poesía en una línea, el orden en un trazo, la emoción en una composición. La belleza nos devuelve a la verdad de lo que somos, pero, ¿cuál es esa verdad?
Somos la capacidad infinita de asombro ante lo finito, la fuerza creativa que transforma la materia en significado, el impulso inagotable de buscar sentido en lo que nos rodea. Somos la chispa que enciende el fuego de la pasión, la mente que estructura, el corazón que siente, el espíritu que se expande en la contemplación de lo sublime.
No se trata solo de contemplar lo bello, sino de construirlo, de manifestarlo en nuestras acciones, en nuestras palabras, en nuestra forma de relacionarnos con el mundo.
Así, buscar la belleza es cuidar de uno mismo. Nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu son el hogar donde habita nuestra existencia. Alimentarse bien, moverse con energía, descansar lo suficiente y hablarnos con amor son actos de respeto y devoción hacia nuestra propia vida. Un cuerpo fuerte nos sostiene, una mente serena nos guía y un espíritu libre nos inspira a seguir adelante. Cuidarse no es un lujo, es la base desde la cual podemos descubrir y crear belleza.
Cultivar nuestros talentos es también una forma de búsqueda de la belleza. Aprender, crecer intelectualmente, desarrollar nuestras habilidades y estudiar aquello que nos apasiona nos permite expandir nuestro mundo interior. La curiosidad nos abre puertas a nuevas perspectivas, y el conocimiento nos da herramientas para entender y apreciar la complejidad de la existencia. Cada esfuerzo por mejorar, cada instante dedicado a perfeccionar nuestro arte, nuestra profesión o nuestras habilidades es un tributo a la belleza de la evolución humana.
Pero la búsqueda de la belleza no es un acto solitario. Cuidar de la propia vida implica también cuidar de quienes nos rodean. Compartir con la familia, abrazar a quienes amamos, decir las palabras que a veces damos por sentadas, besarlos, reír juntos, estar presentes. La belleza florece en los lazos humanos, en la entrega sincera, en la calidez de una mirada que comprende sin necesidad de palabras.
Ser buscadores de belleza es, además, ser constructores de un mundo más justo. Es practicar la empatía, elegir la ética sobre la conveniencia, cultivar virtudes en lugar de vicios, actuar con integridad cuando nadie nos observa. Es elegir la libertad espiritual por encima de las cadenas impuestas por el miedo, la culpa o la resignación. Ser libres es vivir con autenticidad, con la certeza de que cada acción construye la obra que dejamos en el mundo.
En los momentos difíciles, debemos buscar la belleza con más fervor, como quien busca un refugio en la tormenta. Crear, amar, conectar con otros, sumergirnos en la naturaleza, dejarnos asombrar por lo inesperado: todo esto nos ancla a la vida y nos recuerda que, incluso en la dificultad, hay algo por lo que vale la pena seguir adelante. La belleza es un hilo dorado que atraviesa incluso los días más grises, una promesa de que siempre hay algo más allá del dolor, algo que espera ser descubierto por quien tenga el coraje de mirar.
Cada elección, cada gesto, cada momento es una pincelada en la obra que estamos creando. ¿Será una obra vacía, carente de emoción y significado? ¿O nos atreveremos a llenarla de color, de contrastes, de fuerza y sensibilidad? La belleza está en cómo decidimos vivir, en la intensidad con la que nos sumergimos en el arte de la existencia, en la pasión con la que nos entregamos a lo que amamos.
Descubrir la vida es descubrir la belleza que nos rodea y que vive dentro de nosotros. Es entender que no hay mayor acto de valentía que atreverse a sentir, a crear, a dejar una huella en el mundo. Porque la vida no es lo que nos sucede, sino cómo decidimos responder a ella.
February 8, 2025
Por qué me importa tanto la belleza (y por qué debería importarte a ti también)
La belleza es uno de los conceptos más antiguos y complejos que ha perseguido al ser humano desde el inicio de los tiempos. A lo largo de la historia, hemos intentado definirla, medirla y atraparla, pero siempre se nos escapa, como un reflejo en el agua o una sombra que se desvanece con la luz. No obstante, a pesar de su elusividad, la belleza está en el centro de nuestra experiencia del mundo, dándole significado a lo que parece vacío, orden a lo que parece caótico y sentido a lo que parece absurdo.
¿Por qué me importa tanto la belleza? Porque en ella encuentro un lenguaje universal, una forma de dialogar con el mundo que trasciende las palabras. La belleza no es superficial; no se trata de adornos ni de perfección. Es una fuerza vital que se revela en las estructuras del universo, en las proporciones matemáticas, en los movimientos de la naturaleza y, sobre todo, en las conexiones invisibles que nos unen.
Y si me importa tanto la belleza, no es solo por lo que me ofrece a mí como artista, sino porque creo que su búsqueda nos hace profundamente humanos.
Synesthesis. Composición generada mediante código programado en JavaScript con P5.js. Autor: Fabián Buitrago¿Qué es la belleza?Desde Platón hasta Kant, la belleza ha sido vista como una forma de verdad, una manifestación de lo sublime o del orden trascendental que subyace en el mundo. Sin embargo, más allá de las teorías filosóficas, la belleza es una experiencia personal y colectiva. Es el reconocimiento de una armonía que no necesita explicación, un instante de claridad en medio de la incertidumbre.
En mi trabajo, como artista, la belleza no es un objetivo decorativo, sino una revelación del orden escondido en lo aparentemente caótico. Utilizo el código para generar formas que parecen aleatorias, pero que responden a ecuaciones precisas. Busco esa tensión entre lo orgánico y lo matemático, entre el caos y la estructura. Y en ese punto de encuentro, la belleza surge como una verdad inevitable.
Synesthesis. Composición generada mediante código programado en JavaScript con P5.js. Autor: Fabián Buitrago La belleza como orden en el caosLa naturaleza es el primer gran maestro de la belleza. La encontramos en la precisión fractal de las hojas, en las curvas de un río, en el vuelo en espiral de las aves. Pero también está presente en lo inesperado: en las grietas de una pared antigua, en el reflejo del cielo sobre un charco, o en el movimiento aparentemente desordenado del viento.
Sin embargo, todo lo que parece aleatorio tiene un orden subyacente. Como artista, esto es lo que más me fascina: descubrir el patrón oculto, desentrañar el tejido invisible que sostiene la realidad. Por eso, mi obra no busca imponer una forma, sino revelar las formas que ya están ahí, esperando ser vistas. Utilizo el código como una herramienta para dialogar con ese orden oculto, creando composiciones que nacen del caos controlado y que, de algún modo, siempre encuentran su equilibrio.
Synesthesis. Composición generada mediante código programado en JavaScript con P5.js. Autor: Fabián BuitragoLa belleza nos hace humanos¿Por qué debería importarte la belleza? Porque es más que una experiencia estética: es un modo de entender el mundo. La belleza no solo está en los museos ni en las obras de arte; está en la vida cotidiana, si aprendemos a mirar. Reconocer la belleza en lo pequeño —en la repetición de una rutina, en la luz que entra por una ventana, en las pausas entre las palabras— nos devuelve a un estado de atención plena.
En un mundo que parece avanzar a toda velocidad, detenerse para contemplar algo bello es un acto profundamente subversivo. Es una forma de resistir la inercia del ruido, de crear un espacio de silencio y reflexión. La belleza nos recuerda que somos más que consumidores de información; nos devuelve a nuestra dimensión más esencial y nos reconecta con aquello que nos trasciende.
Synesthesis. Composición generada mediante código programado en JavaScript con P5.js. Autor: Fabián BuitragoLa búsqueda constante de la bellezaMi trabajo no busca dar respuestas, sino formular preguntas a través de la forma, el color y el movimiento. ¿Dónde está el límite entre el caos y el orden? ¿Qué es lo que hace que una composición nos parezca bella? ¿Es posible generar emociones profundas a través de algoritmos y líneas de código?
La belleza, para mí, es una búsqueda infinita. Nunca se llega a ella del todo, pero cada paso del camino nos transforma. Como en la alquimia, el proceso de buscarla nos cambia tanto o más que el resultado final. Y ese es precisamente su poder: la belleza no es un destino, sino un proceso que nos invita a ver el mundo de nuevo, como si fuera la primera vez.
Synesthesis. Composición generada mediante código programado en JavaScript con P5.js. Autor: Fabián BuitragoPor qué debería importarte a ti tambiénDebería importarte porque la belleza es uno de los pocos lugares donde todavía podemos encontrar significado en un mundo que parece haberlo perdido. En un universo vasto e indiferente, la belleza es el recordatorio de que todo está conectado.
Al abrirnos a la belleza, aprendemos a vivir de forma más plena, a observar más allá de lo evidente, a buscar el orden que subyace en la complejidad. No es una cuestión de estética, sino de supervivencia espiritual. Necesitamos la belleza para no olvidar lo esencial.
Synesthesis. Composición generada mediante código programado en JavaScript con P5.js. Autor: Fabián Buitrago
January 27, 2025
El reconocimiento del Alma a través de la Belleza
¿Alguna vez te has sentido conmovido al mirar una puesta de sol aunque no puedas explicarlo? ¿Alguna vez viviste una experiencia que te dejó sin aliento, sin entender completamente por qué? El nacimiento de un hijo, por ejemplo…¿dirías que fue bello?
Mi nombre es Fabián Buitrago, soy artista visual, arquitecto, y codificador creativo. Mi trabajo busca capturar la esencia de esa experiencia intangible que te he propuesto. Cada una de las piezas de mi obra no tiene un significado por sí misma, más bien son el resultado de una búsqueda específica: La belleza.
La belleza nos recuerda que existe algo más allá de lo funcional. El reconocimiento de la belleza trasciende culturas, tiempo y espacio. Es un puente que nos conecta al reconocimiento propio como seres espirituales. Es un recordatorio constante de que incluso en el caos hay orden y propósito.
A través de mi obra, busco explorar la relación entre arte, tecnología y matemática buscando demostrar que existe una armonía intrínseca en el universo, incluso en lo que parece aleatorio. Mi tesis es que la belleza se encuentra en la relación entre los diferentes componentes de una cosa —ya sea una imagen, un objeto, un pensamiento, o una experiencia. A través del uso de código y el diseño de diferentes patrones geométricos, pretendo diseccionar la belleza para luego crearla de manera sintética en cada uno de mis proyectos de arte generativo.
El arte no siempre se entiende con la mente sino con el corazón. Mi obra no es un acertijo, sino una experiencia que te invita al a observar cómo los colores y formas interactúan permitiendo experimentar la belleza con tus entrañas y reconocer en ella tu propia realidad como ser espiritual.
September 23, 2024
La naturaleza de la belleza
Sería pretencioso hablar de la naturaleza absoluta de la belleza cuando ni creo bien conocerla. La persigo, al igual que tantos otros que lo hacen de manera consciente o inconsciente, sin lograr alcanzarla, sino apenas rasgando sus vestiduras con el brazo estirado y unos dedos anhelantes. No obstante, a través de la experiencia algo se aprende. La belleza, si es solo una, se compone de muchas otras, lo mismo que un cuerpo se compone de partes —sin ser las partes el cuerpo, ni el cuerpo entero ser sin las partes—. Así se puede reconocer tipos de belleza, diferentes entre sí, pero sin duda entendiendo que cada una de ellas, es belleza. Todas compartiendo la misma esencia.
Existe la belleza de las ideas, el intelecto, del alma, la belleza de las acciones, y también la belleza de lo que resulta atractivo a la vista. Múltiples filósofos se han encargado del tema de manera profunda, muchos de los cuales desconozco su pensamiento. Mi acercamiento lo hago como una persona común. Ni me creo docto, ni me creo sabio. Reconozco mi ignorancia, pero también le doy valor al conocimiento que he adquirido con los años, bien sea por la experiencia, bien sea por el estudio.
Lo primero que puedo concluir es que lo bello se compone de la relación existente entre diferentes elementos. Por ejemplo, hay belleza en un instante cuando se suman y relacionan diversos factores: un atardecer colorido, la brisa del mar, una buena comida, una temperatura agradable, la mirada brillante de un enamorado, el sabor del vino en la boca y el sonido del saxofón en los oídos. También se puede encontrar belleza en el cúmulo de acciones específicas, ¿cuáles? Las buenas, por supuesto. Lo mismo sucede con el intelecto, en la relación de sus diferentes pensamientos, en el entendimiento, se encuentra belleza. Y la belleza del alma no es diferente: las almas bellas son aquellas que cultivan virtudes en vez de vicios.
En cuanto a lo que es agradable a la vista, es sin duda el resultado de la sumatoria de diferentes formas combinadas entre sí, y organizadas de una u otra manera. Así, se puede concluir que lo bello se compone de un orden específico, de ciertos elementos, de determinada proporción y relación entre sí. Por dar un ejemplo, en la naturaleza resulta más atractivo todo aquello en que sus partes se relacionan de manera proporcional. Es en la geometría donde se encuentra la clave de toda belleza.
Ahora bien, es útil entender que a pesar de que la mayoría podemos acordar en que algo es bello o no, también podemos desacordar. Si algo es bello para unos, y no lo es para otros, quiere decir que la belleza tiene un componente subjetivo. ¿Puede algo ser bello sin que nadie lo declare?¿Existiría la belleza sin un ser que tenga la capacidad de admirar? Si ocurre que la belleza contiene este componente subjetivo, la respuesta es “no”, porque para que fuera bello necesita primero ser reconocido como tal. Entonces, la belleza es producto de la relación existente entre dos factores: el objeto y el sujeto, y el sujeto debe ser un ser humano, porque no conozco otro ser capaz de declarar algo como bello. No lo hace una planta, ni lo hace un perro, ni tampoco ningún otro ser vivo en el mundo conocido.
Por lo tanto, la segunda conclusión es que conocer la belleza es propio del ser humano. Y la tercera es que la belleza se reconoce cuando la persona percibe en el objeto algo que resuena consigo mismo. Es innegable, que descubrir la belleza, bien sea que se encuentre en la sonrisa de un bebé recién nacido, en el aroma de un amante, o en una obra de arte, implica un acto íntimo.
Todo lo cual nos lleva a entender que hay algo en el ser humano distinto de los otros seres. Si bien la experiencia humana comprende una realidad natural representada en el cuerpo, también comprende una realidad divina representada en el alma. Es así, cómo a través de la búsqueda de la belleza, el ser humano logra reconocer en sí mismo, su propia naturaleza.
De esta manera podemos enunciar tres principios: primero, la belleza es objetiva como producto de la relación geométrica de las partes; segundo, la belleza es subjetiva como resultado de la necesidad de la existencia de un ser con la capacidad de admirar; y tercero, el reconocimiento de la belleza supone la conexión íntima entre el objeto y el sujeto.
En un mundo invadido por el consumismo, la tecnología, y lo superfluo, es fácil perder de vista la realidad cálida que supone ser humano. Es fácil sentirse perdido en un mundo vertiginoso que se mueve a velocidades nunca antes conocidas. Es comprensible que en un mundo cada vez más artificial se pierda el rastro de nuestra propia esencia. No obstante, lo que es esencia nunca desaparece, aún en medio de la confusión es posible encontrarla nuevamente, y en la búsqueda de la belleza, se encuentra un camino.


