Gustavo Solórzano-Alfaro's Blog
December 2, 2020
“Fairytale of New York”: un clásico para Navidad
Spotify me dice que la canción que más escuché este año fue “Tiny Tears”, de Tindersticks. Lo que no sabe es que fue “Fairytale of New York”, de The Pogues, incansablemente, pero en YouTube.
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El jueves 30 de abril de este año pandémico sobrepasábamos ya los 50 días de cuarentena. Ese día, Abel Limbrick subió un cover de “Rainy Night in Soho”, de The Pogues. La cuestión es que durante el confinamiento he pasado escuchando a este grupo inglés de punk celta. Aunque más bien, debería decir que he pasado escuchando incansablemente “Fairy Tale of New York” (1987): en videos, en audio, en vivo, covers, etc.. Es decir, que he pasado moqueando. Qué canción más hermosa. Terriblemente hermosa. Una obra maestra.
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Parece que los ingleses son expertos en dejar llegar sus mejores canciones apenas al segundo lugar. Sucedió con “Strawberry Fields Forever”, en 1967. Veinte años después sucedió lo mismo con esta pieza de The Pogues. Y en 1995 pasó de nuevo, con “Common People”. Curiosamente, la primera y la tercera han sido consideradas en diferentes momentos las mejores canciones de la historia, y “Fairy Tale of New York” es hoy considerada la mejor cancion de Navidad. En mi caso, es desde ya mi villancico favorito.
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La canción se mueve en un espacio doble, reforzado por las partes dialogadas. Por un lado parece el sueño de una pareja y por otro parece su recuerdo, entre Irlanda y New York. Asimismo, sucede en los años 40 y en los años 80. De igual manera, pasa de un optimismo juvenil a la amargura de una ruptura amorosa, para llegar finalmente a un final abierto que sugiere una reconciliación. Si la nostalgia fuera una canción sería esta, que también es alegría y redención.
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La pieza fue relanzada en el 2005 y desde entonces reingresa en las listas cada año. Sin embargo, ahora se ha generado una controversia, pues a partir de la petición de un DJ, se ha lanzado una campaña para censurar la palabra “faggot” (curiosmente a nadie parece molestarle “old slut junk”). Un absurdo revisionista donde lo haya. La letra es un diálogo entre dos personajes y responde a una historia en particular y a una lógica interna. Este año, la BBC pasará una versión que sustituye la palabra “faggot” por “haggard” (demacrado), y en el caso de la palabra “slut”, simplemente será silenciada. Shane MacGowan tiene una respuesta amplia al respecto, pero también dijo (y lo secundo) “Fuck it!”.
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El tema tardó al menos un par de años en su escritura. The Pogues invitó a Kirsty MacColl para cantar el dueto, y aunque ha habido decenas de duetos versionando el tema, la cancion siempre ha sido “suya”. Kirsty murió en el año 2000: al salvar a su hijo de no ser arrollado por una lancha, ella resultó la víctima.
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El video, filmado en perfecto y triste blanco y negro, como no podía ser otra forma, fue dirigido por Peter Dougherty y cuenta con la participación de Matt Dillon, gran fan del grupo. En vivo, The Pogues ha interpretado el tema siempre con alguna cantante invitada. Y sobre el escenario, igual que en el video Shane MacGowan baila al final con la invitada, pero todos sabemos que es también una forma de traer de vuelta a Kirsty.
Así se hace un clásico.
Una fábula neoyorquina
Fue una víspera de Navidad.
En la celda de los borrachos,
un viejo me dijo:
“Para la próxima ya no estaré vivo”,
y entonces empezó a cantar
«The Rare Old Mountain Dew».
Me di la vuelta
y soñé con vos.
“Tuve suerte en las apuestas. Gané 18 a 1.
Tengo el presentimiento
de que este va a ser un buen año.
Por eso te deseo feliz Navidad.
De verdad te amo,
y veo venir tiempos mejores
en los que todos nuestros sueños
se harán realidad”.
“Ahí tienen carros enormes como bares,
tienen ríos de oro,
pero el frío se te mete en los huesos.
No es un lugar para los viejos.
Cuando tomaste mi mano,
una víspera de Navidad,
me prometiste que Broadway
me iba a esperar”.
“Eras muy guapo”.
“Y vos preciosa, la reina de Nueva York”.
Cuando la banda terminó de tocar
la gente aulló por más.
Sinatra danzaba,
los borrachos cantaban.
Nos besamos en una esquina
y no paramos de bailar.
Los muchachos del coro de la policía
cantaban «Galway Bay»
y las campanas repicaban
anunciando la Navidad.
“Sos un vago, sos un pillo”.
“Y vos, una vieja, una puta drogada,
ahí, tirada, babeando,
casi muerta en la cama”.
“Sos un cabrón, un gusano,
un maricón barato y miserable;
feliz Navidad ni picha,
le pido a Dios que sea la última”.
“Pude haber sido alguien más”.
“Bueno, cualquiera podría.
Vos me arrebataste mis sueños
cuando te vi por primera vez”.
“Yo los conservé, amor,
los puse junto a los míos.
No puedo lograrlo solo.
He construido mis sueños a tu alrededor”.
Los muchachos del coro de la policía
seguían cantando «Galway Bay»
y las campanas repicaban
porque era Navidad.
________
The Pogues, letra: Shane MacGowan, música: Jem Finer y Shane MacGowan, del álbum If I Should Fall from Grace with God, 1987, traducción mía.
https://youtu.be/j9jbdgZidu8 (video oficial, con letra)
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October 25, 2020
Un poema de Dana Gioia
Dinero
El dinero es un tipo de poesía
Wallace Stevens
Dinero, la blanca harina,
efectivo, chuminos, mosca, el güevo
o simplemente la plata.
Hacelo circular, dale
vuelta, desechalo. Miralo
hacerle huecos a los bolsillos.
¡Estar hecho de billetes! Tenerlos
¡para quemar! Un tucán, un rojo,
el biyuyo, la monifai.
Te pica en la mano, va y viene,
aparece de vez en cuando y te salva.
Te deja llegar a fin de quincena.
La plata genera plata.
Gana intereses, capitaliza a diario.
Siempre está circulando.
Dinero. No sabés dónde ha estado
pero te lo metés en la boca.
Y habla.
Money
Money is a kind of poetry
Wallace Stevens
Money, the long green,
cash, stash, rhino, jack
or just plain dough.
Chock it up, fork it over,
shell it out. Watch it
burn holes through pockets.
To be made of it! To have it
to burn! Greenbacks, double eagles,
megabucks and Ginnie Maes.
It greases the palm, feathers a nest,
holds heads above water,
makes both ends meet.
Money breeds money.
Gathering interest, compounding daily.
Always in circulation.
Money. You don’t know where it’s been,
but you put it where your mouth is.
And it talks.
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March 28, 2020
“Murder Most Foul”: la nueva canción de Bob Dylan
El crimen más vilBob Dylan
Fue un día oscuro en Dallas, en noviembre del 63,un día que pervivirá en la infamia.El presidente Kennedy estaba en la cúspide.Fue un buen día para vivir y un buen día para morir.Mientras lo llevaban al matadero como un cordero sacrificado,dijo: “Muchachos, esperen un toque, ¿ustedes saben quién soy?”.“Claro que lo sabemos, sabemos quién es usted”.Entonces le volaron la cabeza mientras aún estaba en su carro.Le dispararon como a un perro a plena luz del día.Fue cuestión de esperar el momento y el momento fue perfecto.“Usted tenía deudas pendientes, vinimos a cobrar.Lo asesinaremos con odio, sin ningún respeto,nos burlaremos y lo joderemos en su propia cara.Ya tenemos alguien que ocupe su lugar”.El día que le volaron los sesos al reyhabía miles mirando, pero nadie vio nada.Sucedió tan rápidamente, tan rápido, por sorpresa.Justo ahí, en frente de todo mundo.El truco de magia más grandioso bajo sol,perfectamente ejecutado, hecho con destreza.Hombre lobo, hombre lobo, aullá, hombre lobo.Tin marín de do pingüé, es el crimen más vil.
Silencio, chiquitos, ustedes entenderán.Los Beatles están llegando y solo quieren estrechar tu mano.Tírense por la barandilla, vayan por sus abrigos.Cruzaremos el Mersey en ferry e iremos directo a la yugular.Hay tres vagos que visten con harapos.Recojan los pedazos y bajen las banderas.Voy a ir a Woodstock, es la era de acuario.Luego iré a Altamont y me sentaré cerca del escenario.Sacá la cabeza por la ventana, dejá que corranlos buenos tiempos. Hay una fiesta detrásdel montículo desde el que le dispararon.Colocá los ladrillos, chorreá el cemento.Señor presidente, no diga que Dallas no lo ama.Pisá el acelerador y dale a todo gas.Tratá de llegar al triple paso subterráneo.Un cantante hace “blackface”, un payaso, “whiteface”.Mejor no dejarse ver después de que se oculte el sol.Ahí en la zona roja hay un policía patrullando,viviendo como en las pesadillas de Freddy.Cuando caminés por ese lugar guardá la plata en un zapato.No preguntés qué puede hacer tu país por vos.Apostá todo a una papeleta, tené dinero para despilfarrar.En el centro comercial, doblá a la izquierda.Cruzaré la intersección, pediré un aventónhacia el lugar donde yacen la fe, la esperanza y la caridad.Disparale mientras corre, muchacho, disparale mientras podás.Fijate si podés dispararle al hombre invisible.¡Adiós, Charlie! ¡Adiós, tío Sam!Sinceramente, señorita Scarlett, me vale verga.¿Cuál es la verdad y a dónde se fue?Preguntale a Oswald y a Ruby, ellos deben saber.“Cerrá la boca”, dijo un viejo búho sabio.Negocios son negocios, y son el crimen más vil.
Tommy, ¿podés escucharme? Soy la Reina Ácida.Viajo en una enorme limusina negra,en el asiento trasero, junto a mi esposa,y voy directo al más allá.Me inclino a la izquierda, pongo mi cabeza en su regazo.Suave un toque, me han llevado a una especie de trampa,donde no pedimos ni una moneda y ni una moneda damos.Estamos justo en la calle, en la calle donde vivís.Le mutilaron su cuerpo y le sacaron el cerebro.¿Qué más podrían hacer? Se amontonaron en el dolor,pero su alma no estaba donde se suponía.Durante los últimos cincuenta años la han estado buscando.Libertad, libertad, libertad para mí.Lamento decirle, señor, pero solo los muertos son libres.Mandame algo de amor y no me mintás.Tirá el arma en el caño y seguí caminando.Despertá, Susanita, vamos a dar un paseo.Crucemos el río, mantengamos viva la esperanza.Prendé el radio, no cambiés de estación.El hospital queda a solo 10 kilómetros.Señorita Lizzy, me tenés mareado, me llenaste de plomo.Tu bala mágica se me subió a la cabeza.Tan solo soy un señuelo, como Patsy Cline.Jamás le disparés a alguien de frente o por detrás.Tengo sangre en mis ojos, tengo sangre en mis oídos.Nunca llegaré a la nueva frontera.Anoche vi la grabación del asesinato,la he visto 33 veces, quizá más.Es ruin y engañosa, es mala y es cruel,lo más feo que jamás hayás visto.Lo asesinaron una vez y lo volvieron a asesinar.Lo asesinaron como un sacrificio humano.El día que lo mataron, alguien me dijo: “Joven,la era del anticristo acaba de empezar”.El avión presidencial está llegando.La juramentación del presidente Johnson fue a las 2:38.Avisame cuando decidás arrojar la toalla.Esto es lo que es, y es el crimen más vil.
¿Qué hay de nuevo, primor? ¿Qué dije?Dije que el alma de una nacion había sido desgarraday ha empezado su lenta decadencia,tan solo 36 horas después del día del juicio.El dj más famoso habla en lenguas.Sigue y sigue a todo lo que dan sus pulmones.Poneme una canción, señor dj.Ponémela, en mi gran Cadillac.Poneme “Only the Good Die Young”,llevame al lugar donde colgaron al asesino de su mujer.Poneme “St. James Infirmary” y la corte del rey James.Si querés acordarte, mejor anotá los títulos.Poné a Etta James, también, “I`d Rather Go Blind”.Ponela para el hombre con telepatía.Poné a John Lee Hooker, poné “Scratch My Back”.Ponela para Jack, el dueño del bar de streape tease.El guitarrista de blues toca suavemente.Ponela para mí y para Marilyn Monroe.
Poné “Please Don't Let Me Be Misunderstood”.Ponela para la primera dama, pues no se siente nada bien.Poné a Don Henley, a Glenn Frey.Llevalo hasta el límite y dejalo ir.Poné algo para Carl Wilson, también,que mira a lo lejos, a las colinas de Hollywood.Poné algo trágico, poné “Twilight Time”.Devolveme a la escena del crimen.Poné otra y poné “Another One Bites the Dust”.Poné “The Old Rugged Cross” y “In God We Trust”.Cabalgá sobre el caballo rosado por ese camino solitario.Quedate ahí y esperá que explote su cabeza.Poné “Mystery Train” para el Señor Misterio,el hombre que se cayó como un árbol sin raíces.Ponela para el reverendo, ponela para el pastor,Ponela para el perro que no tiene amo.Poné a Oscar Peterson, a Stan Getz.Poné “Blue Sky”, poné a Dickey Betts.Poné a Art Pepper, a Thelonious Monk,a Charlie Parker y toda esa basura,toda esa basura y “All That Jazz”.Poné algo para el amante de los pájaros de Alcatraz.Poné a Buster Keaton, a Harold Lloyd.Poné a Bugsy Siegel, a Pretty Boy Floyd.Jugá con los números, con los chances.Poné “Cry Me A River”, para el señor de los dioses.Jugá el número 9, el número 6.Jugalos por Lindesy y Stevie Nicks.Poné a Nat King Cole, poné “Nature Boy”.Poné “Down In The Boondocks", para el personaje de Brando.Poné “It Happened One Night” y “One Night of Sin”.Hay 12 millones de almas que están escuchando.Poné “El mercader de Venecia”, poné “Los mercaderes de la muerte”.Poné “Stella by Starlight”, para Lady Macbeth.No se preocupé, señor presidente, la ayuda viene en camino.Sus hermanos están llegando y se van a vengar.¿Hermanos? ¿Cuáles hermanos? ¿Venganza de qué?Dígales: “Vengan, que los estamos esperando y los recibiremos”.Su avión aterrizó en el aeropuerto de Dallasy de ahí jamás volvió a despegar.Fue algo muy difícl de igualar, insuperable.Lo asesinaron en el altar del sol naciente.Poné “Misty”, para mí, y “That Old Devil Moon”.Poné “Anything Goes” y “Memphis in June”.Poné “Lonely At the Top” y “Lonely Are the Brave”.Poné algo para Houdini, que se revuelca en su tumba.Poné a Jelly Roll Morton, poné “Lucille”.Poné “Deep In a Dream" y “Driving Wheel”.Poné la sonata “Claro de luna” en fa sostenido.Y “A Key to the Highway”, para el rey de la armónica.Poné “Marching Through Georgia” y “Dumbarton's Drums”.Poné la oscuridad y la muerte vendrá cuando tenga que venir.Poné “Love Me Or Leave Me”, del gran Bud Powell.Poné “The Blood-stained Banner”, poné “El crimen más vil”.
(Versión al español de Gustavo Solórzano-Alfaro, 2020)Comentarios
May 23, 2019
Un poema de Anne Carson
El libro de Isaías, parte I
Isaías despertó enojado.La canción del mirlo que endulzaba sus oídos no era enojo.Dios había llenado los oídos de Isaías con aguijones.Una vez, Isaías y Dios fueron amigos.Solían conversar cada noche. Isaías corría al jardín.Conversaban bajo una rama, la noche llegaba.De los pies a la cabeza, Dios hacía que Isaías llamara.Isaías amó a Dios y luego su amor se volvió dolor.Isaías quiso un nombre para el dolor, lo llamó pecado.Isaías fue un hombre que creyó ser una nación.La llamó Judea y el pecado su condición.En Isaías, Dios vio arder la mortaja del mundo.Isaías y Dios vieron las cosas de forma distinta. Solo puedo contarles sus acciones.Isaías se dirigió a la nación.¡La fragilidad del ser humano!, gritó.La nación se conmovió por fuera y se volvió a dormir.Dos tablas de carne ensangrentada envolvieron sus ojos como alas.La nación durmió como una pintura brillante y dura.¿Quién puede inventar un nuevo temor?Y aun así inventé un pecado, pensó Isaías, repasando los nudos de la rama.Y entonces, debido a una gran atracción entre ellos-que Isaías resistió (a favor y en contra) el resto de sus días-,Dios aplastó su indiferencia,lavó el pelo de Isaías con fuegoy decidió quedarse.Bajo sus alas de carne la nación escuchaba.Tú, dijo Isaías.No hubo respuesta.No te escucho, dijo Isaías, de nuevo bajo la rama.La luz destiñó la cámara nocturna.Dios llegó.Destruyó a Isaías como vidrio a través de todas las cuencas de su nación.¡Mentiroso!, le dijo.Isaías puso sus manos en su túnica y su mano en su cara.Isaías es un hombre pequeño, pero no mentiroso.Dios se detuvo.Y así fue su acuerdo.Frágil de ambos lados, pero sin mentiras.La esposa de Isaías vino a la puerta, el marco se movió.¿Qué es ese sonido?, preguntó.El temor del Señor, dijo Isaías,y sonrió en la oscuridad. Ella entró de nuevo.
Traducción: Gustavo Solórzano-Alfaro, 2019“Book of Isaiah, Part I”Original en Anne Carson, “Book of Isaiah, Part I”,en Glass, Irony, and God, New Directions Publishing Corporation, 1995
Anne Carson (Toronto, 1950) es una de las autoras contemporáneas más importantes, considerada la mejor poeta en lengua inglesa de la actualidad. Ha publicado poesía y ensayo, aunque gran parte de su obra se caracteriza por romper los límites tradicionales de las formas y los géneros. Dentro de su amplia producción, podemos mencionar Autobiography of Red: A novel in Verse(1998) y Decreation (2005). Se dedica a la traducción y la enseñanza de literatura grecolatina.
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May 20, 2019
Trece maneras de pensar el verso (Dana Gioia)
El escritor estadounidense Dana Gioia (California, 1950) compone parte de sus poemas en metros clásicos; también usa rima, a veces inventa sus propias formas y no pocas veces recuerre significativamente al verso libre. Asimismo, piensa la poesía más en términos musicales que semánticos, de ahí que confiera una gran importancia al hecho de que el lector o el oyente acceden a la poesía primero de forma sensorial, antes que racional. Para Gioia, la poesía es concreta, y se experimenta con el cuerpo, antes de ser comprendida intelectualmente.
Parte de esa perspectiva, radica en su manera de entender el verso y la versificación en general. Aquí, nos presenta algunas consideraciones sobre el tema, a manera de tridecálogo.
Trece maneras de pensar el verso
Dana Gioia
1. La diferencia más evidente entre la prosa y la poesía es la versificación. En el arte, lo evidente siempre es importante, aunque suele ser precisamente lo que olvidan los especialistas. La técnica poética consiste casi por completo en explotar las posibilidades expresivas de la versificación en tanto principio formal para comunicar y reforzar el significado
2. Los tres principios usuales de organización de los versos son la métrica, la sintaxis y lo visual. Cada sistema opera con reglas diferentes, pero todos parten de la importancia suprema de la versificación para enfocarse en la energía expresiva y el significado del poema.
3. Todo elemento en un poema (cada palabra, corte de verso, patrón estrófico, margen, incluso la puntuación) conlleva un significado expresivo potencial. Si no moldeás dicho potencial, cualquier detalle inerte debilita la fuerza general del poema. Esos elementos inertes son un peso muerto que el poema está obligado a cargar.
4. Debe haber una razón para que cada verso termine donde termina. El corte de un verso no es neutral. La versificación es el principio de organización más elemental y esencial de la poesía. Un lector o un oyente no necesita entender, de manera racional, el principio que yace tras cada salto de línea, pero debe sentir de manera intuitiva su adecuación y su poder.
5. El propósito de la versificación en la poesía es establecer un ritmo de expectativas que intensifica la atención y la comprensión del oyente. El objetivo de la técnica poética, especialmente la métrica, es encantar al oyente, crear un delicado estado hipnótico que reduce su resistencia y aumenta su atención. El verso libre carece del compás físico constante de la poesía medida, pero busca el mismo efecto neuronal por otros medios. La versificación es el principio organizativo central del verso libre.
6. Las razones que determinan la extensión de los versos deben ser coherentes dentro del poema, a menos que haya una abrumadora necesidad expresiva para romperlas. Toma tiempo y esfuerzo establecer un patron de expectativas. Romper ese patrón con facilidad o muy seguido hará que se desmorone. Un patrón mal construido es peor que la ausencia de uno. Sin un patrón expresivo no hay poema.
7. Todo poema debe tener un verso modelo. El criterio para la extensión de los versos debe ser claro (consciente o inconscientemente) para el lector o el oyente. Este criterio debe mantenerse a lo largo del poema, excepto por una variación expresiva significativa. Después de una ruptura así el poema regresa al verso modelo o crea uno nuevo. El valor expresivo de todas las rupturas debe ser mayor que la pérdida de impulso y el rompimiento del hechizo del patrón.
8. Todo verso tiene dos obligaciones secundarias: funcionar dentro del patrón del poema y encarnar en sí mismo el poder del lenguaje poético. Un poema efectivo no solo equilibra esas distintas obligaciones, las utiliza como compañeras en una danza ininterrumpida. Si no danzan no hay poesía, solo lenguaje versificado.
9. Cada verso debe tener algún grado de fuerza expresiva independiente. Cumplir con un patrón no es suficiente justificación para un verso. Este debe tener alguna vitalidad independiente en términos musicales, imaginativos o narrativos. Un verso individual es el microcosmos del poema. Debe encarnar las virtudes del todo. Esa es una razón por la cual la poesía puede ser citada tan fácilmente.
10. La versificación le dice al lector cómo escuchar, ver y entender el poema. En tanto principio formal fundamental de la poesía, la versificación establece los patrones auditivos y semánticos del poema. El poder formal del conjunto no puede lograrse si la versificación es descuidada.
11. En las formas poéticas, el final de un verso es uno de los elementos expresivos más poderosos. Los versos se transforman (giran, se “excitan”) en la palabra final de cada línea. (El significado original de versuses “girar un arado para hacer surcos en un campo”, de ahí que “el giro” es una de las metáforas más antiguas para la poesía y la técnica poética.) Este punto de giro verbal, incluso cuando no es rimado, ofrece un potencial enorme para un efecto significativo.
12. La palabra final de un verso debe soportar el peso del escrutinio musical o imaginativo. Esta palabra es muy visible y audible. Nunca terminés versos con palabras débiles, a menos que haya una necesidad expresiva muy fuerte. La palabra final, con rima o sin ella, debe generar energía para el poema.
13. El salto de un verso a otro casi siempre es audible (y siempre visible), incluso aunque sea tan solo una breve pausa o un eco. Uno no escucha los compases en la música, pero el oyente entrenado siempre sabe dónde están por la forma de las notas. Ya que el salto de un verso a otro es tan prominente, debe ser usado para efectos expresivos. Si no funciona en el poema, funcionará en su contra.
Traducción: Gustavo Solórzano-Alfaro, 2019Comentarios
Dos poemas de Seamus Heaney
Cavando
Entre mi dedo y mi pulgarreposa el lapicero, ceñido como un arma.
Bajo mi ventana, el chirriante y claro sonidode la pala al hundirse en el áspero suelo:mi padre, cavando. Lo veo
hasta que su espalda cansada se inclinaentre los parterres, desde hace veinte añosencorvada al ritmo de los surcos de papasdonde cavaba.
La tosca bota apoyada en la plancha, el mangocon la rodilla interna apalancado con firmeza.Sacaba los crecidos tallos, enterraba el brillante filopara esparcir las papas nuevas que recogíamos,encantados con su fría dureza en nuestras manos.
Por Dios, el viejo sabía manejar una pala.Igual que su viejo.
Mi abuelo cortaba más pasto en un díaque cualquier otro hombre en el pantano de Toner.Una vez le llevé leche en una botellatapada torpemente con papel. Se enderezópara tomársela y de inmediato bajócortando y rebanando con esmero, lanzando terronessobre su hombro, buscando y buscandoel mejor pasto. Cavando.
El frío olor del moho de las papas, la turba húmedaahogada y aporreada, el brusco corte de un filoa través de raíces vivas se despiertan en mi mente.Pero no he tenido una pala para imitar a hombres como esos.
Entre mi dedo y mi pulgarreposa el lapicero.Voy a cavar con él.
[pp. 3-4] Digging
El discípulo
Mi padre araba con sus caballos,sus enormes hombros como velas izadasentre el mango y los surcos.Los caballos tiraban con el chasquido de su lengua.
Era un experto. Colocaba el yugoy ajustaba la brillante plancha de acero.Volteaba la tierra y los terrones salían enteros.Al borde del camino, con un solo tirón
de las riendas el sudoroso par daba la vueltay empezaba otra vez. Su ojoentrecerrado en ángulo con el suelotrazaba los surcos con precisión.
Yo me tropezaba al seguir sus botas,a veces me caía en la tierra mojada;a veces me llevaba a caballito,subiendo y bajando al caminar.
Yo quería crecer y arar,cerrar un ojo, endurecer mi brazo.Lo único que hice fue seguirsu ancha sombra por toda la granja.
Era un estorbo, cayendo, tropezando,siempre parloteando. Pero hoyes mi padre quien viene tropezandotras de mí, y no se marchará.
[p. 8] Follower
Traducción: Gustavo Solórzano-Alfaro, 2019. Textos originales tomados deSeamus Heaney, 100 Poems, London: Faber & Faber, 2018, 184 pp.
Seamus Heaney (Irlanda del Norte) nació en 1939 y falleció en el 2013. En 1995 le fue concedido el Premio Nobel de literatura. Dentro de su amplia producción poética podemos citar Opened Ground: Selected Poems, 1966-1996(1998) o District and Circle (2006), el cual el valió el T.S. Eliot Prize.
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May 12, 2019
Siempre quise ser un chico Perro Azul
Siempre quise ser un chico Perro AzulUna historia personal para hablar del libroPara un siglo con cédula. 18 años de poesía Perro Azul,de G.A. Chaves. (pról. de Clara Astiasarán)
I
El año pasado, cuando publiqué 25 x 25. Poemas escogidos de un muchacho que sonríe: 2018-1993, con Ediciones Perro Azul, conté parte de las anécdotas que me unieron y desunieron a Carlos Aguilar en esos años. Ese libro fue una pequeña celebración personal y una pequeña victoria personal. No es gratuito que mis 25 años de “carrera” literaria coincidan (o no) con más o menos el mismo tiempo que le tomó a Carlos ir de Alambique a su proyecto Perro Azul y lo que es hoy.
Como muchos otros, allá a mediados de los 90, cruzaba la calle desde Letras de la UCR para visitar la librería de Carlos. Hacia el año 2000, cuando Perro Azul ya daba sus primeros y firmes pasos, le ofrecí a Carlos Las fábulas del olvido. Carlitos me dijo que no lo publicaría, pues era un poemario trascendentalista, que no correspondía a su línea editorial. Nunca me enojé. Aunque no lo crean. Mis desencuentros con Carlos vendrían mucho después y por otros motivos. Hoy más bien agradezco enormemente su sinceridad. De haberme dado pelota en aquel entonces es probable que hubiese yo seguido insistiendo en esas necedades trascendentalistas. La verdad es que igual nunca fui un trascendentalista legítimo. Aprendí los manierismos y nada más. Ya desde los 90 mis búsquedas eran otras, pero las dejé guardadas para no contravenir la estética de la tribu que me había acogido.
Ese libro se transformó una vez más y tuvo la suerte (o no) de ganar la selección de poesía de la Euned de 2003. Vio la luz en el 2005. Para mí igual fue como si nada. Aparte de este hecho, la verdad es que entre el 2001 y el 2006 estuve haciendo otras cosas. Fueron mis “años perdidos”, por decirlo de alguna manera. Fueron también los años de formación de G.A. Chaves, a quien aún no conocía.
En el 2007, luego de una serie de cambios en mi vida personal y laboral, abrí un blog y empecé de nuevo a interactuar con la fauna literaria local (y a veces internacional). Sin buscarlo, algunas de mis críticas tuvieron eco y algunas personas empezaron a preguntarse quién diantres era este mae. Solo algunos con buena memoria, la gente del Chico Zuñiga o de Octubre Alfil 4, me recordaban de los años 90.
Fue hacia esa época, a través de Afinidades Electivas , que conocí a G.A. Chaves. Era la época de los blogs. Yo tenía La Casa de Asterión y el tenía su Café Varlaine . En el trabajo de Chaves encontré precisamente eso: muchas afinidades. Para mí fue el redescubrimiento de muchas cosas y el aprendizaje de otras. La naturaleza dice que yo soy mayor y por tanto mi tocayo, mi xará, debía aprender de mí. Chaves cumple por fin 40 este año y entonces será más fácil para mí aceptar cuánto he aprendido de él. Chaves es Mozart, es McCartney (pun intended!). Bromas aparte, nadie mejor que él para acometer la tarea de escribir esta memoria de Perro Azul, que es la memoria de una generación, de una época, de un cambio de sensibilidad.
En llegados a este punto, por ahí vinieron también los “años perdidos” de Carlos y su Perro Azul. Como bien apunta Chaves, fue cuando emergieron otras editoriales para continuar aquel gesto inicial de ruptura. Recuerdo a un joven editor que decía que se adueñaría de una vez por todas del legado de Perro Azul. También decía que no cometería los mismos errores. Sí se adueñó del legado, pero también cometió los mismos errores.
Saltando varios años, Carlos regresó. Ya nos habíamos topado de nuevo y sin necesidad de decir nada hicimos las paces un día en el Buenos Aires. Regresó con su línea ya clásica y con nuevos libros. Para la feria del 2016 nos pidió a G.A. Chaves y a mí que presentáramos sus nuevos títulos de ese año. De alguna manera, la coincidencia de nombre parecía habernos hecho coincidir como “los críticos”.
De izquierda a derecha: Gustavo Solórzano-Alfaro, Pablo Segreda Johanning, Dennis Ávila,Michael Andrés Barrantes, Guillermo Sáenz Patterson y G.A. Chaves,FILCR, presentación de novedades Perro Azul (2016) Para el 2017, publiqué Nadie que esté feliz escribe. Esta vez fue Carlos quien se interesó en el libro. Esta vez fui yo quien tuvo que decirle que ya estaba comprometido. Para el 2018, por fin, se cumplió mi deseo de “ser un chico Perro Azul”. Carlos publicó 25 x 25. Se cumplían 18 años oficiales de su editorial. El gesto no puede ser más simbólico. De alguna manera, “25 x 25” fue mi graduación. He madurado muy lentamente (si es que lo he hecho). Formo parte de algo que no se define muy bien y que también ha resultado bastante uniforme en muchos aspectos.
II
Para un siglo con cédula es el testamento de una época. Como afirma Chaves, es su historia personal, la crónica de su educación sentimental. El libro fluye perfectamente entre esa historia personal y la historia de muchos escritores. Gracias a ese gesto personal, logra entonces convertirse en un gesto generacional y la crítica de la literatura costarricense en general. En sus primeras páginas resume, como solo él puede hacerlo, gran parte de la sensibilidad poética de nuestro país, cuenta la historia de las tensiones que nos han caracterizado (vía Monge: el “inflamamiento verbal” y la “simplifación exteriorista”). Pero más importante aún, da cuenta de esa brecha que se origina en los 70. Explica de qué modo se perdió la conexión con autores como Virginia Grütter, Amighetti o Cardona Peña, conexión que luego retomarán María Montero o Osvaldo Sauma, por ejemplo, y que se verá cristalizada en el proyecto Perro Azul.
En mi caso personal, retomando la idea mi “graduación literaria”, no puedo más que sentirme enormemente agradecido y conmovido por sus menciones de mi obra. Hacia el final del libro, Chaves, luego de haber enfatizado de qué manera el catálogo de Perro Azul ha transformado las nociones sobre “qué es poesía”, manifiesta que nada ejemplifica mejor que mi trabajo la influencia que este catálogo tuvo en nuestro país. No puedo menos que concordar, pero con una salvedad: en realidad, si he aprendido algo, más que a través del catálogo de Perro Azul, ha sido de forma diferida, a través del propio Chaves, quien ha sabido leer con tino nuestro desarrollo literario y anotar los vaivenes, avatares, tics y necedades en que nos hemos consumido.
El libro abre con un magnífico prólogo de Clara Astiasarán, que forma también parte indeleble de la historia de Perro Azul. Las notas de Chaves, más que notas, son ensayos, con esa capacidad de síntesis y estilo único para endilgar los adjetivos y los símiles más ingeniosos y acertados a poemas, libros y autores, como cuando dice que mis primeros libros eran “gaseosos” (y se queda corto) o que de la Ossa es “tan apagado como una chinga de cigarro bajo un aguacero” o que “Olivas es la tos necia que nos queda después de la gripe trascendentalista”.
Para un siglo con cédula es una breve historia de la poesía costarricense, de un siglo, precisamente. Su título alude además a esa especie de mayoría de edad que ya alcanzamos, para bien o para mal, o que debemos aún alcanzar. De ahí el simbolismo que guarda para mí este libro y el formar ahora parte de un catálogo indispensable. Y es fundamentalmente la historia y el homenaje a un catálogo excepcional.
Junto con las notas, se van intercalando poemas de los más de 60 poemarios que hasta la fecha ha publicado Carlitos. Es una antología única que se lee de un tirón y con el mayor gusto del mundo. En este trabajo, Chaves nos invita a pensar y repensar (que tanta falta nos hace, siempre he insistido) las líneas de nuestra poesía, el canon, los confluencias y divergencias, los choques y desencuentros, los hallazgos felices y las afinidades. Solo al ingresar en un análisis profundo de nuestra historia podremos encontrar nuevos caminos. El libro, también, será de gran utilidad para quienes empiezan y quieren conocer de primera mano parte de lo que ha constituido las letras de Costa Rica.
A mí no me queda más que agradecer a Gustavo, al xará, por todo lo que me ha enseñado, por sus ideas y su poesía, porque siempre logra conmoverme de una u otra forma, y agradecer a Carlitos Aguilar (ahora con la complicidad de Gabriela Rojas), eternamente, por haberse embarcado en un proyecto que hoy por hoy no tiene igual.
Carlitos, te graduaste hace rato. Gracias por invitarme por fin a ser “un chico perro Azul”.
***G.A. Chaves (sel. y notas), Para un siglo con cédula. 18 años de poesía Perro Azul (pról. de Clara Astiasarán), San José: Ediciones Perro Azul, 2019, 148 pp.
El libro se consigue en el stand 22, de Perro Azul, Casa del Cuño, XX Feria Internacional del Libro Costa Rica 2019. Totalmente recomendado.Comentarios
May 5, 2019
Un poema de Louise Glück
Un mito sobre la devoción
Cuando Hades se enamoró de esta muchacha,le construyó un duplicado de la tierra.Todo igual, hasta un prado,pero con una cama.
Todo igual, incluso el sol,porque sería difícil para una jovenir de la luz a la completa oscuridad.
Paso a paso, pensó, le ofrecería la noche,primero como sombras de hojas agitadas.Luego la luna, las estrellas. Después ninguna.Que Perséfone se acostumbre poco a poco.Al final, pensó, se sentirá a gusto.
Una réplica de la tierra,excepto que en esta había amor.¿No todos quieren amor?
Esperó muchos años,construyendo un mundo, observandoa Perséfone en el prado.Perséfone, la que olfatea y prueba,si tenés un apetito, pensó,los tenés todos.
¿No quiere todo mundo sentir en la nocheel cuerpo amado —estrella polar, brújula—,escuchar el suave aliento que dice“estoy vivo”, que también significaque estás vivo, porque me oísy estás aquí conmigo. Y cuando uno se da vueltael otro también se da vuelta?
Eso fue lo que sintió el señor de la oscuridad,viendo el mundo que habíaconstruido para Perséfone. Jamás se le ocurrióque aquí no habría nada para olfatear;sin duda, tampoco para comer.
¿Culpa? ¿Espanto? ¿Miedo al amor?No podía imaginar estas cosas.Ningún enamorado las imagina.
Él soñaba; se preguntaba cómo nombrar este lugar.Primero pensó: El Nuevo Infierno. Luego: El Jardín.Por último, decidió llamarloLa Infancia de Perséfone.
Una suave luz se eleva sobre el prado,tras la cama. Él la toma en sus brazos.Quiere decirle “Te amo. Nada puede herirte”,
pero cree quees una mentira, entonces al final le dice:“Estás muerta. Nada puede herirte”,que a él le pareceun comienzo más prometedor, más verdadero.
Traducción: Gustavo Solórzano-Alfaro, 2019
Louise Glück, 'A Myth of Devotion', en Averno, 2006Comentarios
May 4, 2019
“Sé que terminó”, de Morrissey (The Smiths)
“I Know it’s over” es una canción del grupo inglés The Smiths, escrita por Morrissey y compuesta por Johhny Marr, para el álbum The Queen is Dead (1986). El estilo del grupo siempre ha sido caracterizado como depresivo y melancólico y esta canción fue votada como la más depresiva de la historia, en esos sondeos que revistas de música popular y sitios web gustan llevar a cabo. La versión de Jeff Buckley (y su video), incluida en You and I (2106), álbum póstumo, no hace más confirmar esa aura. El tema habla de un amor perdido o jamás consumado, de la soledad como algo irremediable. El protagonista siente que está siendo enterrado y recuerre al consuelo de la figura materna. El tema logra generar una atmósfera donde conviven y luchan la resignación y la desesperación. Sin duda alguna, estamos frente a una de las canciones modernas que major ha logrado capturar la tristeza y la desolación.
Sé que terminó
Madre, siento que la tierra ya me cubre,
y es como subir a una cama vacía.
En fin, he dicho demasiado.
Sé que terminó pero aún me aferro
porque no sé a dónde ir.
Madre, siento que la tierra ya me cubre.
Mirá, el mar quiere llevarme,
el cuchillo, abrirme.
¿Creés que podés ayudarme?
Triste novia velada, por favor, sé feliz.
Apuesto novio, dale espacio.
Ruidoso y grosero amante, tratala bien,
aunque ella te necesite más de lo que te ama.
Y aunque sé que terminó aún me aferro
pues no sé a dónde ir.
(Ya terminó, ya terminó.)
Sé que terminó,
aunque la verdad nunca empezó,
pero en mi corazón fue real,
tanto así que incluso me dijiste:
“Si sos tan divertido,
¿por qué estás solo esta noche?
Y si sos tan inteligente,
¿por qué estás solo esta noche?
Y si sos tan entretenido,
¿por qué estás solo esta noche?
Y si sos tan atractivo,
¿por qué dormís solo esta noche?
Lo sé. Esta noche es como otra cualquiera.
Por eso estás solo,
con tus triunfos y tus encantos,
mientras ellos se abrazan”.
Es tan fácil reír
y tan fácil odiar,
pero ser dulce y amable requiere agallas.
(Ya terminó, ya terminó.)
El amor es natural y verdadero,
pero no para vos, mi adorada,
no esta noche,
no para gente como nosotros.
Madre, siento que la tierra ya me cubre.
Traducción: Gustavo Solórzano-Alfaro (2016-2019)
I Know it’s Over
Oh, mother, I can feel the soil falling over my head,
and as I climb into an empty bed.
Oh, well. Enough said.
I know it’s over—still I cling.
I don't know where else I can go
Oh, mother, I can feel the soil falling over my head.
See, the sea wants to take me,
the knife wants to slit me.
Do you think you can help me?
Sad veiled bride, please, be happy.
Handsome groom, give her room.
Loud, loutish lover, treat her kindly.
Though she needs you more than she loves you
And I know it’s over—still I cling.
I don't know where else I can go.
(Over and over and over.)
I know it’s over
and it never really began,
but in my heart it was so real.
And you even spoke to me, and said:
“If you’re so funny,
then why are you on your own tonight?
And if you’re so clever,
then why are you on your own tonight?
If you’re so very entertaining,
then why are you on your own tonight?
If you’re so very good-looking,
why do you sleep alone tonight?
I know. ‘Cause tonight is just like any other night.
That’s why you're on your own tonight,
with your triumphs and your charms
while they’re in each other's arms.”
It’s so easy to laugh,
It’s so easy to hate,
it takes strength to be gentle and kind.
(Over and over and over.)
Love is natural and real
but not for you, my love,
not tonight, my love,
but not for such as you and I, my love.
Oh, mother, I can feel the soil falling over my head.Comentarios
April 10, 2019
¿Cómo no aburrir a tu público en una lectura?
Allen Ginsberg, Royal Albert Hall. ©Foto: John Hopkins.Viet Thanh NguyenTraducción: Gustavo Solórzano-Alfaro, 2019
¿Soy el único a quien los recitales literarios le resultan aburridos? Por lo general los evito. Luego tengo que salir de gira por un libro e intento no aburrir a la gente. Aprendí a pensar en mí mismo más como un artista que como un lector.
Algunos consejos para escritores que tienen que hablar en público:
1No te pongás a la defensiva ni creás que sos un escritor y que escribir es diferente a leer en vivo. He visto poetas que dicen que las palabras impresas son las que importan, y entonces leen con el mínimo nivel interpretativo. Los invito a hacerlo en privado, en sus propios cuartos, porque escucharlos en público fue doloroso (para mí). Han olvidado que la escritura, y la poesía, han sido actuadas a través de la historia porque son también actos comunitarios, de cuentacuentos. Nos contamos cuentos alrededor del fuego y leemos libros de otros antes de que existieran la radio y la televisión.
Cuando le leo a mi hijo, no lo hago de forma monótona. Me esfuerzo. Hago voces. Cambio el ritmo y el volumen. Porque él es mi público y se emociona por el relato, por las palabras y los dibujos y por la interpretación en voz alta de esas palabras. Cuando ves de qué modo los niños se sienten atrapados por una lectura púbica, ves el efecto que puede tener una historia bien contada. Los adultos son más corteses y masoquistas y soportarán en silencio una lectura aburrida, pero no les hagás eso. No pensés solo en vos, sino en tu púbico, que es tu comunidad, que desea sentirse conmovida tanto por lo que has escrito por cómo lo compartís. Ellos quieren que actués.
2Prepará un guion en lugar de simplemente leer del libro. A mí también me gusta subir el puntaje de la letra a 16 o a 18 para que sea más fácil leer. Otros escritores marcan dónde acelerar o bajar la velocidad, cuándo bajar la voz o subirla. Cambiar el volumen y el ritmo permite mantener al público enganchado. Copiá los hábitos de los buenos oradores, sin importar su profesión.
3Hacé contacto visual con tu púbico. No solo una o dos veces. Con regularidad. Esto ayudará a que el público se mantenga involucrado.
4No leás 20 o 40 minutos pegado al libro o monótonamente. Por favor. Pocas veces esto funciona. ¿Cuántas veces has disfrutado una lectura así? Este estilo solo funciona cuando el lector tiene un magnetismo particular o talento actoral, o cuando son leyendas y vamos a oírlos solo para reverenciarlos.
5Considerá leer fragmentos e insertarlos en un monólogo o en un asunto mayor. Imaginá de qué trata esa historia o ese asunto. En los últimos dos años, por ejemplo, uno de mis monólogos ha sido sobre inmigrantes, refugiados y sobre el arte de narrar. Me inspiré al ver a Akhil Sharma leer solo fragmentos de las dos primeras páginas de su novela. Las dividió en pequeñas piezas y fue insertando un poco de humor en medio de sus descripciones sobre la agonía de escribir una novela corta. Fue increíble verlo sacar risas de un material tan serio. Y no lo logró solo por leer, sin por inventar otra historia. Aprendí mucho de verlo bromear, así que trato de alivianar el tono. Esto alivia mi carga emocional y la del público, lo cual no siempre es necesario o deseable, pero es una estrategia útil. (Y es la que usan los satiristas al escribir.)
6Si tenés suerte de estar frente a un auditorio, bajá las luces para lograr que el público se ponga a tono para una actuación. Aprendí esto de T.C. Boyle.
7No importa cuán grande o cuán pequeño sea el escenario. Sos un actor. Construí un personaje. Estás dando un espectáculo, sea para cinco personas o para 50. Vinieron para eso. Si solo quisieran leer tus libros se hubieran quedado en casa. Respetá su tiempo.
8Vestite, sea lo que fuera que esto signifique para vos. Ropa vintage o chaqueta de cuero o sombrero. Boyle luve como un roquero punk. Yo soy conservador y uso trajes, casi siempre, o una chaqueta azul cuando la ocasión lo amerita.
9Considerá ayudas visuales. Boyle tiene la ventaja de que sus obras han sido adaptadas en películas y puede mostrarlas. Para mi primera gira, un amigo me preparó imáganes de películas estadounidenses sobre la guerra de Vietnam. Mostrá fotos o cosas relevantes de gente o de viajes.
10Si no podés actuar, hacé que alguien te entreviste. Si no tenés un entrevistador, imaginate algunas preguntas que te gustaría que te hicieran y respondelas. Eso es menos aterrador que dar un discurso. Prepará varias preguntas, apuntalas en tarjetas, miralas en silencio y luego respondelas al público. Unas cuantas preguntas y ya tendrá una charla.
11Los programas de escritura creativa enseñan a sus estudiantes cómo presentarse. Un único curso. Por tu cuenta, deberías estudiar videos de buenos escritores que también sean buenos oradores, como Boyle o Luis Alberto Urrea, que memoriza su trabajo. O andá a verlos en vivo. Y practicá, practicá, practicá.
12Por último, llená el espacio de energía. Tu nivel de energía será el del lugar donde estés, algo que entineden muy bien los comediantes. Me veo a mí mismo, salgo y saludo con seguridad y hablo tanto para los del frente como para los de atrás. Proyectá tu energía, sin importar el tamaño del lugar o la cantidad de gente. Es difícil cuando hay poca gente, pero debés seguir. Recuerdo la pasión para escribir, el interés por mis temas y me recuerod a mí mismo que debo mostrar esa pasión sin importar qué.
P.D.: ¿Ayuda el licor a una buena actuación o la empeora? Creo que eso depende del escritor y del resultado: un desastre puede ser muy entretenido. Previendo eso, no tomo antes de mis lecturas. Pero después tomo como loco.
Texto original en Literary HubComentarios


