Siempre lo digo y no me cansaré de repetirlo porque es la pura verdad: Pocas cosas pueden alegrar tanto o proporcionar más felicidad que un comentario de un lector, pues implica no sólo que ha leído lo que has escrito sino que además se ha tomado la molestia de contarte qué le ha parecido. Si el comentario en cuestión además es favorable, la felicidad del receptor puede alcanzar cotas absolutamente indescriptibles, que es ya de paso la mejor gasolina para seguir trabajando. Eso es lo que me pasó ayer por la noche al recibir a través de un mensaje privado de Facebook una nueva opinión de una lectora que, por supuesto con su consentimiento, os comparto a continuación:
Muchísimas gracias, Serafina, por leer mi libro y por compartir conmigo tus impresiones. Ha sido un verdadero placer conocerte y un honor contarte entre mis lectoras.
Por lo demás, antes de ponerme a escribir (que sí, que sí, que estoy con la segunda parte de Non Serviam, que ya sé que hay más de uno impaciente) dejadme hacer un poco de publi del libro en cuestión, por aquello de seguir financiando la escritura y tal, que vivir de letras es muy hermoso, pero alimentan de pena 
Published on April 22, 2016 00:14