Las enviadas del final
      Las enviadas del final está basada en una historia personal que me conmovió y que tardé más de veinte años en procesar y en convertirla en un libro, quizás porque, al estar relacionada con el paso del tiempo y con la proximidad de la muerte, necesitaba la maduración que trae la edad o, al menos, requería que yo mismo, como autor, me acercara aunque fuera un paso más, al abismo y al enigma. Por aquel entonces, yo escribía poesía y, como necesitaba un trabajo, un amigo me conectó con el secretario de redacción de un diario muy conocido, para que hiciera alguna colaboración paga. Esa persona me propuso una misión extraña: escribir necrológicas de algunos artistas. Me explicó, con la sabia frialdad del oficio, que las necrológicas se escriben en vida de las personas y se guardan en un sobre cerrado a la espera de la muerte. Me aclaró que era fundamental y razonable proceder así, porque podría llegar el cable de la muerte de algún personaje célebre y no estar de guardia el periodista de la especialidad. Me dio el ejemplo del día en que murió el filósofo alemán Martín Heidegger, y solo estaba de guardia el cronista de Turf. El seleccionaba las personas famosas, de más de 65 años o enfermos, y yo debía visitarlas diciéndoles que haría un suplemento sobre la actividad en la que cada uno había descollado
  
    
    
        Published on April 24, 2011 09:40
    
No comments have been added yet.
	
		  
  

