El final del verano se atisba ya a lo lejos, y ya era hora de volver a casa. Así que después de casi dos meses de echar de menos mi espacio, mi cama, mi tiempo y, sí, mi ordenador con una buena conexión a internet, ya estoy en casa.
No puedo quejarme demasiado tras haber estado tanto tiempo en la playa, disfrutando del mar, de la brisa, de los amigos.., sin embargo, eso sería si hubiera estado en un mundo perfecto, porque sí, he estado en la playa peeeero... La brisa marina ha sido un vendaval la mayoría de los días, porque el viento de levante no ha dado descanso por lo que el mar ha andado de un revolucionado que ya lo hubieran querido los franceses. Los amigos (y yo misma) iban rodeados de niños que hacían que mantener una conversación fuera una auténtica prueba del gran prix. Y meterme en una casa de sesenta metros con toda la gente que logremos meter en ella, oye, pues siempre es un reto. Pero lo dicho, que he estado en la playa.
Tal vez por todo eso es por lo que mis lecturas no han avanzado al nivel que suelen hacerlo, he leído sí, pero no lo que hubiera querido.
Así que tod@s los que adoren el verano y las vacaciones que me perdonen, porque yo estoy feliz de estar en casa, de poder reestablecer mi añorada rutina, de poder usar un ordenador y no estar sufriendo por quedarme sin datos, de tener más tiempo para mí, para leer, para escribir, para el deporte. En fin, que HE VUELTO.
Published on August 28, 2016 02:35