Visita indeseable

Cuatro paredes, un sillón, un libro y yo.

Alguien toca a la puerta.

Me incorporo con pereza y desgano.

Abro.

Es la muerte.

—¿Qué deseas? No estoy listo. Ven después —le digo.
—Hazte a un lado. No vengo por ti. Vengo por tu hijo —contesta con voz nefasta y espectral.

Ni bien acabó de decirlo cuando ya la había matado a la muy pendeja.

(Derechos de Autor Reservados)Cuentos para una taza de café
 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 26, 2018 17:05
No comments have been added yet.