Seh///Yam... (Emanet capítulo 201)



La condena ha llegado y no por merecida ha dolido menos. 

    Tuve que elegir entre dos inocentes y entiende que tú eras la más fuerte de los dos. Tan fuerte que fuiste capaz de amar a una insensible roca, a un árido desierto, a un campo yermo... tan fuerte como para amarme a mí. Volví a traicionar tu mirada confiada y tus tímidas caricias. Le di la espalda al reflejo de tu alma en el espejo de nuestra habitación y a esos abrazos nuevos que me regalabas cada vez más a menudo. Justo cuando me gané el calor de tus brazos me vi obligado a devolverte los míos helados... 

    Me has encarcelado junto a mis mentiras, mi falta de confianza y este amor que nunca puede ser y sigo esposado aunque ninguna banda de hierro rodea mis muñecas. Nada como tu mirada al volver a casa para dejarme inmóvil, mi amor; nada como tu rostro de cera para hacerme sentir atrapado más allá de esposas y barrotes. Por un segundo... al verte creí que todo había sido una pesadilla. La ilusión duró lo que tarda en caer una gota de arena de nuestro reloj infinito... y por eso me he dejado detener. Si tan solo la condena no implicara no volver a verte... porque ese será el verdadero castigo: tu ausencia. 

     No es la primera vez que estoy tras las rejas pero juraría que estos barrotes son diferentes, hechos de la sal de tus lágrimas y por ello más resistentes. Capaces de encarcelar un corazón roto en cadena perpetua, para siempre. Porque aunque roto, sigue latiendo desafinado por ti. Si pudiera ponerme el tensiómetro de Adalet creo que marcaría 201 pulsaciones... y bajando. Porque desde que han cerrado la puerta de la celda oigo el tic tac de una cuenta atrás que acabará extrañamente en un 7 de septiembre... justo en el momento en el que te vi por primera vez. 

    Sólo pido que no mengüe más allá, porque más allá no hay nada. Sólo el Yaman Kirimli de antes de conocerte...

    


 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on June 14, 2021 14:21
No comments have been added yet.