Señor, sí, usted, el de los Anillos
Un angloparlante preguntó una vez en un foro de fans de la obra de J. R. R. Tolkien, donde yo participaba, sobre la manera en que los personajes se dirigían unos a otros en El Señor de los Anillos. Buena parte de las lenguas europeas más conocidas, especialmente las romances pero también el alemán y el ruso, tienen lo que se conoce técnicamente como una distinción T-V: dos pronombres de segunda persona (o conjuntos de pronombres, y generalmente también diferentes formas verbales), uno de los cuales es informal o íntimo y el otro formal, de distanciamente respetuoso o cortesía. La distinción se llama así porque el modelo es el francés, donde se distingue entre el informal tu y el formal vous. En castellano, la cosa se complica (un poco) porque si juntamos los dialectos, tenemos tres pronombres de segunda persona: tú, vos, usted, y hay no pocos dialectos que usan los tres; además, nuestro vos tiene un uso común informal y otro literario, poético y arcaico que es extremadamente formal.
Lo que este angloparlante tenía curiosidad por saber era cómo los personajes de Tolkien hablaban entre sí en las traducciones, ya que Tolkien, siempre puntilloso, había hecho notar en un apéndice de la saga que el Oestron o Lengua Común (empleada en toda la Tierra Media de su ficción) distinguía entre formas familiares y honoríficas, y que los hobbits solo usaban las primeras (algo así como ir tuteando a todos, sirvientes y reyes por igual), lo cual desconcertaba a otros hablantes.
Tomé mi traducción de El Señor de los Anillos de Luis Domènech y Matilde Horne, por tanto, y tras examinarlas un buen rato encontré que hay tuteo la mayoría de las veces, incluso entre personas que acaban de conocerse (por ejemplo, cuando Aragorn, Legolas y Gimli se encuentran con los Jinetes de Rohan), pero el pronombre tú en sí aparece muy poco, cosa habitual en el español, que cada vez que puede prescinde de los pronombres de sujeto.
Contra lo que podría esperarse de las palabras de Tolkien, los hobbits no usan (en la traducción española) pronombres y formas especialmente inapropiadas con sus superiores. Cuando el hobbit Pippin, arrastrado en la estela del mago Gandalf, se encuentra frente a Denethor, señor de Minas Tirith, se dirige a él con el pronombre vos honorífico y con formas verbales en plural. Este vos arcaico aparece también, por ejemplo, cuando los guardias de la guarnición de Henneth Annûn se dirigen a su comandante, Faramir hijo de Denethor. Este vos es obsoleto hoy (el protocolo de la Corte española dicta que hay que usarlo para hablarle al Rey de España; ahí acaba su módica utilidad), pero hace unos siglos era la forma honorífica común (como vemos en el Quijote). Que tras cruzar el océano terminara convertido en un pronombre totalmente informal es una muestra de cómo las palabras no dejan de cambiar de maneras sorprendentes.
En inglés no existe una distinción T-V actualmente, excepto en un par de regiones muy aisladas, y la neutralidad del pronombre you hace que los escritores como Tolkien deban emplear otros medios para señalar el tono (informal o formal, honorífico o familiar) con que sus personajes se dirigen uno al otro. A los estudiantes de español de habla inglesa se les enseña la alternancia entre tú y usted (raramente vos) como una alternancia entre informalidad y respeto, mezclando y simplificando categorías socioculturales. En gran parte de Colombia, usted es prácticamente universal en las interacciones comunes, inclusive entre padres e hijos, y vos y tú se alternan en la intimidad de una manera complicada. En España, si hay que creer a los nativos, usted es casi exclusivamente usado para dirigirse a personas ancianas y para las ocasiones formales. En Argentina, el vos es tan común que resulta incorrecto llamarlo “informal”.
En El Señor de los Anillos, Bilbo se dirige a Elrond (un líder de los Elfos de una estatura, sabiduría y edad formidables) con el pronombre tú, pero cada tanto suelta un Señor (traducción de un Lord del inglés original). Gandalf charla muy informalmente con Aragorn siempre, salvo en una ocasión, cuando le entrega ceremoniosamente la piedra mágica llamada Palantir, con una reverencia y usando también el señor, pero tuteándolo siempre.
Los traductores hicieron también un par de elecciones interesantes. En la escena en que Galadriel invita a Sam y Frodo a mirar en su Espejo, Sam se dirige a ella llamándola Señora y usando el verbo en tercera persona que implica un usted. Esto resuena muy bien con el carácter de Sam, que es un hobbit sin experiencia del mundo, de títulos de nobleza o de protocolo, pero con la clase de sencilla educación que le permite reconocer y tratar con el respeto debido a alguien como Galadriel, que es de manera evidente una persona importante. Frodo, en cambio, es un hobbit algo mayor, mucho más leído y con más luces, y se dirige a Galadriel usando las formas correspondientes al vos honorífico, una forma de refinamiento que no esperaríamos nunca de Sam.
Frodo también emplea el vos con Faramir al comienzo, aun sin conocer su rango, pero más tarde, cuando se ha establecido una cierta confianza, pasa al tú. Sam, por su parte, no se aparta del usted con Faramir ni siquiera cuando, confuso y enojado, acusa a Faramir de tenderles una trampa para que hablen de más. Pero al final, cuando Faramir demuestra su inocencia, Sam concede que es verdaderamente noble y se lo dice con formas del vos honorífico. Este cambio no aparece señalado de ninguna manera en el texto original, donde Sam inserta un sir cada pocas palabras al hablar con Faramir, y es una decisión (muy feliz, en mi opinión) de los traductores al español.


