El gran faraón Ramsés II
Bienvenidos a una nueva entrega de mi blog. Hoy quiero hablaros un poco sobre el gran faraón Ramsés II. Uno de los gobernantes de Egipto más longevo y a quien se le atribuyen muchísimas cosas. Trataré de haceros un resumen con lo más relevante de su vida.
I. Introducción: Quién fue Ramsés II e importancia de su legadoRamsés II fue un faraón de Egipto que gobernó durante un período de 66 años, desde el año 1279 a. C. hasta el 1213 a.C. Es considerado uno de los faraones más importantes y poderosos de la dinastía XIX en Egipto, y su reinado es ampliamente conocido por sus grandes proyectos de construcción, por sus logros políticos y militares y sobre todo por su amplio legado cultural.
Pero vayamos al principio de todo. Ramsés II nació en el año 1303 a. C. y fue hijo del faraón Seti I. Desde temprana edad, fue educado para ser un líder y un guerrero, y se le preparó para asumir el trono de Egipto. Durante su reinado, Ramsés II llevó a cabo muchas reformas internas y se enfrentó a varios desafíos políticos y militares. Entre ellos el de la defensa de las fronteras de Egipto contra invasiones extranjeras.
Además, Ramsés II también es conocido por sus grandes proyectos de construcción y por haber dejado su marca en la arquitectura y la historia de Egipto. Algunos de sus proyectos más notables incluyen la construcción de la ciudad de Pi-Ramsés en el delta del Nilo, la expansión de la ciudad de Tebas y la construcción de templos en Abu Simbel y Karnak.
El legado de Ramsés II es indudable y continúa siendo un tema de estudio y discusión entre historiadores y arqueólogos en todo el mundo. Se le considera un faraón influyente y poderoso que gobernó durante una época de prosperidad y estabilidad en Egipto. Su reinado es un recordatorio de la antigua grandeza de Egipto y de su legado cultural y arquitectónico.
II. Infancia y subida al tronoComo ya os he comentado antes, era el hijo mayor del faraón Seti I y de su esposa Tuya. Desde temprana edad, Ramsés fue educado y preparado para asumir el trono de Egipto, así que siendo príncipe, recibió una educación rigurosa en las artes, las ciencias y las habilidades militares. También fue instruido en las tradiciones y valores de la sociedad egipcia, cosa muy importante en todo caso.
Cuando su padre, el faraón Seti I, murió, Ramsés asumió el trono de Egipto a la edad de 19 años. Al principio de su reinado, Ramsés tuvo que enfrentarse a desafíos internos y externos que amenazaban la estabilidad de Egipto. Tuvo que lidiar con las luchas por el poder entre las diferentes facciones políticas y militares, y también tuvo que enfrentarse a invasiones extranjeras de los reinos vecinos de Nubia y Libia. Como podéis apreciar, no fueron unos inicios tranquilos, si no más bien marcados por la complejidad de la subida al trono de un muchacho.
El carisma y el poder de un gran faraónA pesar de estos desafíos, Ramsés logró consolidar su poder y estabilizar el país. Comenzó a liderar a Egipto hacia un período de prosperidad y estabilidad, y rápidamente se convirtió en un faraón respetado y temido. Durante su reinado, Ramsés llevó a cabo una serie de reformas administrativas y políticas que mejoraron la economía y la justicia en el país. También fortaleció las fronteras de Egipto y estableció alianzas con otros reinos, que a la postre le resultarían muy útiles en el futuro.
En el ámbito religioso, algo muy importante para los egipcios, Ramsés destacó por ser un faraón muy influyente. Promovió la adoración del dios sol Ra y estableció un culto a su propia persona. Además de su papel como faraón, Ramsés también jugó un papel importante en la religión y la mitología egipcias. Era considerado un intermediario entre los dioses y los hombres, y se creía que tenía el poder de controlar el clima y los eventos naturales. Se le atribuyen varios milagros, como haber detenido una inundación del Nilo, y se le creía poseedor de poderes mágicos y curativos. No hay nada como una buena campaña de propaganda para que tu fama crezca aún más. Lo que hoy en día se consideraría un influencer en toda regla.
III. Legado arquitectónico del faraónEl legado arquitectónico de Ramsés II es uno de los más impresionantes y duraderos de la historia. Durante su reinado, Ramsés ordenó la construcción de una gran cantidad de templos, palacios y fortificaciones, muchos de los cuales aún existen hoy en día.
Uno de sus proyectos más notables es el Templo de Abu Simbel, que se encuentra en Nubia, al sur de Egipto. Este templo se construyó en honor a Ramsés y a su esposa Nefertari, y es conocido por sus impresionantes estatuas colosales y sus magníficos y bien conservados relieves. Abu Simbel es un testigo de la grandeza y la ambición de Ramsés, y ha sido un importante sitio turístico durante siglos, de hecho entra dentro de todos los tours que se organizan en el país.
Otro de los proyectos arquitectónicos más famosos de Ramsés es el Templo de Karnak, que se encuentra en Tebas, en el sur de Egipto. Este templo es uno de los más grandes y elaborados de la antigüedad, y está compuesto por una serie de edificios, patios y columnatas. Ramsés contribuyó significativamente a la construcción de Karnak, agregando varios pabellones y relieves, y haciendo de este templo uno de los más impresionantes de su época.
Además de estos dos proyectos, Ramsés también construyó numerosos templos en diferentes partes de Egipto, incluyendo Luxor, Heliópolis y Memphis. Estos templos eran lugares de culto y adoración a los dioses, y también se utilizaban como centros administrativos y políticos.
Pero no solo de templos vivía la fama del faraón, sino que el legado arquitectónico de Ramsés también incluye numerosos palacios, fortificaciones y estructuras defensivas. Ramsés ordenó la construcción de palacios en varias ciudades, incluyendo Pi-Ramsés, su capital, y Memphis, la antigua capital de Egipto.
Pero no solo hizo eso, sino que además, invirtió recursos en la construcción de fortificaciones en las fronteras de Egipto, asegurándose de que el país estuviera protegido de los invasores. Estas fortificaciones incluyen la fortaleza de Buhen, en Nubia, y la fortaleza de Shalfak, en la frontera con Libia.
IV. Política exterior durante su reinadoDurante su reinado, Ramsés II demostró ser un astuto estratega en la política exterior, y llevó a cabo una serie de campañas militares y alianzas políticas que fortalecieron el Imperio egipcio. Llevó a cabo campañas militares en Nubia, donde estableció fortificaciones y estructuras administrativas para controlar la región y esas campañas fortalecieron la presencia egipcia en Nubia. Una región siempre complicada para los egipcios, y eso permitió a Ramsés consolidar su poder en esa frontera.
Otro aspecto importante de la política exterior de Ramsés fue su relación con otros países del Mediterráneo, como por ejemplo los Mitanni, con Babilonia o con el imperio asirio. Sobre la relación de Egipto con estos pueblos, sabemos que Ramsés buscó establecer acuerdos comerciales usando la diplomacia como principal herramienta. Estableció alianzas políticas con algunos de ellos y esas le permitieron consolidar su posición como faraón, y ayudaron a proteger los intereses del Imperio egipcio.
IV. I. Egipto y el Imperio HititaPero para enemigos duros durante ese período, debemos hacer mención a los hititas. Este poderoso rivalsiempre había sido un quebradero de cabeza para los egipcios, ya que le había disputado la hegemonía en la zona fronteriza. Ambas potencias tenían intereses comunes y las ciudades y reinos de la región, cambiaban fácilmente de lelatades.
Precisamente fue por la disputa de ese territorio que les interesaba a ambos, por la que las fuerzas de Ramsés II se enzarzaron en una cruenta guerra con los hititas. Esa contienda se resolvió con una famosa batalla, en Qadesh, donde el propio faraón dirigió a su ejército. Sobre quien venció, hay muchas dudas, ya que los dos bandos se atribuyeron el éxito. La cuestión es que podría haber sido más un empate que otra cosa. Lo positivo de Qadesh, fue que a raíz de ese empate técnico, se establecieron contactos diplomáticos entre el faraón y el rey de los hititas. Estos desembocaron en acuerdos matrimoniales que tenían el objetivo de afianzar una relación estable entre los dos imperios.
V. La muerte y el legado de Ramsés IIY tras una larga vida, llegó lo inevitable: la muerte, algo de lo que nadie puede escapar. Ramsés II no podía quejarse, ya que reinó durante 66 años en el siglo XIII a. C., o eso es lo que dicen las fuentes al respecto. Lo ciero es que fue considerado uno de los faraones más poderosos y exitosos de la dinastía XIX.
Pese a que no está totalmente certificado, se cree que murió a los 90 años de edad. Algunas fuentes sugieren que murió de causas naturales, mientras que otras hablan de una muerte misteriosa, o incluso de un asesinato. Sin embargo, no hay suficiente evidencia para apoyar estas teorías.
Después de la muerte de Ramsés, su decimotercer hijo, Merneptah, ascendió al trono. Merneptah continuó la política exterior agresiva de su padre y lideró a Egipto en una victoriosa campaña contra los libios. Sin embargo, la suerte de su padre no le acompañó, ya que su reinado fue más breve y falleció cuando solo llevaba diez años de gobierno.
Fue sucedido por Amenmeses, que se cree que fue un alto funcionario del Imperio, que gobernó menos áun, unos tres años. Quizá lo hizo aprovechando la debilidad del hijo de Merneptah, Seti II, aunque acabó sucediéndole a su muerte. De Seti II, sabemos que fue un faraón débil y que su reinado estuvo marcado por la lucha por el poder entre los nobles y los sacerdotes.
En fin, podría alargarme más en los siguientes faraones, pero creo que no es el tema de esta entrada. Espero que os haya servido para conocer algo más sobre la figura de Ramsés II, uno de los más grandes faraones que tuvo Egipto.
Un saludo y nos leemos en siguientes entradas.
Sergio Alejo GómezAutor de las sagas literarias de Las Crónicas de Tito Valerio Nerva y Renovatio Imperii y la colección ¿Sabías que?La entrada El gran faraón Ramsés II se publicó primero en Sergio Alejo Gomez.


