Sensualidad Quotes
Quotes tagged as "sensualidad"
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“Esta noche, intercambiemos cada parte de nuestros cuerpos y cada espacio de nuestras almas entre nosotros.”
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“Todos los árboles y pájaros,
el cielo y las estrellas,
los pechos y las pulseras
estaban mirando todo.”
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el cielo y las estrellas,
los pechos y las pulseras
estaban mirando todo.”
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“En su expresión había algo que atraía a los demás. Algo lleno de sensualidad, como si -esto, por supuesto, lo pensé más tarde- fuera pelando con dulzura, capa a capa, el corazón de las personas”
― South of the Border, West of the Sun
― South of the Border, West of the Sun
“Oyó a los búhos, oyó el rumor de un tranvía distante y oyó a su corazón que sonaba por encima de ellos.”
― Maurice
― Maurice
“En ese momento me miró fijamente, se levantó tomándome entre sus brazos y me acostó de nuevo en la hierba quedando él encima de mí. El chal que cubría mis hombros me había traicionado y descubrió por completo el escote de mi vestido, instintivamente su mirada se desvió a mis pechos y no quise imaginar lo que pensó. Mi expresión notaba miedo, comencé a temblar sin saber si era por temor o por otra cosa, el panorama que él tenía enfrente era una tentación y no quería que pensara que lo había provocado de manera intencional. Mi respiración comenzó a ser más intensa y los latidos de mi corazón más fuertes y acelerados.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“...Este hombre tenía un lenguaje corporal increíble, sólo al observarlo se podía percibir si era amoroso y tierno, o salvaje y apasionado. Él era así, podía despertar el amor y la ternura y al mismo tiempo la pasión y el deseo, pensar en lo último me excitaba mucho. Inconscientemente me saboreaba y humedecía mis labios con la lengua, este hombre despertó en mí un apetito insaciable que no sabía cómo controlar. Me encantaba observarlo cuando él no se daba cuenta y lo que ese bendito roce me provocaba, no lo podía describir.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“Diciendo esto besó mi frente y me abrazó como si no quisiera soltarme nunca. Enterré mi cara en su pecho, mientras él inclinaba su cabeza hacia abajo para presionar su mejilla en lo alto de mi cabeza. Mi cuerpo temblaba a horrores, estaba nerviosa, emocionada, sentía frío y sólo deseaba sentir su calor. En ese momento y estando en sus brazos, el ocaso frente al mar me pareció el lugar más romántico del mundo y su ternura, había hecho desaparecer en mí el deseo y la pasión que me estaban quemando y que él mismo había despertado.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“No podía creer lo que estaba sintiendo pero así era, lo amaba y quería gritarlo. Loui era la persona con la que había soñado siempre, el hombre y el amor de mi vida. Mi corazón, mi alma, mi mente, todo mi ser y todo mi amor, le pertenecían sólo a él.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“Sentía los latidos del corazón con fuerza en la garganta y se aceleraban más, a medida que me acercaba a él. Verlo tan gallardo en su caballo, esperándome con esa sonrisa que me dominaba, que me hipnotizaba, que me estremecía y me hacía decirle “sí” a todo sin poder negarme, hacía que me enamorara más de él.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“—Veo que ya está listo doctor Wallace. —Randolph se dirigió a él.
—Así es. —Le dijo mientras no dejaba de verme.
—Ah… —Continuó Randolph—. Señorita Constanza le presento al doctor Jonathan Wallace, médico privado de su excelencia. Doctor, le presento a la señorita Constanza Norman, tutora de artes e invitada de su alteza.
—Es un placer conoceros. —Me miraba sin poder parpadear mientras hacía una reverencia y besaba mi mano.
—Mucho gusto doctor Wallace. —Lo saludé impresionada por su acento. Era un hombre muy guapo, alto, de cabello rubio, ojos verdes y piel blanca. Se notaba que era muy fino y su perfume de hombre… Era muy delicioso y embriagador.
—Por favor, llamadme Jonathan. —Con un suave tono de voz me dijo, mientras clavaba aún más sus ojos en mí y no soltaba mi mano.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
—Así es. —Le dijo mientras no dejaba de verme.
—Ah… —Continuó Randolph—. Señorita Constanza le presento al doctor Jonathan Wallace, médico privado de su excelencia. Doctor, le presento a la señorita Constanza Norman, tutora de artes e invitada de su alteza.
—Es un placer conoceros. —Me miraba sin poder parpadear mientras hacía una reverencia y besaba mi mano.
—Mucho gusto doctor Wallace. —Lo saludé impresionada por su acento. Era un hombre muy guapo, alto, de cabello rubio, ojos verdes y piel blanca. Se notaba que era muy fino y su perfume de hombre… Era muy delicioso y embriagador.
—Por favor, llamadme Jonathan. —Con un suave tono de voz me dijo, mientras clavaba aún más sus ojos en mí y no soltaba mi mano.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
“—Cuando te dirijas a mí —replicó de nuevo seriamente el fastidioso duque—, debes hacerme una reverencia y no es una sugerencia, es una orden, es tu obligación. El grado de mi título está en la línea después del principado y así como llamas con el debido respeto a mi sobrino “su alteza” al referirte a mí, lo harás diciéndome “excelencia” ¿Está claro? Entiendo que no sabes nada de costumbres nobles, pero ya que me tomé la molestia de instruirte al respecto, espero que lo hagas.
“Lucrecia Borgia” —pensé mirándolo fija y seriamente—. “Deseaba ser Lucrecia Borgia y darle de beber algo más que vino al tipo, porque de verdad me había hecho hervir la sangre, pero de coraje.
—Como usted diga, excelencia. —Intenté reverenciarlo y evitar que notara que me había humillado. El odioso duque, ignoró completamente mi saludo.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
“Lucrecia Borgia” —pensé mirándolo fija y seriamente—. “Deseaba ser Lucrecia Borgia y darle de beber algo más que vino al tipo, porque de verdad me había hecho hervir la sangre, pero de coraje.
—Como usted diga, excelencia. —Intenté reverenciarlo y evitar que notara que me había humillado. El odioso duque, ignoró completamente mi saludo.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
“Cuando me la hubo puesto, sus manos tibias envolvieron mi cuello y acercó mi cara a la suya. Cerré mis ojos para sentir que nuestras narices se tocaron acariciándose y gentilmente, con suavidad nuestros labios se encontraron por primera vez en un mismo sentir, ansiosos y sedientos por beber la dulzura de nuestro ser. Mi cuerpo temblaba y sé que él también estaba nervioso, por un instante ese besó me llevó al cielo y me bajó de nuevo a la tierra. De manera sutil, sus brazos bajaron y envolvieron mi cintura, mientras que los míos se aferraron a su cuello para no dejarlo ir. Nuestras lenguas se encontraron y jugaron entrelazándose, danzando juntas por primera vez, disfrutando con deleite el beber de nuestros sabores. Sentir la suavidad de sus labios estaba enloqueciéndome y no quería dejar de beber de ellos, quería más, mucho más. Las palpitaciones del corazón eran fuertes y aceleradas y una corriente eléctrica que recorrió mi cuerpo había encendido la chispa de la excitación, de pronto, ya estaba envuelta en un excitante e inexplicable revuelo de fantasías y sentía que mi piel ardía de deseo por él. Era delicioso, su sabor me estaba volviendo insaciable. El aire me faltaba, no era suficiente, la fuerza y el ritmo pasional me hacía pensar que Loui deseaba devorarme y yo quería hacer exactamente lo mismo. Un remolino, una tempestad, un huracán me estaban elevando a las alturas, mi cuerpo liviano, nuestros labios juntos y las caricias de sus manos me habían llevado a contemplar el universo.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“—Señorita Constanza —dijo el doctor con un brillo en sus ojos verdes y besando mi mano—, no había tenido el placer de saludaros este día, veo que sois una imponente amazona. ¿Os gustaría dar un paseo conmigo en el ocaso?
—Lo siento doctor Wallace —le contestó Randolph—, la señorita tiene unos asuntos pendientes más tarde, así que el paseo será otro día.
—Es verdad —le dije—, lo siento Jonathan. Mi tiempo ahora está limitado.
—¿Tan limitado que tiene tiempo como para salir a dar un paseo a caballo? —Expresó el duque con sarcasmo.
—Lo siento —le respondió Randolph—, no le había podido avisar, pero su alteza llegó esta madrugada y a él, es a la única persona a la que la señorita le da razón de sus asuntos. Todo lo que ella haga en este lugar, es con el consentimiento de su alteza.
—Ah sí… —Me miraba el duque fijamente rodeándome como si fuera un buitre—. Pues me gustaría saber a cambio de qué, tantas consideraciones.
—No le permito que me hable así. —Reaccioné molesta sin pensarlo—. No voy a permitir que me ofenda.
—¡Insolente! —Me gritó—. ¿No tienes claro cuál es tu lugar aquí? ¿No sabes con quién estás hablando? Yo soy el duque de Kronguel Rodolfo Von Hanslow, pídeme perdón por tu falta de respeto o haré que castiguen tu atrevimiento.
—Yo sé perfectamente quien es usted. —Le dije firmemente sosteniéndole la mirada—. Y no voy a pedirle perdón porque fue usted, el que me ofendió con su insinuación.
—¡Te voy a enseñar a…! —Exclamó levantando su mano para darme un azote con la fusta. Pero diciendo esto, comenzó a sentirse mal sujetándose el pecho.
—Es suficiente. —Randolph firmemente se colocó frente a mí interponiéndose y protegiéndome—. Si le molesta la presencia de la señorita Constanza, es mejor que lo hable con el príncipe.
—¡Excelencia por favor! —Jonathan se apresuró sosteniéndolo—. ¡Recordad lo delicado de vuestro corazón!
—Por supuesto que lo haré. —Se dirigió el duque a Randolph tratando de respirar con tranquilidad, calmándose y conteniendo su enojo—. Pronto sabrán aquí quien soy yo y cuando eso suceda, —mirándome fijamente agregó—: Me voy a encargar de ti personalmente.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
—Lo siento doctor Wallace —le contestó Randolph—, la señorita tiene unos asuntos pendientes más tarde, así que el paseo será otro día.
—Es verdad —le dije—, lo siento Jonathan. Mi tiempo ahora está limitado.
—¿Tan limitado que tiene tiempo como para salir a dar un paseo a caballo? —Expresó el duque con sarcasmo.
—Lo siento —le respondió Randolph—, no le había podido avisar, pero su alteza llegó esta madrugada y a él, es a la única persona a la que la señorita le da razón de sus asuntos. Todo lo que ella haga en este lugar, es con el consentimiento de su alteza.
—Ah sí… —Me miraba el duque fijamente rodeándome como si fuera un buitre—. Pues me gustaría saber a cambio de qué, tantas consideraciones.
—No le permito que me hable así. —Reaccioné molesta sin pensarlo—. No voy a permitir que me ofenda.
—¡Insolente! —Me gritó—. ¿No tienes claro cuál es tu lugar aquí? ¿No sabes con quién estás hablando? Yo soy el duque de Kronguel Rodolfo Von Hanslow, pídeme perdón por tu falta de respeto o haré que castiguen tu atrevimiento.
—Yo sé perfectamente quien es usted. —Le dije firmemente sosteniéndole la mirada—. Y no voy a pedirle perdón porque fue usted, el que me ofendió con su insinuación.
—¡Te voy a enseñar a…! —Exclamó levantando su mano para darme un azote con la fusta. Pero diciendo esto, comenzó a sentirse mal sujetándose el pecho.
—Es suficiente. —Randolph firmemente se colocó frente a mí interponiéndose y protegiéndome—. Si le molesta la presencia de la señorita Constanza, es mejor que lo hable con el príncipe.
—¡Excelencia por favor! —Jonathan se apresuró sosteniéndolo—. ¡Recordad lo delicado de vuestro corazón!
—Por supuesto que lo haré. —Se dirigió el duque a Randolph tratando de respirar con tranquilidad, calmándose y conteniendo su enojo—. Pronto sabrán aquí quien soy yo y cuando eso suceda, —mirándome fijamente agregó—: Me voy a encargar de ti personalmente.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
“En su juego, Loui quiso poner una uva en mi boca y al momento que me acerqué para morderla, inmediatamente me besó de nuevo posesionándose de mi boca con fuerza, con vehemencia, al mismo tiempo que sujetaba mi cuello para evitar que escapara de él. Me estaba devorando, parecía que su lengua buscaba con ansiedad el sabor de la mía, a la vez que también, sentía con placer el sabor de la uva que tenía y yo, hacía exactamente lo mismo. Sus besos sabían a gloria, la suavidad de sus labios era deliciosa y yo deseaba bebérmelo por completo. Su actitud me hacía desear más cada vez. Este hombre era fascinante y me tenía locamente enamorada de él.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“Cerré los ojos como me dijo y lentamente me giró hacia él. Puso sus manos en mi cara y me acercó a la suya, por alguna razón no podía reaccionar y me estaba dejando llevar. Inconscientemente puse mis manos en su pecho y al sentirlo tan firme y tan fuerte una reacción extraña y placentera se activó en mi cuerpo. Poco a poco sentí su cálido aliento y su nariz tocando la mía y sin darme cuenta, sus labios se posesionaron de los míos con fuerza, sujetándome de la nuca para evitar que lo rechazara, asaltando mi boca, explorando con su lengua, bebiendo mi esencia, dejándome sin aliento y amenazando con arrancarme los labios y ahogarme. Jadeaba intentando respirar y él gemía a la vez que succionaba todo de mí, mi cuerpo se excitó respondiendo a él de manera exagerada al sentir su fuerza, mis instintos de mujer me habían traicionado.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“Realmente estaba sorprendida por la manera de actuar de Jonathan, al menos había insistido en verme y disculparse por algo tal vez insignificante ahora que lo pensaba. Su caballerosidad me sorprendió realmente, prácticamente no me había tocado y aún así aquí estaba, literalmente de rodillas pidiéndome perdón, al menos buscó la manera de arreglar las cosas. Estaba admirándolo, era un digno caballero inglés algo que no puedo pensar del príncipe y que no pudo ser. No pudo darme de una vez la cara y disculparse, pero no podía esperar eso de él, su orgullo no se lo permitiría o tal vez su cobardía.”
― El Príncipe de Bórdovar 1
― El Príncipe de Bórdovar 1
“1. “– No tengo ninguna prisa. Mi tren sale a última hora de la tarde.
¿Eso significaba que le regalaba todo ese tiempo? Julie, sin emitir ni una sola palabra, le sonrió; después desapareció por la puerta del salón para encaminarse hacia las escaleras…
El tren de Luc partía esa tarde, pero el de ella acababa de llegar y tenía la certeza de que se subiría a pesar de no conocer su destino.”
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¿Eso significaba que le regalaba todo ese tiempo? Julie, sin emitir ni una sola palabra, le sonrió; después desapareció por la puerta del salón para encaminarse hacia las escaleras…
El tren de Luc partía esa tarde, pero el de ella acababa de llegar y tenía la certeza de que se subiría a pesar de no conocer su destino.”
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“Aléjate, si puedes. Volverás con el hambre a flor de piel.”
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
“Tu mirada traiciona la voluntad de tu corazón.”
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
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“Qué dulces néctares y aromas emergerán una vez que se revelen las profundidades de tu esencia.”
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
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“Tu caricia es suave, pero tu mirada es la intención personificada.”
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
“Un día soñoliento y el desenfado de tu corazón erótico suenan como una melodía que emerge tras bastidores.”
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
“Tu afán traiciona tu pátina de sombría paciencia. Tu deseo se despliega con una suave caricia.”
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
“Podría mirarte a los ojos el resto de mi vida y no aburrirme nunca.”
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
― Shades of Vanity - Shades and Shadows of Eroticism
“Cuando salgo del armario puedo disfrutar de una bocanada de aire fresco. Extendido sobre la cama paso un tiempo. Ella está acicalándose, poniendo en ese bello rostro un poco de magia; yo sé que no lo necesita.
Sentada junto a mí, gozo de la visión de su cuerpo. Ella es perfecta y sus curvas me excitan siempre. Sosteniéndome en sus manos introduce sus piernas en mí. Yo no se lo pongo fácil ajustándome tanto que una segunda piel parezco. Es el momento de lucirnos.
Subida a sus tacones me veo magnífico. Entonces comienza el juego y con su leve contoneo al andar las miradas se posan en mí. Mis bolsillos traseros son los más contemplados. Eso me encanta.”
― Mis sueños de papel
Sentada junto a mí, gozo de la visión de su cuerpo. Ella es perfecta y sus curvas me excitan siempre. Sosteniéndome en sus manos introduce sus piernas en mí. Yo no se lo pongo fácil ajustándome tanto que una segunda piel parezco. Es el momento de lucirnos.
Subida a sus tacones me veo magnífico. Entonces comienza el juego y con su leve contoneo al andar las miradas se posan en mí. Mis bolsillos traseros son los más contemplados. Eso me encanta.”
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