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Perquè si ni tan sols intentem entendre el món en tota la seva complexitat, mai podrem transformar-lo.

Sembla que com menys sentim la necessitat de demostrar que sabem de tot i pensar que som més intel·ligents que la resta, més fàcil ens resulta no creure en merdes.

La IA no comprèn el món, només encaixa patrons l'un darrere l'altre fins que la solució proposada ens resulti prou familiar per acceptar-la. La conseqüència última de retirar la nostra capacitat de reflexió i atorgar-la a la automatització és eximir les nostres consciències del mal que podem causar.

L'enamorament entre la capacitat de càlcul i la possibilitat de dur a terme massacres sense remordiments tampoc és nova, però s'està estenent cada vegada més.

El més urgent no és corregir o millorar els «errors» que té la IA, sinó entendre a quin propòsit serveix i diferenciar quan té sentit usar-la i quan no.

Com sabem, en informàtica el codi és llei, i si la segregació s'hi oculta, es torna imperceptible, però omnipresent. Com afirmava la periodista Meredith Broussard, «quan una cosa injusta es codifica en un algorisme, es torna molt difícil de veure i gairebé impossible d'erradicar».

Avui dia, l'afegitó "intel·ligent", com a reclam publicitari per a qualsevol dispositiu, ens porta a la confusió que les màquines poden desenvolupar raciocini. Sobra dir que, de moment, això forma part de l'àmbit de la ciència-ficció.

És imprescindible tenir al cap que la principal funció de les violències digitals, sobretot quan es donen cap a persones amb representació en l'àmbit públic, és disciplinadora. [...] Era una manera d'anunciar que qui és presentés com a feminista al món dels videojocs es trobaria amb un rebuig i un odi oberts, i que més valia no fer-ho si no volies patir el que li estava passant a Sarkeesian.

Rin la miró sin poder creérselo.
—¿Crees que eres, por naturaleza, más inteligente que yo? […] Creéis que somos idiotas —dijo Rin, más bien para sí misma. Es increíble lo mucho que quería romper a reír. ¿De verdad los hesperianos se tomaban tan en serio a sí mismos? ¿Creían que eso era ciencia?-. Creéis que todos somos inferiores a vosotros.

[...] Havia nascut la gamificació de l'assetjament.

[...] la periodista Anita Sarkeesian va ser la persona més odiada pels trols d'internet. Tant, que algú va arribar a dissenyar un rudimentari joc en línia que consistia a dlfer clic sobre una foto seva perquè li anessin apareixent blaus i ferides. El desencadenant de tanta antipatia va ser simplement, que S. havia iniciat un canal d'anàlisi feminista de videojocs: Feminist Frequency. [...]

Això es percep com un atac des d'alguns sectors, perquè nega el privilegi de la representació i la normalitat per defecte que abans encarnaven. [...] s'obstinen a considerar el terme cisgènere un insult. No perquè ho sigui (que no ho és), sinó perquè delimita una experiència humana que abans era la neutra, i obre la possibilitat al fet que en puguin existir d'altres en igualtat de condicions.

Les paraules són importants perquè creen el món tal com és, […], són una manera d’encapsular la nostra manera d’entendre i donar sentit a l’existència. Tenen el poder de reforçar la normalització d’un sistema, o de negar la possibilitat d’existir fora d’ell. Per això a nivell polític i comunicatiu cal tenir-les en compte, perquè poden ampliar o reduir la nostra comprensió del món.

El vidente la miró de soslayo. Su gesto era sombrío.
—Vas a hacer que el mundo se ahogue en la sangre de Altan, ¿verdad?
—Voy a encontrar y asesinar a todos los responsables —declaró—. Y no podrás detenerme.
Chaghan emitió una risa seca y cortante.
—Ah, no. No pienso detenerte.
Le tendió una mano. […] la tierra hundida bajo el agua y el cielo inundado de cenizas fueron testigos del pacto […].

-[...] Tengo miedo de lo que pueda hacer Altan para obtener su venganza, y también de que esté haciendo lo correcto.

Simplemente había ocurrido lo que que siempre sucedía cuando una raza decidía que otra era insignificante.
La Federación había masacrado Golyn Niis por el simple hecho de que no consideraban que los nikaras fuesen seres humanos.

Durante todo ese tiempo, su mente gritaba una pregunta sin respuesta: «¿Por qué?». [...] «Se habían rendido», quiso gritarle a su enemigo desaparecido. «Habían entregado las armas. No suponían ninguna amenaza para vosotros. ¿Por qué tuvisteis que hacer esto?».
No concebía ninguna explicación racional.

Al final, en la vida necesitamos pocas cosas: alguien que nos quiera, una cama con grandes almohadones, unas latas de cerveza bien frías [o un par de botellas de vino blanco] y unos tomates que sepan a algo.

El hombre se pasea por el escenario mirándose los pies, pensativo, como si quisiera que tuviéramos tiempo de asimilar con calma la soplapollez de libro de autoayuda que acababa de decirnos.

Una mentira mil veces repetidas se convierte en verdad, como dijo un nazi.

Quizás el problema de algunas personas, y por algunas personas me refiero a personas como yo, es que pensamos que la vida nos va a ofrecer algo asombroso en el momento menos esperado. Un día tropezaremos con nuestra pizca de suerte y partir de entonces, seremos felices porque todo cambiará a nuestro alrededor sin que nosotros movamos un dedo.

Nunca conoces de verdad a la gente con la que habitas determinados espacios.

Frunzo el ceño y me llevo un mano a la mejilla. Efectivamente, estoy llorando. Nota mental: no escuchar música que no lleve a un trágico universo interior antes de las nueve de la mañana.

-¿Y vas a quedar con un señor al que no conoces para que te lleve a una casa nazi en medio de la nada?
-Si lo dices así, parece una cita de Tinder.

Me gusta la idea de que mis vacaciones las determine un algoritmo.

Pienso en todas las veces que nos sentimos solos hasta que aparece alguien, cuando menos te lo esperas, para hacernos sentir parte de algo más. Como si hubiéramos llegado por fin a Ítaca.

[...] Personas ignorantes de todos los privilegios que han tenido desde la cuna e ignorantes a secas, porque eran tontísimos, no habían leído un libro en su vida más que la puta biografía de Steve Jobs o algo rollo "¿Quién se ha llevado mi queso?".

Orsk se basa en una desorientación planificada. [...] quiere que te sometas a una experiencia consumista programada. El panóptico de Cuyahoga era lo mismo. [...] creía que sería capaz de curar la mente de un criminal sirviéndose de trabajos forzados, repeticiones mecánicas y una vigilancia absoluta. Fue entonces cuando la gente empezó a pensar que la arquitectura podía emplearse para producir un efecto psicológico.

Era la clase de trabajo repetitivo que acaba por consumirte el alma.

Me resulta curioso que muchos hombres utilicen vocabulario bélico o deportivo cuando jamás han estado en la guerra ni pateado un balón desde el patio del colegio. Cómo se ven a sí mismos como guerreros y soldados […] Quién será la mujer —porque siempre son mujeres— que se hará más pequeña a su lado para que estos hombres puedan seguir viéndose así de grandes.