Silvia’s Reviews > El descontento > Status Update

Al final, en la vida necesitamos pocas cosas: alguien que nos quiera, una cama con grandes almohadones, unas latas de cerveza bien frías [o un par de botellas de vino blanco] y unos tomates que sepan a algo.

El hombre se pasea por el escenario mirándose los pies, pensativo, como si quisiera que tuviéramos tiempo de asimilar con calma la soplapollez de libro de autoayuda que acababa de decirnos.

Una mentira mil veces repetidas se convierte en verdad, como dijo un nazi.

Quizás el problema de algunas personas, y por algunas personas me refiero a personas como yo, es que pensamos que la vida nos va a ofrecer algo asombroso en el momento menos esperado. Un día tropezaremos con nuestra pizca de suerte y partir de entonces, seremos felices porque todo cambiará a nuestro alrededor sin que nosotros movamos un dedo.

Nunca conoces de verdad a la gente con la que habitas determinados espacios.

Frunzo el ceño y me llevo un mano a la mejilla. Efectivamente, estoy llorando. Nota mental: no escuchar música que no lleve a un trágico universo interior antes de las nueve de la mañana.

-¿Y vas a quedar con un señor al que no conoces para que te lleve a una casa nazi en medio de la nada?
-Si lo dices así, parece una cita de Tinder.

Me gusta la idea de que mis vacaciones las determine un algoritmo.

Pienso en todas las veces que nos sentimos solos hasta que aparece alguien, cuando menos te lo esperas, para hacernos sentir parte de algo más. Como si hubiéramos llegado por fin a Ítaca.

[...] Personas ignorantes de todos los privilegios que han tenido desde la cuna e ignorantes a secas, porque eran tontísimos, no habían leído un libro en su vida más que la puta biografía de Steve Jobs o algo rollo "¿Quién se ha llevado mi queso?".