Silvia’s Reviews > Carcoma > Status Update

La casa se había quedado en silencio, solo se escuchaba a los gatos en el patio trasero. Cuando hacía calor no dormían dentro.

De todas formas lo peor no era lo que decían las mujeres, sino lo que hablaban los hombres. [...] Eso me lo contaban los Santos. Me decían que hablaban de lo que le harían, algunos con deseo y otros con eso que tienen muchos hombres por las mujeres, que piensan que es deseo pero que solo es odio.

Las mujeres de esta familia enviudamos rápido. Los hombres se nos consumen como los cirios de las iglesias, [...]. Mi madre decía que la casa los seca por dentro hasta que se mueren.

Desde aquella noche en que colocó los ladrillos y la argamasa, mi madre supo que las sombras se le habían metido dentro.

Cuando mi madre se dio cuenta de que nunca iba a poder salir de aquella casa, dejó de pedir a los santos y empezó a hablar con las sombras.

[...] quién querría que viniesen cuatro mantis religiosas con sus cientos de ojos y sus bocas de pinzas a la cama de su hija.

Es una tradición familiar, igual que esas idioteces que hace la gente en Navidad. Nosotras tenemos muchas tradiciones, como encerrarnos las unas a las otras, pero nunca comemos cordero porque los corderos no nos han hecho nada y nos parece de mala educación.