Erick Abanto López’s Reviews > El juez de los divorcios y otros entremeses > Status Update

Leí «El viejo celoso», el octavo y último entremés en esta edición. Muy parecida a la novela ejemplar «El celoso extremeño», casi su versión teatral. Un viejo (aquí Cañizales, en la novela Carrizales), se ha casado con una joven y la ha encerrado entre puertas y paredes para no perderla, cuando de pronto llega un galán. No lo trae el azar, como en la novela, sino una vecina.

Una sátira no tan ingeniosa. Algo sosa.

Leí «La cueva de Salamanca», el séptimo entremés en esta edición. ¡El más aquijotado de todos! ¡El más recomendable! ¡El más avispado!

Es más un chiste de barrio que un entremés de teatro.

Por supuesto, el tema es el adulterio y los cuernazos del marido. 🤣

Un cague de risa, literalmente.

Leí «El retablo de las maravillas», el sexto entremés en esta edición. Extraña historia, algo siniestra. Me recordó al «Discreto encanto de la burguesía» de Buñuel. Aquí todos 'simulan' que ven lo que un par de titiriteros dicen que hay, excepto el gobernador, que es poeta y no quiere simular nada.
Hay una atmósfera distinta a la clásica cervantina, una suerte de regocijo perverso frente a la pérdida de la inocencia.

Leí «El vizcaíno fingido», el quinto entremés en esta edición. Buena broma. Un tal Solórzano y un tal Quiñonez de burlan de una sevillana algo estirada y moralona.

Los versos del final son un manjar puro:

«La que no sabe guardarse
Cual dicen, del agua mansa,
Y se arroja a las corrientes
Que ligeramente pasan;
La que piensa que ella sola
Es el colmo de la nata
En esto del trato alegre,
O sabe poco, o no nada.»

Leí «La guarda ciudadosa», el cuarto entremés en esta edición. Divertido y con moraleja. Un soldado y un sacristán compiten por el amor de una fregonita. El soldado es celoso, y el sacristán cariñoso. El primero espera en la puerta de la muchacha, el otro le manda cartas. Al final, uno de ellos canta depechado:

«Siempre escogen las mujeres
Aquello que vale menos
Porque excede su mal gusto
A cualquier merecimiento.»

Leí «La elección de los alcaldes de Daganzo», el tercer entremés en esta edición. ¡Di-ver-ti-dí-si-ma!
Cuatro candidatos responden las preguntas del Bachiller Pesuña, el escribano Estornudo y el regidor Algarroba. Por ratos recuerda a las irreverencias de Sancho Panza en su ínsula Barataria.

Una brevísima ironía popular sobre el arte de gobernar y las expectativas que genera.

Leí «El juez de los divorcios», el primer entremés en esta edición. Breve y jocosa. Tres parejitas de casados acuden donde el juez a pedir que los divorcie.
Parece una versión antigua del programa de tv Caso Cerrado 😅

Me quedo con estos versos del final:

«Aunque la rabia de celos
Es tan fuerte y rigurosa,
Si lo pide una hermosa,
No son celos, sino cielos».

Veamos cómo va esta