El reguero
Somos tan sensibles a la critica que nos duele profundamente y la tomamos no como una oportunidad de crecimiento sino como una amenaza contra quienes somos y una confirmación de que definitivamente hay algo malo en nosotros, no somos suficientes, nos quedo faltando, nos descubrieron otro "defecto".
Nuestra respuesta automatica se presenta como una defensa total y una reacción absolutamente contraria a aquello que hacemos y nos están criticando: si nos dicen que los emails que escribimos son muy largos, decimos que entonces no vamos a mandar mas emails, si los besos que damos son muy cortos, decimos entonces no lo vuelvo a besar. Dejamos todo tirado y poco a poco, de dejar tanta cosa tirada vamos creando un reguero a nuestro paso, una recolección de acciones que ya no hacemos mas, un desorden de rebeldia, un cumulo de pataletas.
Dos cosas: primero, la critica no es tal. Lo que interpretamos como crítica es un llamado a la afinidad, es una petición de creación dentro de la relación. Seguramente si quieren emails mas cortos será para disfrutar mas tiempo a nuestro lado, o si quieren besos mas largos son porque los que damos son tan deliciosos que queda antojo de mas. Interpretamos como crítica una busqueda de amor. Segundo, aún si hubiese crítica, no somos defectuosos. No hay tal cosa como una virtud y un defecto. Somos como somos y no somos como no somos. No hay defectos, por lo tanto no hay nada que "criticar".
Mi herejía hoy propone que ese reguero no sirve para nada, no le hace bien a nadie, nos elimina la auto expresión, nos limita el crecimiento, nos cuesta afinidad en nuestra relación, a veces nos cuesta incluso la relación y no nos queda sino el rastro de todo lo que fuimos dejando tirado ... trofeos del ego absolutamente inutiles.
Vamos a recoger ese reguero. Vivamos con el coraje para escuchar la retroalimentación y encontrar detras de cada palabra la petición de afinidad que se esconde a veces sutilmente. Vivamos con el coraje para construir puentes y crecer y hacer mas y dejemos atras las pataletas que ocasionan el reguero y a su paso, un vacío infinito en nuestras vidas.


