¿Y si esta vez sí te atreves?
Cómo salir de una relación abusiva cuando todo parece imposible

Amiga,

Si estás leyendo esto, es probable que estés viviendo lo que yo viví alguna vez: una relación que duele, asfixia y te está quitando pedacitos de vida cada día.
Te entiendo. Te entiendo más de lo que imaginas porque yo también estuve ahí. Puedes leer mis primeros blogs para que conozcas un poco más de mi historia. No te hablo desde libros ni desde teorías: te hablo desde las heridas que ya sané Estuve en dos relaciones abusivas. Una de 8 años, porque nos conocíamos desde que yo tenía apenas 13 años. Y otra de casi 5 años, donde el “qué dirán” me mantuvo ahí más de lo que quise, más de lo que pude soportar.

Me vi atrapada en relaciones donde el amor dolía, donde el miedo era mi compañero de cama y la culpa mi despertador. Y sé que salir no es tan fácil como muchos creen, y opinan, desde la teoría. Es bien fácil opinar y juzgar sin haber vivido la experiencia del otro. Desde la teoría todo es fácil, desde la práctica las cosas se complican.

👉 No es tan simple como decir: “¿Por qué no lo dejas?”

Lo que muchos no saben es que no lo dejas:

Porque a veces hay hijos.
Porque a veces no tienes dinero y dependes de él.
Porque te preguntas: ¿y si salgo de Guatemala pa' meterme en Guatepeor?
Porque te da vergüenza.
Porque te aterra quedarte sola.
Porque en la iglesia te dicen que, si te divorcias, nunca más podrás casarte.
Porque te han hecho sentir que nadie más te va a querer.

Pero quiero decirte algo con el corazón en la mano:

💡 Ninguna de esas razones vale tu vida. Ni tu paz. Ni la de tus hijos.
Yo sé que no es fácil. Yo también tuve miedo de perderlo todo: la estabilidad (por mínima que fuera), el hogar, la apariencia de “familia bonita” que muchos creían que teníamos. Me quedé en silencio mucho tiempo. Y eso casi me cuesta la vida. Por eso, desde el otro lado del miedo, quiero dejarte aquí algunos pasos reales y prácticos que pueden ayudarte a salir de ese infierno. Sí, es un infierno. Y cualquier iglesia que te diga que nunca más podrás casarte, aun sabiendo que tu vida está en peligro, no es un lugar al que debas volver. “A paz nos llamó el Señor”, no a que alguien te mate, no te ame y no te respete. Recuerda: Dios no quiere tu destrucción; ama tu vida porque está hecha a su imagen y semejanza. Y como ama tu vida, jamás pondría reglas, costumbres o tradiciones por encima de ella si está en peligro.

Si necesitas ayuda, búscala. Habla con personas de confianza, con un profesional, con alguien que te escuche y no te juzgue. Y si tu fe es importante para ti, ora y busca una comunidad de fe que de verdad proteja tu vida y tu dignidad. 💛✨.

No estás sola. Y sí se puede.

🔑 7 pasos prácticos para empezar a salir de una relación violenta (aunque sientas que no puedes)

1️⃣ Reconoce que mereces algo mejor (aunque no lo creas todavía)
El abuso siempre destruye la autoestima. Yo también llegué a pensar que “esto era lo que me había tocado”. Pero no es así. Ningún ser humano merece vivir con miedo.
Repite esto cada día: “Aunque no lo crea, merezco un amor que no duela.”

2️⃣ Busca un lugar seguro para hablar (sin juicio)
Puedes empezar con una amiga, un familiar, un pastor o pastora, o incluso una línea de ayuda. A mí me tomó años atreverme a contar lo que estaba viviendo. Incluso busqué ayuda profesional con mi psicóloga, Adlin Román (esto no es un anuncio pagado), después de ambos divorcios, cuando ya estaba casada con Carlos, el amor de mi vida. El silencio te encierra, pero hablar te abre puertas y brinda ayuda..

Si estás en Puerto Rico:

(787) 722-2977 – Procuradora de las Mujeres
1-800-981-0023 – Línea PAS


3️⃣ Prepara un plan de escape (aunque no tengas fecha para irte)
Guarda documentos importantes.
Ahorra dinero en secreto (aunque sean $5 semanales).
Investiga refugios o familiares que puedan apoyarte.
Planificar te da fuerza mental, incluso si aún no estás lista para actuar.

4️⃣ Si dependes económicamente, busca opciones sin miedo al “qué dirán”
Ese miedo me paralizó por años. No quería que la gente hablara mal de mí o que me señalaran por fracasar “otra vez”. Pero entendí que nadie vive tu vida por ti. El primer paso es creer que puedes. Después vendrán las oportunidades.

5️⃣ Recuerda: tus hijos merecen un hogar sin miedo
Quedarte en una relación violenta “por los niños” solo los lastima más. Ellos merecen una mamá viva, segura y en paz. Sé el temor que tienes de que tus hijos crezcan sin papá, pero recuerda: lo que ven en tu casa será, para ellos, “la norma” de cómo es una relación de pareja o un matrimonio. Si lo que viven no es sano, lo más probable es que lo repitan sin darse cuenta cuando formen su propio hogar.

Si aún estás a tiempo de buscar ayuda para sanar tu relación, trata de hacerlo. Pero ten presente: el matrimonio es de dos. De poco sirve que tú quieras ayuda si él no. Si él no quiere cambiar, y temes por tu vida, sal de ahí sin mirar atrás. Hazlo por amor a tus hijos.

6️⃣ No le tengas miedo a estar sola (la soledad sana es mejor que la compañía que destruye)
Este miedo me tuvo atrapada mucho tiempo. Pero estar sola me permitió sanarme, encontrarme, elegirme. No fue fácil. Después de mi segundo divorcio, aun sabiendo que ya no le amaba, la codependencia y el simple hábito de dormir con alguien a mi lado durante tantos años me hacían querer buscarle de nuevo para “arreglar” lo que no tenía arreglo. En mi caso, no lo tenía: él llegó a amenazar con matarme a mí y a mis hijas.

Me hago vulnerable y te cuento esto porque tal vez te pase. Tal vez quieras llamarle, volver, intentar otra vez. No por amor, sino por dependencia, miedo o costumbre. Si sabes que tu vida está en peligro: JAMÁS CEDAS. Jamás le busques. Jamás regreses.

7️⃣ Rodéate de personas y contenido que te inspiren
Busca mujeres que te levanten, libros que te abracen, palabras que te recuerden que sí existe el amor bonito. Busca comunidad. Por ejemplo: si te gusta leer, únete a un club de lectura que se reúna con regularidad. Si no encuentras uno, te invito al mío: se llama Bible & Wine Book Club. Nos reunimos una vez al mes por Zoom, así que puedes unirte desde cualquier parte del mundo. En agosto tendremos nuestra primera reunión presencial en Morovis, Puerto Rico. Es un club que soñé por años y finalmente comencé en diciembre del año pasado. Leer libros cristianos y la Biblia acompañadas de una copa de vino no siempre es bien visto, pero aquí se vale. Tenemos grupo de Facebook y grupo de WhatsApp con las chicas que se conectan a las lecturas mensuales. Puedes unirte a nuestro grupo de Facebook aquí.

También soy parte de otro muy bueno (el mejor que he encontrado en mucho tiempo) que se llama Libros y un café, liderado por Jennie Adorno. Allí leemos de todo tipo de libros. Puedes unirte a su grupo de Facebook aquí.

Cuando escribí Pensé que no existía: El Amor , lo hice para recordarte que, aunque ahora no lo creas, sí existe un amor que no duele. Si te gustaría leerlo pero no puedes comprarlo en este momento, no te preocupes: mantente pendiente a mis redes porque estaré organizando BookHunts desde el 21 hasta el 30 de julio de 2025. Además, pronto anunciaré cuándo estará disponible gratis en Kindle por tiempo limitado.

Pero primero tienes que amarte tú.
💌 Antes de cerrar…
No te juzgues. No te culpes. No te avergüences. Aunque ahora no veas salida, la hay. No te quedes callada. No te quedes sola.

Si no tienes con quién hablar, aquí estoy. Escríbeme en @pensequenoexistia o por email a hola@sarinette.com
💜 La vida no se hizo para vivirla con miedo.
💜 El amor no se hizo para doler todo el tiempo.

Si quieres leer más de mi historia o abrazarnos en persona, te invito:

📍 Presentación del libro en Casa Norberto: 26 de septiembre 2025 – Confirma tu asistencia aquí
📍 Bible & Wine Book Club en Morovis: 30 de agosto 2025 – Regístrate aquí

🌷 Pensé que no existía… pero sí. Sí existe la vida después del miedo.

Con amor y respeto,

Enlaces útiles:

Sígueme en Instagram

pensequenoexistia.com

Audiolibro

Sígueme en Goodreads: Sarinette Caraballo Pacheco

Pensé que no existía: EL AMOR

Pensé Que No Existía: El Amor