Satam Alive (final)
Más allá donde soy un saltamontes que se cruza contigo de camino a tu primer día de guardería.
Donde soy un periódico con el que cubrirte la cabeza de un chaparrón.
Porque no se acabó.
Aún hay tiempo.
Pueden hacerse cosas.
La vida puede ser vivida.
Ilimitado sentimiento de poder.
Pero luego se acaba, lo que significa…: vuelta a sentirte mal desde todos los ángulos de nuevo, otra vez...
Diez millones de ladrillos del Cielo cayendo sobre ti a la vez, levantando una capa de polvo que mata toda la vida sobre la Tierra por siempre jamás.
Y nada que decir nunca más.
La parte del proceso de curación en la que crees que estás curada y vuelves a hacer aquello que necesitaba curarse.
Donde la única cura real es no olvidar nunca.
O reír frente al pelotón de fusilamiento.
O aceptar que tu presencia en una sala llena de gente es como un montón de tinta dispersándose bajo el agua… o una creciente nube de humo negro.
O sobrevivir a la compañía de alguien que te desagrada imaginándola del tamaño de una muñeca en la mano y arrancándole la cabeza de cuajo con un mordisco.
O vivir un largo instante preguntándote si estás añadiendo o sustrayendo la cantidad justa del mundo, interrumpido por ese pánico especial que te invade veinte minutos antes de dormirte, interrumpido por despertarte y quedarte ahí tumbada mirando al techo, interrumpido por objetivos a corto plazo, interrumpido por recordar la carencia de una meta a largo plazo, interrumpido por querer recuperar una vieja sensación o sentimiento, interrumpido por darte cuenta de que cómo te sientes ahora será deseable dentro de uno o dos años, interrumpido por un momento de duda sobre si te has convertido en mejor o peor persona, interrumpido por ganas de salir a dar un paseo, sólo para volver a preguntarte si estás haciendo lo que quieres hacer o incluso si hacer lo que quieres hacer es algo que realmente quieres hacer.
Donde soy un periódico con el que cubrirte la cabeza de un chaparrón.
Porque no se acabó.
Aún hay tiempo.
Pueden hacerse cosas.
La vida puede ser vivida.
Ilimitado sentimiento de poder.
Pero luego se acaba, lo que significa…: vuelta a sentirte mal desde todos los ángulos de nuevo, otra vez...
Diez millones de ladrillos del Cielo cayendo sobre ti a la vez, levantando una capa de polvo que mata toda la vida sobre la Tierra por siempre jamás.
Y nada que decir nunca más.
La parte del proceso de curación en la que crees que estás curada y vuelves a hacer aquello que necesitaba curarse.
Donde la única cura real es no olvidar nunca.
O reír frente al pelotón de fusilamiento.
O aceptar que tu presencia en una sala llena de gente es como un montón de tinta dispersándose bajo el agua… o una creciente nube de humo negro.
O sobrevivir a la compañía de alguien que te desagrada imaginándola del tamaño de una muñeca en la mano y arrancándole la cabeza de cuajo con un mordisco.
O vivir un largo instante preguntándote si estás añadiendo o sustrayendo la cantidad justa del mundo, interrumpido por ese pánico especial que te invade veinte minutos antes de dormirte, interrumpido por despertarte y quedarte ahí tumbada mirando al techo, interrumpido por objetivos a corto plazo, interrumpido por recordar la carencia de una meta a largo plazo, interrumpido por querer recuperar una vieja sensación o sentimiento, interrumpido por darte cuenta de que cómo te sientes ahora será deseable dentro de uno o dos años, interrumpido por un momento de duda sobre si te has convertido en mejor o peor persona, interrumpido por ganas de salir a dar un paseo, sólo para volver a preguntarte si estás haciendo lo que quieres hacer o incluso si hacer lo que quieres hacer es algo que realmente quieres hacer.
Published on November 14, 2025 13:45
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Tags:
alexandre-alphonse, alphonse, satam-alive
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