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Vanidad Quotes

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C.S. Lewis
“Amar o admirar cualquier cosa que no sea uno es alejarse un paso de la ruina espiritual absoluta; aunque no estaremos bien mientras amemos o admiremos cualquier cosa más de lo que amamos y admiramos a Dios.”
C.S. Lewis, Mere Christianity

Fernán Caballero
“La vanidad es la necedad del egoísmo, y el orgullo, la insolencia de la vanidad.”
Fernán Caballero

Virginia Woolf
“Uno no puede traer hijos a un mundo como éste. Uno no puede perpetuar el sufrimiento, ni aumentar la raza de esos lujuriosos animales, que no tienen emociones duraderas, sino tan solo caprichos y vanidades que ahora les llevan a un lado, y luego hacía otro.”
Virginia Woolf, Mrs. Dalloway

C.S. Lewis
“El orgullo siempre significa la enemistad: es la enemistad. Y no sólo la enemistad entre hombre y hombre, sino también la enemistad entre el hombre y Dios. En Dios nos encontramos con algo que es en todos los aspectos inconmensurablemente superior a nosotros. A menos que reconozcamos esto —y, por lo tanto, que nos reconozcamos como nada en comparación— no conocemos a Dios en absoluto. Un hombre orgulloso siempre desprecia todo lo que considera por debajo de él, y, naturalmente, mientras se desprecia lo que se considera por debajo de uno, no es posible apreciar lo que está por encima.”
C.S. Lewis, Mere Christianity

Idries Shah
“La independencia prematura es la hija de la vanidad”
Idries Shah, Aprender a aprender

Idries Shah
“...muchos sistemas acaban convirtiendo la humildad imaginada en una forma de vanidad, de modo que acaban igualmente en vanidad.”
Idries Shah, Aprender a aprender

Jorge Luis Borges
“Dios ha creado las noches que se arman
de sueños y las formas del espejo
para que el hombre sienta que es reflejo
y vanidad. Por eso nos alarman.”
Jorge Luis Borges, Obras Completas (Vol 2 of 4 Volumes)

Henri J.M. Nouwen
“Durante mucho tiempo consideré la imagen negativa que tenía de mí como una virtud. Me habían prevenido tantas veces contra el orgullo y la vanidad que llegué a pensar que era bueno despreciarme a mí mismo. Ahora me doy cuenta de que el verdadero pecado consiste en negar el amor primero de Dios por mí, en ignorar mi bon­dad original. Porque, si no me apoyo en ese amor primero y en esa bondad original, pierdo el contacto con mi auténtico yo y me destruyo.”
Henri J.M. Nouwen, The Return of the Prodigal Son: A Story of Homecoming

C.S. Lewis
“¿Cómo se podía odiar lo que hacía un hombre y no odiar al hombre? Pero años más tarde se me ocurrió que había un hombre con el que yo había puesto esto en práctica durante toda mi vida. Ese hombre era yo mismo. Por mucho que me disgustase mi cobardía o mi vanidad o mi codicia, seguía queriéndome a mí mismo. El cristianismo quiere que las odiemos del mismo modo en que odiamos esas cosas en nosotros mismos: lamentando que ese hombre haya hecho esas cosas y esperando, si es posible, que de algún modo, en algún momento, en algún lugar, el hombre puede ser curado y humanizado de nuevo.”
C.S. Lewis, Mere Christianity

C.S. Lewis
“Si queréis averiguar lo orgullosos que sois lo más fácil es preguntaros: «¿Hasta qué punto me disgusta que otros me desprecien, o se nieguen a fijarse en mí, o se entrometan en mi vida, o me traten con paternalismo, o se den aires?»”
C.S. Lewis, Mere Christianity

Augustine of Hippo
“Mi vanidosa suficiencia no aceptaba aquella simplicidad en la expresión; con el resultado de que mi agudeza no podía penetrar en sus interioridades. Era aquella una verdad que debía crecer con el crecer de los niños, pero yo me negaba resueltamente a ser niño. Hinchado de vanidad, me sentía muy grande.”
Augustine of Hippo, Confessions

Augustine of Hippo
“¿Será acaso porque el amor pasa de quien alaba a quien oye la alabanza? De ninguna manera; pero el amor de uno enciende el amor en otro. Se ama al ausente porque las alabanzas que se le dedican parecen sinceras y brotadas del corazón, que es siempre el caso cuando alaba el que ama. Era así como amaba yo entonces a los hombres, movido por el juicio de otros hombres y no por el tuyo. Así es, Señor, como yace enferma el alma cuando todavía no se funda en la solidez de la verdad: se deja mover según sopla el viento de las opiniones humanas. Su aprobación me habría enardecido, su desaprobación habría herido profundamente mi corazón vanidoso y alejado de tu solidez. Ignoraba que la mente ha de ser iluminada por otra lumbre, ya que no es ella misma la esencia de la verdad. Prefería pensar que tu sustancia inmutable erraba por necesidad, más bien que admitir que mi sustancia mudable yerra por albedrío y encuentra en el error mismo su pena.”
Augustine of Hippo, Confessions

Anne Brontë
“Un exceso de vanidad, como la borrachera, endurece el corazón, esclaviza las facultades y pervierte los sentimientos.”
Anne Bronte, Agnes Grey

Marcus Aurelius
“La vanidad que se exalta bajo capa de modestia es la más
insoportable de todas.”
Marcus Aurelius, Meditations

Louisa May Alcott
“Pero parece que cuanto más se recibe más se quiere...”
Alcott Louise, MUJERCITAS

Oscar Wilde
“Hasta el hombre más decidido se teme a sí mismo. Cada impulso que nos esforzamos por estrangular, germina en el alma y nos envenena.”
Oscar Wilde, The Picture of Dorian Gray

Louisa May Alcott
“Tienes bastante talento y virtudes, pero no hay que hacer ostentación porque la vanidad estropea el carácter más fino.”
Louisa May Alcott, Mujercitas

Lucian F. Vaizer
“Así eran las celebridades en la intimidad, una oda a la arrogancia: con su ropa impecable de diseñador, sus sonrisas de bisturí y sus ideales de portada de revista.”
Lucian F. Vaizer, Seis almas, seis destinos: Morir no te salvará del horror

“El Nuevo Testamento –comenzó– dice que «toda la creación espera ansiosamente que los hijos de Dios salgan a la luz y suspira por ser liberada de la vanidad de este mundo» (cf Rom 8,19-20). Pues bien, este misterioso suspirar de la creación es la oración interior. No es necesario aprenderla; la llevamos dentro, es innata a nosotros.”
Anonymous, The Way of a Pilgrim

Francisco de Quevedo
“La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió.”
Francisco de Quevedo

Oscar Wilde
“El retrato, cambiado o no, sería para él el emblema visible de la conciencia.”
Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray; De profundis; El fantasma de Canterville