Dina

“This country, our country, is pregnant. What it will give birth to, only God knows... Imagine! the children of us workers are fated to stay out in the sun, thirsty, hungry, naked, gazing at fruit ripening on trees which they can' t pick even to quieten a demanding belly! Fated to see food steaming in the pantry, but unable to dip a calabash into the pot to scoop out even a tiny portion Fated to lie awake all night telling each another stories about tears and sorrow, asking one and other to guess the same riddle day after day: "oh, for a piece of one of those"
'Ripe bananas!' Wangari replied, as if Muturi had asked her a real riddle.
'Oh for some of that ' Muturi said.
'Fresh, cool water in a cave that belongs to another,' Wangari replied again.”
― Ngũgĩ wa Thiong'o, Devil on the Cross

“Una noche tendida en un prado húmedo, de cara a la luna, me dije: « ¡Son pecados!», y sin embargo, estaba firmemente dispuesta a seguir comiendo, leyendo, hablando y soñando como me viniera en gana. « ¡No creo en Dios!», me dije ¿Cómo creer en Dios y escoger deliberadamente la desobediencia? Por un momento, esa obviedad me dejó atónita: no creía. Ni papá ni los escritores a quienes yo admiraba creían, y, seguramente el mundo no se explica sin Dios, pero Dios no explica gran cosa; de todas formas, no se entendía nada.”
― Simone de Beauvoir, The Inseparables

“La dicha del escritor es su posibilidad de transformar la idea enteramente en sentimiento; el sentimiento, totalmente en idea.”
― Thomas Mann, Death in Venice

“ «Pues sólo la belleza, Fedón mío, sólo ella es amable y adorable al propio tiempo. Ella es, ¡óyelo bien!, la única forma de lo espiritual que recibimos con nuestro cuerpo, y que nuestros sentidos pueden soportar. Pues ¿qué sería de nosotros si se nos apareciese lo divino en otra de sus manifestaciones, si la razón, la virtud y la verdad se nos presentasen en formas, sensibles? ¿No arderíamos y nos disolveríamos en amor como otra época ante Zeus? La belleza es, pues, el camino del hombre sensible al espíritu, sólo el camino, sólo el medio, Fedón...» ”
― Thomas Mann, Death in Venice