Satam Alive (IV)
[Página escrita hoy —fuga hacia delante + 1 página diaria, lo de siempre—, porque sí y porque quiero]:
Buenos días, tristeza. Ante la muerte de alguien a quien se ama, los sentimientos de los poderosos y de los humildes son los mismos. Sin embargo, Errotabide, el guipuzcoano, se tenía por hombre fuerte; quizá se consideraba él también un poco brujo. «Pareces fuerte», dijo el hámster, y también: «¿Estás bien?» , «No creo que decirle a alguien “No estés triste” lo consuele». Pero el mundo sabe que el amor está en su pecho como en la flor, el sufriente y solitario mundo; por el río se deslizan los coños de las ahogadas, rielando a la luz de la luna. Rompe el mar de hielo que llevas dentro porque el amor se positiva hoy para convertirse en una fórmula de disfrute, producto de consumo, una emoción y una excitación sin consecuencias, pero el amor no es una posibilidad, no se debe a nuestra iniciativa, es sin razón, nos invade y nos hiere.
—¿Sabes escupir por el colmillo, hijo?
—No —dijo el niño.
—Has de aprenderlo. Un hombre que sabe escupir por el colmillo ya puede caminar solo por la vida.
Menos que cero. No me acuerdo. Coge otro cinturón de cuero. Empiezo a reírme sin motivo y a veces me encuentro mal. A veces le miento; él me habla de su amante. Y la vieja me contó una y otra vez cómo había sucedido todo, en fin, que había sido el colmo de la torpeza y el fracaso. Viaje al fin de la noche, donde habita el olvido, el amor y la vejez; relegado al desierto de mi vida, volvía a él con toda la poesía de mi desesperación: la torre herida por el rayo, la forja de un escritor y su libro del desasosiego, el caminante y su sombra, la soledad de las vocales, el artefacto, un buda bañado en sangre, un hijo sin hijos, metamorfosis benezianas, suicidios ejemplares… Rituales realizados en la ausencia de Ganímedes… A veces mi corazón empuja mis costillas… Corazón… enteramente… puedo… haya para mí… reflejar… rostro… sintiendo el contacto de la piel…
Buenos días, tristeza. Ante la muerte de alguien a quien se ama, los sentimientos de los poderosos y de los humildes son los mismos. Sin embargo, Errotabide, el guipuzcoano, se tenía por hombre fuerte; quizá se consideraba él también un poco brujo. «Pareces fuerte», dijo el hámster, y también: «¿Estás bien?» , «No creo que decirle a alguien “No estés triste” lo consuele». Pero el mundo sabe que el amor está en su pecho como en la flor, el sufriente y solitario mundo; por el río se deslizan los coños de las ahogadas, rielando a la luz de la luna. Rompe el mar de hielo que llevas dentro porque el amor se positiva hoy para convertirse en una fórmula de disfrute, producto de consumo, una emoción y una excitación sin consecuencias, pero el amor no es una posibilidad, no se debe a nuestra iniciativa, es sin razón, nos invade y nos hiere.
—¿Sabes escupir por el colmillo, hijo?
—No —dijo el niño.
—Has de aprenderlo. Un hombre que sabe escupir por el colmillo ya puede caminar solo por la vida.
Menos que cero. No me acuerdo. Coge otro cinturón de cuero. Empiezo a reírme sin motivo y a veces me encuentro mal. A veces le miento; él me habla de su amante. Y la vieja me contó una y otra vez cómo había sucedido todo, en fin, que había sido el colmo de la torpeza y el fracaso. Viaje al fin de la noche, donde habita el olvido, el amor y la vejez; relegado al desierto de mi vida, volvía a él con toda la poesía de mi desesperación: la torre herida por el rayo, la forja de un escritor y su libro del desasosiego, el caminante y su sombra, la soledad de las vocales, el artefacto, un buda bañado en sangre, un hijo sin hijos, metamorfosis benezianas, suicidios ejemplares… Rituales realizados en la ausencia de Ganímedes… A veces mi corazón empuja mis costillas… Corazón… enteramente… puedo… haya para mí… reflejar… rostro… sintiendo el contacto de la piel…
Published on November 06, 2025 15:59
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Tags:
aira, alexandre-alphonse, alphonse, césar-aira, enrique-vila-matas, satam-alive, suigeneris, vila-matas
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