Patria Quotes

“Your fear is, that if you marry Adèle, you will love her. If you have children, you will love them more than anything else in the world, more than patriotism, more than democracy. If your children grow up, and prove traitors to the people, will you be able to demand their deaths, as the Romans did? Perhaps you will, but perhaps you will not be able to do it. You’re afraid that if you love people you may be deflected from your duty, but it’s because of another kind of love, isn’t it, that the duty is laid upon you?”
― Hilary Mantel, A Place of Greater Safety

“In Austria il patriottismo era un argomento tutto particolare. A differenza della Germania, dove i bambini imparavano semplicemente a disprezzare le guerre dei bambini austriaci, e si insegnava loro che i bambini francesi sono i nipoti di fiacchi libertini che, fossero anche in mille, se la danno a gambe non appena incontrano un soldato tedesco della milizia territoriale dotato di una folta barba. E, scambiati i ruoli e apportate le opportune modifiche, si insegnavano esattamente le stesse cose ai bambini francesi, russi e inglesi, che vantavano anche loro parecchie vittorie. Ora, i bambini sono dei fanfaroni, amano giocare a guardie e ladri e, qualora ne facciano parte, sono sempre pronti a ritenere la famiglia Y, residente nella grande via X, la più importante famiglia del mondo. È dunque facile conquistarli al patriottismo. In Austria invece la faccenda era un po’ più complicata. Gli austriaci infatti avevano sì vinto tutte le guerre della loro storia, ma dopo la maggior parte di esse avevano dovuto cedere qualche territorio. Una circostanza, questa, che induce alla riflessione, e Ulrich, nel suo componimento sull’amor di patria, scrisse che un vero patriota non deve mai reputare la propria patria la migliore di tutte; anzi, in un lampo di genio che gli parve particolarmente bello, benché fosse piuttosto abbagliato dal suo splendore che non consapevole del suo effettivo contenuto, a quella frase sospetta ne aveva aggiunta un’altra, e cioè che probabilmente anche Dio preferisce parlare del suo mondo al conjunctivus potentialis (hic dixerit quispiam qui si potrebbe obiettare…), perché Dio crea il mondo e intanto pensa che esso potrebbe benissimo essere diverso. Di questa frase era molto fiero, ma forse nel formularla non si era spiegato bene, perché ne era nata una gran confusione, e per poco non lo avevano espulso dalla scuola, anche se poi non fu preso alcun provvedimento, nell’impossibilità di decidere se quell’audace osservazione fosse un oltraggio alla patria o a Dio”
― Robert Musil, The Man Without Qualities

“Se non si ha la propria terra sotto i piedi - anche questo però deve essere sperimentato per essere compreso - ci si tiene meno diritti, si perde sicurezza, si diventa diffidenti verso se stessi. Non esito a confessare che dal giorno in cui dovetti vivere con documenti o con passaporti effettivamente stranieri non mi sono più sentito completamente legato a me stesso. È rimasta per sempre distrutta una parte della mia naturale identità con il mio io originario. Sono divenuto molto più riservato di quanto sia nella mia indole; io, il cosmopolita di un giorno, ho oggi incessantemente l’impressione di dover render grazie per ogni boccata d’aria che respirando tolgo a un altro popolo. Si capisce che a mente lucida riconosco l’assurdità di simili fisime, ma quando mai la ragione può qualcosa contro un sentimento istintivo? Poco mi è servito avere educato per quasi mezzo secolo il mio cuore a battere da cosmopolita, da citoyen du monde: il giorno in cui perdetti il mio passaporto, scopersi a cinquantott’anni che perdendo la patria si perde ben più che un circoscritto pezzo di terra.”
― Stefan Zweig, The World of Yesterday

“Ellos me dijeron que había que amar a la patria, que había que sacrificarse por ella, que había que sentirse orgulloso de sus héroes, que había que respetar el orden del país, que había que denunciar a los traidores, que había que odiar a los enemigos. Tú también me lo dijiste.”
― Fernando Arrabal, Baal Babilonia

“la patria es eso que se muda contigo.”
― Margarita García Robayo, Tiempo muerto

“–Patria... creo que esa palabra no existe no mi diccionario.
–De veras, no. Para usted, son tuyas las tierras de la hacienda. Nada más. No consigues mirar los montes, las playas, el cielo y el mar de las Islas como tuyos. Así es la Patria: todo que hay en ella es nuestro. Y es amado y defendido como lo haces con tu hacienda: hasta la muerte.”
― Cristina Pereyra, Amando ao Inimigo

“Hasta ayer había pensado que iba a ser un momento de alivio. Que se iría contento. Que abandonaría un sitio en el que había nacido por error y del que no formaba parte. Pero en ese momento sabía ya que se iba de su única patria y que no tenía otra.”
― Milan Kundera, Farewell Waltz

“...Sí/ la patria está allá como está aquí
allá diseminada en pedacitos
aquí pidiendo que la conservemos
en todos los centímetros que somos”
― Mario Benedetti, Biografía para encontrarme

“¡Los abogados...! ¿Y a quién van a juzgar? Esperamos la respuesta consabida: a los traidores de la Patria. ¿Qué traición y qué patria? La Patria en esos días llevaba el nombre doble de Calles-Obregón. Cada seis años la Patria cambia de apellido; nosotros, los hombres que esperamos en la plaza lo sabemos, y por eso esa mañana los abogados nos dieron tanta risa.”
― Elena Garro, Los recuerdos del porvenir

“—Yo no sé lo que eso puede significar, no soy experto en la jerga, pero le juro que en el fondo de mi corazón deseo que me cure. Quiero ser como los demás hombres, no este paria a quien nadie quiere…”
― E.M. Forster, Maurice

“Cuando hablaba de Francia decía «nuestra patria» y aceptaba por anticipado los sacrificios que esa patria podía pedirle («Tu padre murió por la patria», le decía a Jacques...); en cambio, esta noción de patria no tenía sentido alguno para Jacques, que sabía que era francés, que eso entrañaba cierto número de deberes, para quien Francia era una ausente a la que uno apelaba y que a veces apelaba a uno, en cierto modo como lo hacía ese Dios del que había oído hablar fuera de su casa y que, al parecer, era el dispensador soberano de los bienes y los males, en quien no se podía influir pero que en cambio lo podía todo en el destino de los hombres. Y ese sentimiento suyo era también, y más aún, el de las mujeres que vivían con él.”
― Albert Camus, El primer hombre - Planeta lector

“A lo largo de la historia de México, veremos, que los hombres cuando actúan, muchas veces encubren bajo el velo del patriotismo las razones egoistas que los empujan en sus decisiones”
― Luis Chavez Orozco

“...esta patria que no escogí por mi voluntad sino que me la dieron hecha como usted la ha visto que es como ha sido desde siempre con este sentimiento de irrealidad, con este olor a mierda, con esta gente sin historia que no cree en nada más que en la vida, ésta es la patria que me impusieron sin preguntarme...”
― Gabriel García Márquez, The Autumn of the Patriarch

“En efecto, el pueblo judío fue masacrado por moderno, por ser simultáneamente científico, banquero, revolucionario y emigrante; nómade y capitalista, y sobre todo, por ser un pueblo sin patria visible, que demostraba que una tradición podía sostenerse y evolucionar sin las pretensiones étnica y culturalmente uniformizantes de un estado territorial que la sustentase.”
― Fernando A. Iglesias, ¿Qué significa hoy ser de izquierda?: Reflexiones sobre la democracia en los tiempos de la globalización

“Cuando la patria se prostituye, los políticos se vuelven hijos bastardos.”
― Amir Obregon Vargas

“¿Me dejarás saber que soy de acá, sentir que soy de acá, nacido acá?”
― Eduardo Galeano, La canción de nosotros

“¿El valor, qué es eso? Acaso tenerle más miedo al ridículo que a la muerte.”
― Paco Ignacio Taibo II, Patria 1

“Os livros ou, dizia o pai com sulcos de muito matutar na testa, os cabrões dos livros. O rapaz tinha contraído a febre de ler.”
― Fernando Aramburu, Patria

“Un banco donde sentarse o echar un sueño es la única patria que tiene mucha gente.”
― Manuel Rivas, Contra todo esto: un manifiesto rebelde

“Dove sono le tue radici, se non possono affondare nel nome, se il nome non è una patria?”
― Gian Luca Favetto, La vita non fa rumore

“Entonces, cuál es tu patria? Tú la conoces: evidentemente, es la patria de los libros: los libros leídos y amados, los libros leídos y despreciados, los libros que soñamos con escribir, los libros insignificantes que hemos olvidado y que ya no sabemos siquiera si llegamos a abrir alguna vez, los libros que fingimos haber leído, los libros que no leeremos nunca pero de los que no nos separaríamos por nada del mundo, los libros que esperan su hora en una noche paciente, antes del crepúsculo deslumbrante de las lecturas del amanecer. Sí, dije, sí: seré ciudadana de esa patria, seré leal a ese reino, el reino de la biblioteca.”
― Mohamed Mbougar Sarr, La plus secrète mémoire des hommes

“NUNCA ESTAMOS SOLOS


Subiendo, el juego, como si no hubiera ganadores ni
perdedores.

Simplemente, jugadores sin un campo, unificados
En amor consciente.
Conocedor de las apuestas
Conectado con aquellos
Que juegan por un mejor camino
Para que todos vean claro.
Floreciente en un río del corazón
Al Alma .
Una nación
Indivisa,
Unificada en un campo
De juego consciente, con
Interminable
Amor, por nuestra gran nación.


Un magnífico jugador
Jugando honestamente, con todos,
Reforzando, en nuestro glorioso mundo
Dentro de un planeta
De nativos
Conscientes, globales.
Nuestro mundo inter-conectado,
Apoyado por Seres soberanos – nuestro voto es nuestra palabra.”
― Ulonda Faye

“En los momentos de depresión yo pienso aquí que la patria es el lugar donde somos libres de hablar mal de los demás. Pero de cuando en cuando, a la celda también llegan ráfagas de solidaridad humana. Comprendo entonces el dolor del destierro, porque comprendo entonces lo que es la patria. La patria es no estar solo.”
― Jesús Zárate, La Carcel