Alberto Porras Chavarino's Blog
November 25, 2025
Una familia en Bruselas
Una familia en Bruselas de Chantal Akerman
Mi «puntuación»: 4/5
En Un lugar en Granada tenemos varias actividades relacionadas con los libros y la lectura que agrupamos bajo el título Lectores en Un lugar. Una de esas actividades (Lectores curiosos, curiosos lectores) consiste en elegir un tema y reunir a un grupo de lectores en torno a él. Cada participante debe aportar un libro que trate el tema seleccionado y durante la sesión hablar sobre él, leer en voz alta algún fragmento, compartir sus impresiones, recomendarlo (o no)… Se trata de ayudarnos unos a otros a descubrir nuevos autores.
Mi lectura de Una familia en Bruselas surge de una de esas sesiones de lectores curiosos. El poeta Gerardo Venteo Fernández fue, de nuevo, el recomendante.
Y ¿qué me encontré? Los pensamientos de una mujer (la madre de la autora) que acaba de perder a su marido; que llama por teléfono a sus hijas, que viven lejos; a la que de vez en cuando van a buscar en coche para visitar a familiares; que tiene un pasado del que no habla, en el que ni siquiera se permite pensar, pero que los lectores sí conocemos.
Cuando dices tengo que preparar la comida yo me siento bien y hasta me entra apetito pero cuando no dices nada y solo dices tengo que dejarte sin añadir nada más entonces me quedo ahí y pienso en ti o más bien no pienso me quedo ahí como si faltara un trozo de frase y es porque falta un trozo de frase.
(Sí, con solo unos pocos signos de puntuación, muy pocos, que te obligan a estar muy atento en la lectura pero que hacen más evidente el flujo de pensamientos que se van sucediendo unos a otros en nuestra conciencia sin signos de puntuación.)
Pensamientos repetidos contados a veces en tercera persona y a veces en primera persona, porque a veces son los pensamientos de la madre y a veces son los pensamientos de la hija que se confunden y se entremezclan (y hay que estar atentos a esas transiciones).
Alguien un amigo dijo, se ha ido igual que vivió de puntillas y mi hija de la Ménilmontant dijo de quién habla éste qué puntillas ni qué puntillas y luego no quiso discutir. Pero yo estoy segura de que en su cabeza discute. Este amigo siempre le dice yo conocía a tu padre antes que tú pero eso no son manera de conocerlo, mi padre no se dejaba conocer, yo tardé años en conocerlo un poquito y no fue en absoluto de puntillas.
Es mucho más fácil de leer de lo que parece, porque rápidamente se ve uno inmerso en ese río de pensamientos. Y es cortito (se lee en una tarde o dos). Y diría que es recomendable no solo leerlo sino releerlo.
(…) mi hija cuenta montones de anécdotas y no todas son verdaderas pero algunas sí que lo son y en general son anécdotas tristes no anécdotas de las que hacer reír, las que hacen reír también las cuenta cuando estamos juntas y cuando se acuerda y esas tampoco siempre son verdaderas pero a veces sí que lo son.
¡Qué buenas recomendaciones hace Gerardo!
July 20, 2025
El jardinero y la muerte
El jardinero y la muerte de Georgi Gospodinov
Mi «puntuación»: 4/5
El dolor por la muerte de un ser querido se convierte, una vez más, en literatura. En ese sentido, este no es un libro especialmente original ni rompedor, es un simple (y bello) cuaderno íntimo de recuerdos y reflexiones.
Recuerdos sobre los últimos días del padre y sobre los primeros días sin él («hago una lista en mi cabeza de las primeras cosas desde que mi padre se fue (…) parece que después de cada muerte, igual que después de cada nacimiento, el mundo empieza de nuevo»). Recuerdos sobre las historias que contaba («La historia familiar no escrita ya no está. Sé que con la muerte de mi padre no ha desaparecido un solo mundo, sino varios») y sobre el jardín que cuidaba («el jardín era su otra vida posible, la voz callada y todo lo que había quedado sin decir»). Reflexiones sobre la vejez, sobre la muerte, sobre la vida.
Una escritura sencilla y delicada que te remite sin remedio a tus propios duelos y te conmueve: compartes con el autor el dolor y la tristeza («primero será el dolor, después llegará la tristeza»).
Puede, quizás, hacerse algo repetitivo, pero cuando uno piensa en la muerte de su padre es normal darle vueltas a las mismas anécdotas, a los mismos recuerdos. Podría opinarse que le sobran algunas páginas, porque el impacto emocional de la primera mitad del libro queda un podo diluido conforme avanzas en la lectura; pero también ocurre eso en el duelo ¿no? va mitigándose el impacto emocional de la pérdida conforme avanzas en la vida.
Un libro muy recomendable plagado de bellas reflexiones de esas que querrás subrayar, anotar en un cuaderno y memorizar y de las que he incluido solo algunas en este comentario.
«Quiero avisar desde ya que al final de este libro el protagonista muere. Ni siquiera al final, más bien por la mitad, pero luego vuelve a estar vivo, en todas las historias de antes de irse y en las de después. Porque, como decía Gaustín, en el pasado el tiempo no fluye en una sola dirección».
July 15, 2025
Mientras escribo
Mientras escribo de Stephen King
Mi «puntuación»: 4/5
Empezaré admitiendo mi culpa: no soy lector de Stephen King. De hecho, este es el segundo libro suyo que leo. Es un tipo de literatura que, en principio, no me interesa. Por los temas que trata, por los géneros que cultiva, por el estilo, sus libros me resultan un poco antipáticos. ¿Se debe quizás también al hecho de su éxito abrumador? ¿Podría ser una mezcla de prejuicios y envidia?
El hecho es que, a pesar de todo, me interesaba lo que podía contar sobre su proceso de escritura. Porque en ese otro libro suyo que leí tuve la sensación continua de que no me gustaba ni la historia que contaba ni cómo la contaba y, sin embargo, no fui capaz de dejar de leerlo y me lo bebí en unos días. ¿Cómo hace eso un autor conmigo? ¿Qué trucos, qué magia negra utiliza? ¿Lo contará en este libro?
Algo de eso cuenta, sí, aunque no es exactamente un manual de escritura. En realidad es una mezcla de autobiografía, consejos, referencias a cómo escribió algunos de sus libros, comentarios (no siempre positivos) sobre algunos autores. Su lectura no me va a convertir en un escritor de éxito, pero me parece que da unos cuantos consejos interesantes y, sobre todo, vuelve a dar un ejemplo de cómo escribir de forma que el lector quiera seguir leyendo. Su imaginación, su forma directa y simple de escribir, el ritmo, sus toques de humor… Este también me lo he bebido en unos días.
Cualquier aspirante a escritor (y yo me sigo considerando así) encontrará en este libro una buena guía para mejorar su escritura. Y, sobre todo, no se aburrirá en el camino.
Todo lo cuenta desde su experiencia y sin ánimo de pontificar y admite desde el principio que lo que le funciona a él (o le gusta o le interesa) puede no servir para todos. Al menos así me lo he tomado yo, porque (admito mi osadía) no estoy totalmente de acuerdo con él en algunas cuestiones. Pero no entremos en detalles… que siendo un principiante no soy el más indicado para dar consejos a nadie y menos para contradecir a escritores de éxito.
June 16, 2025
La veladora
La veladora de Gerardo Venteo Fernández
Mi «puntuación»: 4/5
Después de leer Canal, de Javier Fernández por recomendación suya, llegué a Gerardo Venteo Fernández y a su último libro La veladora.
Como ya he confesado aquí, soy poco lector de poesía, quizás porque, en lugar de dejarme llevar por las imágenes que me evoca lo que leo, trato de buscarle explicaciones. En esta ocasión he intentado dejarme llevar y lo que sigue es, como en otros comentarios, una amalgama de las impresiones que me ha dejado el libro, pero esta vez más que impresiones son palabras: mientras lo leía, entresacaba del texto las palabras que me parecía que definen el libro, o más bien que definen a esa madre que es la protagonista. Porque este libro es, sobre todo, un homenaje, un recuerdo, un acto de gratitud hacia la madre.
En primer lugar diré que este es un libro de poesía muy fácil de leer para los que no estamos acostumbrados a leer poesía. Porque es muy narrativo, porque todo el texto está muy hilado, porque se sigue de una forma muy sencilla, porque es como un camino por el que se pasea contemplando a esa madre y sus hijos.
La madre es la «veladora», y esa es la primera palabra que destaco. “Veladora” es la que vela, la que se desvela; pero a su vez es una mujer velada y el libro es una forma de revelarla. Y, además, ella, la madre, es “vela” en el sentido de faro, de luz que indica el camino.
Como una luz encendida en la noche
la intención volcada fuera de sí
era la vela.
Y “camino” es otra de las palabras que se repite: Juana es camino, “no hay otro”, dice el autor en un poema, y en otro «tanta ternura lo indicaba».
Pero Juana también es “lugar”. Al principio, dice Gerardo, su madre descubre, cuando nace el hijo, que “al fin tenía un lugar en el mundo”, después comenta que “sabe su lugar, porque es lugar” y también
allí estaba ella antes y después de todo
como un lugar al que regresar siempre.
Es vela, es camino, es lugar… todo sustantivos. Pero Juana, sobre todo, al menos así lo veo yo, es verbo, es “hacer”. Ella es “una manera de hacer”, dice un poema, “ella hace”, dice otro y en otro habla de sus “maneras de hacer silenciosas” y de que “el suyo era un modo preciso de hacer”.
Aquella donación de sí
aligeraba el peso de no saber
cómo hacer para que se hiciera
lo que debía hacerse.
En cualquier caso, impresionado por la ternura y el cariño con el autor cuenta a la madre, tengo que decir que lo que más me ha gustado ha sido el final, cuando el autor le da voz a su madre, a Juana, y ella pone las cosas en su sitio:
Y sin embargo, esa no he sido yo
sino sólo la escrita.
Porque mi voz ha sido un nido de silencio
ahora me inventan.
A mí me parece que eso da una clave fundamental del libro y es lo que cierra el círculo y le pone final. En la conversación que tuvimos con el autor (dentro del ciclo «Lectores en Un lugar» que organizamos en Un lugar en Granada), nos confesó que cuando surgió este último poema el libro ya estaba en imprenta, pero detuvo el proceso porque se dio cuenta de que el libro no podía estar completo sin él.
Como con Canal, con el que, de alguna forma, está emparentado, asignar un número de estrellas a un libro como este me parece poco apropiado; lo hago más que nada para recomendarlo, para permitir que otros puedan descubrirlo.
May 23, 2025
Lluvia de hojas

Los primeros lectores ya tienen es sus manos los ejemplares de esta «Lluvia de hojas» y ya estoy recibiendo los primeros comentarios. Además, muy pronto (el 31 de mayo a las 18:30h en Un lugar en Granada) haremos la primera presentación en sociedad: una conversación con lectores que ya lo hayan leído y con lectores que estén interesados en leerlo.
Sin adelantar nada de esa conversación, quiero incluir aquí una parte de la «Nota del autor» que aparece en el libro.
«(…) lo que no tiene explicación posible es que yo me haya atrevido a (…) tener el propósito de escribir un libro de relatos. Tanto es así, que me he decidido a hacer esta introducción antes de ponerme a la tarea con los propios cuentos a ver si así la sensatez se apodera de mí y desisto del intento. Si estás leyendo esto, es porque la sensatez no prevaleció. Claro que desde cuándo la sensatez ha sido buena consejera de la literatura».
May 22, 2025
Canal
Canal de Javier Fernández
Mi «puntuación»: 4/5
He llegado a este libro por recomendación de un poeta, Gerardo Venteo Fernández, que viene a casa en Junio a presentar su libro La veladora (que ya he empezado a leer).
Hace mucho tiempo que no leo poesía, le dije. Y me habló de este libro, de la impresión que le causó cuando lo descubrió («esa cubierta completamente blanca en un libro de Hiperión»), de la impresión que le causó cuando lo leyó. Ha insistido. Incluso me lo ha prestado.
Al abrirlo me he encontrado con unos fragmentos en prosa compuestos con amplios márgenes, centrados en la página, justificado por ambos lados; prosa como si fueran versos pero sin serlo, aunque quizás sí lo son. Una belleza de composición que contribuye a la belleza del texto.
Empieza así:
1.
Mi hermano Miguel murió el 5
de marzo de 1975, tres semanas
antes de su sexto cumpleaños.
Murió pasado el mediodía, era
una mañana nublada y de mucho
viento.
(pero no es exactamente así, aquí no puedo reproducir la composición, imagina que el texto está justificado también a la derecha)
¿Por qué un texto así se califica de poesía? ¿Por qué dicen de este libro que es un largo poema dividido en fragmentos?
Sé poco de poesía. Tampoco me interesa demasiado aplicar etiquetas a lo que leo. A mí me parece poético. No sé si por el ritmo, no sé si por lo que cuenta, no sé si por lo que provoca en mí. Es sencillo, es directo, es emocionante.
11.
Necesito contar todo esto, quiero
hablar de ello. Y no me sirve otro
lenguaje. Tiene que ser directo,
seco.
Asignar una calificación en forma de número de estrellas a un libro como este me parece casi una grosería. Lo hago porque también es una forma de recomendarlo, de hacer que otros puedan descubrirlo.
May 20, 2025
Los Infiernos
Los infiernos de Juliette A. Millet
Mi «puntuación»: 4/5
Una señora de clase alta, soltera, tradicional, intachable, decide adoptar a unos niños (familia lejana) que acaban de quedarse sin madre y sólo han conocido «los Infiernos». Un punto de partida que le hace preguntarse a uno desde el principio cómo piensa salvar esa mujer la inmensa distancia que le separa de los niños. Porque uno, desde el principio, se pone en la piel de las dos protagonistas de la historia: la niña huérfana (que cuenta su visión en primera persona) y la señora (cuya historia se cuenta en tercera persona).
Sin desvelar nada de la trama sí diré que es una historia sobrecogedora, no solo por lo que ocurre, sino por lo creíble, por lo real que es todo. Está narrada desde cierta distancia, sin juzgar, dejando que sea el lector quien tome partido por uno u otro personaje en cada momento. Y los personajes tienen profundidad, todos tienen sus luces y sus sombras… algunos más sombras que otros.
¿De qué trata la novela en realidad? De mujeres, de maternidad, de las grandes diferencias sociales que existen en la Ciudad de México (y en tantos otros lugares), de incomprensión… Y me interesa especialmente un asunto que se aborda en la segunda parte de la novela: los cuidados a las personas mayores o enfermas y lo fácil que puede resultar que esos cuidados se vayan transformando en descuido, en abandono o, incluso, en maltrato.
No es una novela para hacerte sentir bien; es una novela que remueve, que estremece. Una gran lectura.
March 24, 2025
Algunos serán «libros de verdad»
Estoy leyendo mucho en estas últimas semanas y, sin embargo, no estoy comentando los libros que termino. No es que me haya cansado de hacerlo. Tampoco que, pensando que nadie nadie lee mis anotaciones, haya desistido de escribir. La explicación es otra: lo que estoy leyendo no son libros… aún.
El asunto es que, desde hace unas semanas, estoy colaborando con Binomio Editorial como editor… o aprendiz de editor. Y cuando digo editor me refiero, sobre todo, a la lectura y selección de manuscritos y a la maquetación de los textos. Como ya decía en una anotación anterior me gustan todas las facetas relacionadas con los libros. Por eso el año pasado leí (casi estudié) el Manual de diseño editorial. Quizás estaba preparándome, sin saberlo, para aquello a lo que iba a empezar a dedicarme medio año después.
Parte de lo que he leído y de lo que estoy leyendo se convertirá en libros. Si todo va bien, se publicarán tres o cuatro antes del verano (el primero, dentro de unas semanas). Y yo habré participado en el proceso. Me parece que voy a sentirme un poquitín orgulloso de eso. (Y, cuando se publiquen, ya los habré leído y podré comentar algo sobre ellos porque se habrán convertido en «libros de verdad», que es lo que querían, igual que Pinocho quería ser un «niño de verdad»).
Los libros publicado por Binomio Editorial hasta ahora
February 12, 2025
Su olor después de la lluvia
Su olor después de la lluvia de Cédric Sapin-Defour
Mi puntuación: 4/5
¿Cómo será leer este libro sin haber convivido nunca con un perro? No lo sé. Para los que sí atesoramos (porque es un pequeño tesoro) esa experiencia, este es un texto conmovedor, tierno, emocionante.
Te ves reconocido en muchas de las reflexiones del autor, en muchas de sus dudas, en muchas de sus emociones. Supongo que le habrá ocurrido lo mismo a la mayoría de los lectores que han tenido un perro en su vida.
Toda la narración desborda amor y ternura sinceras; también tristeza por la ausencia, y con eso no descubro nada que no se sepa desde el principio del libro (que no sepa todo el mundo que adopta a un perro).
Un pequeño «pero»: la escritura resulta a veces un poco enrevesada, con frases de las hay que releer para desentrañar el significado. Al principio me parecieron incluso un tanto artificiosas, como si en cada párrafo el autor quisiera dejar una frase deslumbrante digna de ser subrayada. A lo largo de la lectura vas percibiendo que no, que ese es el estilo natural del autor, te vas adaptando a él y no te importa demasiado volver atrás para releer la frase que no has acabado de entender.
Y, sí, hay un buen número de frases para citar, la mayoría de ellas aplicables a todo el mundo, tenga o no perro, porque así son los aprendizajes de convivir con un perro.
Me voy a quedar con una del principio, cuando el autor decide de repente y casi casualmente hacer una llamada que pondrá en marcha todo, una frase que expresa de una forma diferente (y mejor) algo que quise explicar en mi No soy nadie corriendo:
«Creemos en los actos irreflexivos, pero la verdad es que van madurando poco a poco durante años, te conocen tan bien que en cuanto les das una oportunidad aparecen disfrazados de impulso inmediato o de verdad llegada de no se sabe dónde.»
February 3, 2025
Historia de una novela
Historia de una novela de Thomas Wolfe
Mi «valoración»: 3/5
No conocía nada de Thomas Wolfe hasta hace unos días, cuando leí, después de escuchar encendidos elogios sobre ella, su El niño perdido. Poco después, visitando una librería recién abierta y queriendo estrenarla de alguna forma, me encontré con este pequeño libro del mismo autor en el que se habla del proceso de creación de una novela. De forma que todo se conjuraba (la ocasión, el autor, el asunto) para que el librito se vinera conmigo a casa. Es difícil no dejarse llevar por estas confabulaciones del azar…
Y una vez leído, me alegra haberme dejado llevar, aunque…
Me ha parecido muy interesante asistir al proceso de creación de la segunda novela del autor —había publicado con éxito previamente El ángel que nos mira o, lo que es lo mismo, en la nueva traducción que ha publicado Trotalibros La mirada del ángel—, y me hace plantearme algunas cuestiones. Por ejemplo, cuando alguien ha tenido éxito con su primera novela ¿se ha convertido ya en escritor o no lo es hasta publicar la segunda novela? ¿Cómo y cuánto influyen las expectativas de los lectores y de la crítica en la escritura de esta segunda novela?
También me ha interesado la relación de Thomas Wolfe con su editor. Otra buena cuestión esta del peso que tienen los editores sobre las versiones finales de las obras que finalmente ven la luz.
Hay unas cuantas reflexiones sobre la creación literaria que he subrayado y anotado.
¿Dónde están los «peros» entonces? Bueno, básicamente en la pasión.
Esto es una cuestión muy personal y entiendo que para otros esto no sea un obstáculo, pero a mí el exceso siempre me resulta extraño y poco verosímil. Esa pasión desbordada con la que describe su proceso de escritura en la que todo parece trágico, desmesurado y tormentoso me resulta ajena y me aleja de su escritura. Quizás los genios creativos son así; quizás, casi seguro, el problema está en mí.
En cualquier caso, como decía, me alegra haberme dejado llevar.


